|Sarah|
Entramos al carro. Un Audi blanco con el chofer que ya nos esperaba.
- Lista para ir a trabajar!
- En sábado por la mañana.
- No va ser todo el dia nena. Tengo unos planes para los dos!-sonríe al verme nerviosa.
- ¿Planes?
- Si. Es sorpresa.
- Ha..y que va esa sorpresa!
- Es para celebrar lo nuestro.- me ayuda a subirme al carro. Ajusta el cinturón antes de subir él, me guiñé un ojo. Estoy roja.
- Erick..
- Dime!
- ¿Y él chofer va ir?
- No. Él solo llego a dejar el carro, iremos tú y yo solos.
Contengo la sonrisa. Apreciaba que me tomará en cuenta, pero no es la correcta forma de hacerlo, y esto es mucho para preocuparme.
- Erick, aquí en Italia no hay nadie que te conozca.
- Por que lo dices, ¿Por ti que te vean conmigo?
- Exacto.
- No. En Italia no tengo conocidos.
- Eso me dices para asegurar mi calma o para que yo te crea.
- Por ambas. No te harán nada.
- ..yo no digo por esa razón, eres tú quien me preocupa.
- ¿Te preocupa mi imagen pública? Acaso no te has puesto en pensar en como el mundo de los chisme maneja mi vida profesional.
- No me importa meterme en la vida ajena de las personas...
- ¿Que tanto sabes de mi?-sonrió al verme de reojo.- Quiero saber en que piensas cuándo te dicen mi nombre.
Fruncía mis labios.
- ...que deseas saber.
- Todo Sarah. En estos instantes me importa un carajo la prensa, o las cámaras; lo que deseo con muchas ganas es saberlo de tus labios.
- Celos!
- ¿Tienes celos? De que! Explicate.
- Tengo celos de verte con Peige!- lo dije. Mi tono de voz se va apagando. Soné como una estupida tonta al querer algo que pronto se va casar con alguien que no voy a ser yo. Eso me da celos.
- Sarah no...nunca antes lo esperé escucharlo de una mujer.
- Que?!
- Nadie me dijo que sintiera celos por Peige, y menos tú. Eso si me asombra..no se que decir.
- Debes estar muy halagado de saber que una fea..- posa su mano en mi boca.
- No digas eso nunca! Deja de decirte esas palabras hirientes de que eres "fea" o "tonta" nada de eso me interesa.- la aparta suavemente. Cogía mi mano para darle un beso.- Esto recompensa lo mucho que me importas y quiero verte feliz.
Asenti segura de lo que me decía iba ser cierto. Entramos a una empresa de carros marca "Audi". La recepcionista nos esperaba ya. Saluda de mano a Erick. Es muy bonita, morena de cabellos negros azabache, alta y delgada; de inmediato me doy cuenta de que ve lujuriosamente a Erick, y eso me hace enfadar. Él me presenta.
- Ella es Sarah! Mi asistente.- le dice al verme.
- Mucho gusto.- nos damos un ligero apretón de manos.
Le seguimos por el pasillo de la compañía. Erick no soltaba de mi mano haciendo notar que nadie iba dejar que otra interpusiese entre él y yo. Al menos respeta mi presencia. Tras pasar unas cuantas salas, llegamos a la oficina del ejecutivo en jefe.
- Hola Erick!-le saluda con un abrazo.- Te estado esperando!-le dice al verle bien la cara.- En verdad te vas a casar! Joder viejo esto si que es una puta idea estupida de tú madre!-suelta una carcajada.
Por su acento es Francés.
- Si, cómo sea...Francesco de Maria, te presento a Sarah Michelle mi asistente.- nos presenta. Él hombre de cabellos rubios castaños y de ojos verdes oscuros me brinda una dulce sonrisa.
- Mucho gusto Señor Francesco.
- Oh por favor! Dime por mi nombre hermosa. Que hermosos ojos tenes!-dice al darme un beso en la mejilla. Erick aprieta la mandíbula, y rompe el saludo al decirle una pregunta.
- Bien amigo, ¿De que va el tratado que haremos?- le ve serio. Él señor Francesco le ve tratando de percibir aquella mirada de celos. Tome mi lugar para sacar las carpetas que formarían.
- Es para que firmes un responsiva sobre dos carros que estarán bajo tú cuidado Erick. Tú padre los compro poco antes de caer en cama.
- Lo se. Él interés de mi padre es que esos carros se vendan para el 2007.
- Por eso misma razón debemos promocionarlos para diciembre. Espero que estes de acuerdo en que el festejo se haga dos dias antes de la boda en Septiembre.- le miraba no convencido del tema, y de que propuesta sea antes de la boda. Erick dedica una amable mirada.
- Claro. Estaremos de acuerdo en que se haga en esa fecha.
- Perfecto. Por cierto ya tengo tú regaló de bodas!
- No deseo saberlo. Se supone que es sorpresa.-dice sonriente. Erick esta enojado. Muy molesto por lo que él señor Francesco ha comentado.
- Vale amigo! Hoy hay una cena de gala para festejar el cumpleaños de mi hermana menor, están invitados.
- Gracias.
- Erick estas muy serio, ¿Dije algo que te molestará?
- No Francesco. Es muy difícil que me hagan enojar.
- Bien. Oh por cierto, quiero que tú asistente nos deje un rato a solas, hay algo de lo que quiero consultar en privado.
- No se preocupe. Nos vemos afuera señor Erick. Fue un gusto señor Francesco!-le di mi mano para despedirme, pero no contaba con que me diera un abrazo.
- Gracias por haber venido hermosa mexicana!-dice con esos ojos confusos.- Nos vemos!-concluye al soltarme. Salí afuera recargada contra la pared. Estoy muy inquieta por lo que sucede ahí a dentro.
- Y Bien, ¿Cuál es ese detalle?!-habla enojado Erick.
Francesco cruza las manos sobre el escritorio.
- No se en que estas pensado o que sientas por Peige, pero no te veo seguro de casarte.
- Lo estoy.
- No se te nota. Lo haces por que fue un trato que tú padre dictó antes de morir. ¿Has pensado en lo que en verdad deseas para ti?
- Muchas veces lo he pensado.
- Pero te impide algo muy importante, y se llama "tú madre" te da miedo defraudarle.
- Si estuvieras en mi lugar, tal vez ni tú lo puedes hacer. Es muy estupido llegar herir al ser que amas.
- Tal vez no me afecte tanto el lastimarla, pero es mi vida y ella debe respetarla. Después de todo tú madre ya tuvo una vida, y cómo sea las cosas, se caso sin tomar en cuenta tú opinión de que si era bueno o no. Erick debes pensar si es lo que esto quieres para ti o no. Vivir a lado de una mujer a la que amas solo por un trato y unas cuantas hojas firmadas...no es vida mucho menos amor.
- Francesco que harías tú! Dejarías todo!
- Si.
- Que!
- A si de fácil.
Él no puede hacer nada mas que seguir lo que su madre le dicta. Francesco le toma la mano.- Erick aun estas a tiempo de hacer algo con tú vida amigo, y se que ahora tienes ese semblante no es por la boda o Peige, si no por algo que no puedo ver o que tal vez lo vi y no me atrevería a decirlo.
- De que hablas...
- De Sarah! Es una niña muy interesante!-le suelta la mano.- Dejame decirte que tiene muy bonitos ojos, y se ve que es una chica muy madura e incluso ha de sufrir cómo todas las mujeres ordinarias.
- Francesco a que viene esa lista de adulaciones a Sarah!
- Es una propuesta de que tal vez, no se tal vez haga de mi novia a tú querida asistente.
Erick fulmina una mirada helada.- A ti no te gusta esa clase de chicas. ¿Qué harás tú con Sarah?!-suena una amenaza.
- Prácticamente tú me estas negando que me acerque o la haga mi novia, tú no puedes decidir por ella, no eres nada de Sarah excepto su jefe; creo que hasta ahí hay límites.
- No te metas con ella!
- ¿Y que harás si es ella quien acepta serlo? Anda dime Erick, debo saber por que no puedo acercarme a Sarah!
Lo preciona.
- Ella no es tuya pero tampoco es mía, es de Vicent!-dice liberando la rabia contenida al suspirar rendido.
- De Vicent! Que novedad
- A si que aléjate de Sarah!
- Temo que ya no puedo hacerlo. Dile a Vicent que Sarah ya tiene otro pretendiente.
Erick se retira, no si antes una última palabra de Francesco, que lo deja helado.
- Se que bien que tú te has encontrado con lo mejor que ella te ha brindado, y de eso no me cabe duda. Erick si de verdad la dices querer a Sarah demuéstralo...por que si la hieres te rompo la cara.
Erick le sonríe.- Cuándo eso ocurra la primer persona en herirme va ser ella y no otra. A si que para bien o como para mal, Sarah va ser la única en lastimarme si asi lo desea.- abre la puerta y le un adiós al cerrar de ella. Erick me ve quieta en la pared, nerviosa de que todo halla salido bien.
- ¿Qué ocurre? ¿Todo salio bien?-dije angustiada. Acarisia mi mejilla con el dorso de su mano.
- Todo bien dulzura. Vamos a comer algo.
- ...Erick ¿Qué te pasó? Estas muy cambiado, ¿Te dijo algo él?!-conteste furiosa. Aprieta suavemente mi mano con la suya, recostando su frente en mi hombro.
- No nena. Todo ha quedado en buenas manos, y te aseguro que nada malo nos ocurrirá.
- Erick...
- Anda dejemos este lugar, vamos a comer. Me muero de hambre.
- ...bien!
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Fotografías de Papel
RomanceDicen que ningún soñador es demasiado grande y ningún sueño es pequeño... En mi caso... Mís demonios son inestables, tan inestables qué tengo miedo de no saber qué hacer con ellos. Me llamó Sarah Michelle. Una chica qué le gusta los helados, y gustó...