Capítulo 38: ¿Por qué debería confiar en ti?

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Joe's Pov:

Estaba caminando en la playa cuando vi a una chica mirando el mar a unos veinte metros de mí. Al principio no al reconocí, peor luego, poco a poco supe quien era y quería hablar con ella. Saber qué le ha pasado con Abby. Ella le había dicho hace dos días: "Nada es lo que parece ni nadie es quien dice ser" ¿Qué significaba eso? Quería saberlo y eso sólo me lo diría ella.

Me acerqué a Caroline y me senté al lado suyo.

-Hola. -me saludó.

-¿Qué tal?-le pregunté.

Ella movió los hombros como diciendo no sé.

Quería ir directo al grano a si que se lo pregunté:

-¿Qué significaba la frase del otro día?

Ella giró la cabeza hasta que sus ojos verdes me miraron fijamente.

-Una frase puede significar muchas cosas Williams. ¿Qué frase exactamente dije?

-Nada es lo que parece ni nadie es quien dice ser. -la recité.

-Sabes mu bien que esa frase habla de una chica a quien todos vosotros pensabais que era muy buena.

-Abby. -la corté.

Ella asintió.

-¿Qué te pasó con ella?-le pregunté.

No me respondió.

-¿No confías en mí?

-¿Por qué debería confiar en ti Joe?

-Porque Abby te hizo mucho daño, como a Kate y tenemos que remediarlo. -le contesté.

Ella miró al mar durante unos segundos y después me empezó a hablar:

-Abby y yo éramos mejores amigas. Ella era la más habladora y la que en más líos se metía. Yo era la qué solía caer bien a todo el mundo pero a veces era muy tímida. Abby se apoderaba de esa timidez. Me decía que hiciera cosas que ella no quería hacer. El trabajo sucio, robar exámenes pasarle las respuestas. Los profesores nunca se iban a creer que yo iba a hacer eso y por eso nunca me castigaron. Yo la tenía mucho miedo y nunca la afrontaba. No quería tampoco perderla.

-Pero era mezquina. -le corté.

-Pero era mi mejor amiga, estaba ciega, Joe. Un día me dijo que temía que amenazar a mi hermana. A mi hermana mayor, Joe. No quería hacerlo, pero Abby me lo ordenó. La tendría que amenazar con que si no nos sacaba del internado una noche contaría  todos un secreto muy preciado de mi hermana, sobre un novio suyo. Lo siento pero este secreto no lo voy a contar. No quería a si que la grité cosas que la ofendieron mucho, demasiado tal vez. Cosas mezquinas que nunca habían salido de mi boca. Nunca. Peor mi familia no estaba para cosas así: a mi padre le mandaron mudarse a Japón y allí estuvo trabajando siete años, sigue allí, nunca le hemos visto. No viene ni en Navidades ni en vacaciones, yo creo que nos ha remplazado por otra familia. Mi madre quiso no pensar más en mi padre trabajando en su trabajo, volvía más tarde que nunca a posta. Mi hermana y yo estábamos demasiado cabreadas a si que ella un día no pudo más y se suicidó. Se tiró con el coche al mar. No sabes cómo sufrí meses y meses llorando. No quería que nadie más me estropeara mi vida. A si que me enfadé con Abby y la dije todo lo que pensaba de ella: que era una mandona que no temía sentimientos. Nunca me arrepentí de eso. Después, para que nadie más me hiciera lo que me hizo Abby, me convertí en un monstruo. En una persona mequina para no salir herida.

Lágrimas salían de los ojos de Caroline. No me caía bien pero no soportaba que nadie llorara, además, Abby le había estropeado la vida.

Me acerqué a ella y la di un abrazo. Ella me lo devolvió.

Caroline en la foto

Como sobrevivir a un internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora