Narra Kate:
Podía haber sido en otro momento, en un momento en el que Harry no estuviera enfadado conmigo, un momento en el que Abby, Joe y Ethan no me escondan nada. Pero no todo tiene que ser como uno lo planea.
Quería que todo volviera a empezar, que volviera a llegar nueva al internado y así sabría como mejorar todo lo que hice mal durante estos meses, o que alguien me hubiera dado algunas instrucciones sobre como sobrevivir a este internado. Pero eso era imposible, y lo que hice no lo puedo cambiar ya. Todos los errores que cometí son errores irremplazables.
A lo mejor si hubiera cambiado algo, no estaría ahora perdida en medio de un bosque. A lo mejor ahora mismo no notaría un pinchazo de dolor cada vez que Harry me miraba, o cada vez que Abby y Joe se susurraban cosas.
El dolor me volvía ciega, y no me di cuenta cuando me senté en una piedra y metí mi cabeza entre mis manos y me quedé parada.
En ese mismo momento, deseaba que no se dieran cuenta y que siguieran andando, que el dolor se fuera con ellos, pero no todo es como uno lo desea, y Harry se dio cuenta.
Sus ojos azules mostraban intriga, pero una capa de odio cubría todas las emociones que podría él sentir ahora mismo. Por eso, cuando mis ojos y los suyos conectaron el dolor solo se volvió más profundo.
Sabía que Harry estaba dudando si debía continuar o pararse a comprobar qué me pasaba. Pero él seguía enfadado conmigo y tendría algún motivo para hacer lo que hizo. Siguió adelante como si no me hubiera visto.
El dolor me volvió a cegar y sin querer solté un gritito que hizo que me retorciera de dolor y cayera al suelo.
Los palos que había en el sendero no amortiguaron mi caída, y en cuanto el suelo tocó mi hombro izquierdo noté como un calambre recorría todo mi cuerpo y no podía moverme.
-¡Kate!-exclamó Abby viniendo hacia mí. Detrás de ella venía Joe también corriendo. Ethan vino unos segundos más tarde. Harry y Kile se quedaron parados donde estaban.
No sé que es lo que me dolió más: el dolor que sentía en el hombro o el dolor de sentir la mirada de Harry diez metros alejados de nosotros y que no se moviera.
-¿Qué ha pasado?-me preguntaba Abby agachada al lado mío.
-¡Kate!-exclamaba Joe al lado suya.
Todas las voces las oía alejadas, mi mente estaba como en una cúpula en la que solo estábamos Harry y yo. Solo podía verle a él...
-Tenemos que llamar a alguien.-dijo Abby.
-¡No hay cobertura!-exclamó Joe enfadado dando un puñetazo al suelo.
Noté como unos brazos me alzaban y como poco a poco la cúpula se abría... y como ahora podía oír y ver todo con claridad.
-¿Está bien?-preguntaba Abby detrás de nosotros.
-No lo sé. Está como en shock.-respondió Joe, acariciando mi mejilla.
Miré a Joe, me estaba llevando y estábamos siguiendo a Kile y a Harry diez metros por delante de nosotros. Ethan y Abby estarían detrás de nosotros.
-Kate.-susurró Joe, y noté como paró, y se quedó él petrificado. -¿Estás bien?
No podía mover la cabeza, y ninguna palabra salía de mi boca, y lo que dije, no estaba planificado, no quería decirlo y sin querer lo hice.
-Harry.
Una mirada de tristeza y confusión se posó en la cara de Joe. Y Harry se dio la vuelta. No podía mover ni un músculo a si que no sé si seguía con la mirada que había tenido todo el día.
ESTÁS LEYENDO
Como sobrevivir a un internado
Teen FictionKate Jones viaja a California gracias a una beca de estudios. Allí tendrá que ir a un internado donde conocerá a nuevas personas. Gente que la meterá en líos, gente que hará la vida imposible, y también habrá otras personas que Kate nunca podrá olv...