Chat Room |H.S|

Epílogo.

Preparen pañuelos y todo lo que tengan a mano porque el epílogo se viene fuerte, bueno al menos a mí me afectó escribirlo pero es porque soy muy sensible con todo esto no sé cómo reaccionarán ustedes, traté de hacer el epílogo lo más largo posible para que disfrutaran más y espero que así sea. *4558 palabras no es fácil*

Harry.

No podía creer lo que estaba pasando, Hayley me dejó, me dejó y no me dio oportunidad de explicarle, traté de alcanzarla sin embargo la perdí después de un tiempo de haber corrido por todas las calles, no tuve más opción que volver donde Kylie al no encontrar a Hayley por ninguna parte.

-Amor ahora que la chiquilla esa se fue, sigamos con lo que estábamos -ronronea la chica en mi oído mientras me acaricia la entrepierna por encima de los pantalones.

Odio esto, odio toda esta mierda, odio que no sea Hayley la que me está proporcionando sus caricias, odio que no sea la voz de mi dulce Hayley la que susurra en mi oído, odio haberla hecho llorar por mi gran estupidez de hacer lo que Kylie decía, pero más que todo odio a Kylie.

-¡Aléjate de mí joder! -bruscamente me deshago de su agarre -¡No me vuelvas a llamar, no me vuelvas a mandar mensajes, no me vuelvas a buscar, deja de joderme maldita sea! -estallo en puros gritos y me tiro del cabello.

-Sabes que todavía puedo contarle a Hayley todo -amenaza y sonríe triunfal.

Kylie era mi novia antes de conocer a Hayley pero un día la descubrí en la cama con otro, cuando conocí a Hayley y me enamoré perdidamente de ella terminé con Kylie y se puso como los demonios, juró que me iba a hacer la vida imposible si no hacía lo que ella pedía, me amenazó con mentirle a Hayley sobre que aún seguíamos follando para acabar con nuestra relación, Kylie se fue a pasar un tiempo a Canadá por lo que ya no podía seguir con toda su mierda y por un tiempo estuve en paz sin ella, hasta que volvió justamente el día en el que Hayley y yo volvíamos de la playa, me volvió a chantajear con lo mismo y tenía que hacer lo que ella pedía por miedo a que Hayley me odiara, me sentía tan poca cosa, tan mierda que nisiquiera podía contestarle los mensajes a Hayley, no podía siquiera mirarla a los ojos y cuando me llegaba a buscar a mi departamento simplemente no salía, me encerraba en mi habitación a golpear todo lo que estuviera a mi alcance, y así pasaron dos semanas hasta ese día que hablé con Zed, estaba bastante cabreado por lo que decía ese imbécil que no me di cuenta que Hayley estaba escondida detrás de un árbol; espiándonos.

Ese día traté de actuar lo más frío e indiferente con la chica que amaba y lo logré, se alejó de mí y aunque eso era lo que yo quería después de casi un mes no pude resistirlo más y la busqué, le pedí perdón por absolutamente todo, le dije lo mucho que la había extrañado y lo mucho que la necesitaba, también le dije que no podía vivir sin ella y que la amaba, cosa que es verdad, cuando la tomé de la mano para llevarla a mi auto noté como arrugaba la nariz debido al fuerte olor a perfume que emanaba de mí; tuve miedo de que me preguntara por qué usaba tanto pero para mi alivio no lo hizo, cuando iba a ver a Kylie ella dejaba su olor a mujer impregnado en mí por lo que después yo me bañaba en mi propio perfume para quitar todo rastro de ella en mí. Luego de darle la sorpresa de que le había comprado un nuevo departamento me sentí feliz, feliz y afortunado de tener a una chica como ella, cuando se lanzó a mis brazos y la sentí tan cerca las ganas de hacerle el amor aumentaron, tenía que volver a sentirla, volver a demostrarle cuánto la amaba, nisiquiera pude esperarme hasta la cena que le tenía preparada, las ganas de ella eran mayores, la llevé a la que a partir de ese día iba a ser nuestra habitación y allí le hice el amor como nunca, como si fuese la última vez, ella me importa, es todo lo que gira a mi alrededor, cada día temía que ella se despertara y se diera cuenta de la mierda con la que estaba; y el día llegó, la he perdido y tengo que asimilarlo, el único problema es que tendrían que arrancarme el corazón para que la olvidara, tendrían que pasar mil años para borrar toda marca de mi piel, tendría que morir para aceptarlo.