Chat Room |H.S|

15.

Entramos en la habitación y nos ponemos la ropa rápidamente para después ir a comer.

-Cariño la comida te ha quedado deliciosa, espero probarte más a menudo -carcajea y yo ignoro su comentario pervertido.

Sonrío a su indirecta y compruebo la hora en el móvil, de un salto me levanto de la mesa y Harry me mira.

-Ya es de noche me tengo que ir, mañana tengo que ir al instituto -digo preocupada.

-¿No vas a quedarte a dormir conmigo? -hace pucheros viéndose condenadamente tierno.

-No puedo faltar, hoy me escapé por perseguirte por todo el instituto y no volví a entrar porque fui al bar y te encontré -lo último lo digo con una sonrisa.

Aunque tengo unas ganas inmensas de quedarme junto a él no puedo faltar porque en cuanto llamen a mis padres estoy muerta.

-Bueno te llevo a tu casa entonces -se ofrece y saca las llaves de su bolsillo.

Recojo la mesa, tomo mis cosas y nos vamos, al llegar a mi casa Harry se baja conmigo para despedirse pero mi madre abre la puerta antes.

-¿Qué son estas horas de llegar Hayley? Saliste del instituto hace cinco horas, ¿Dónde estabas y quién es este hombre? -me interroga mamá y yo sólo me limito a rodar los ojos.

-Soy Harry Styles, me disculpo por la hora señora, fue mi culpa que llegara tarde pero bueno aquí está; sana y salva -interviene Harry y mamá lo mira con una ceja enarcada.

-Mucho gusto -mi madre estrecha la mano de Harry y los dos sonríen.

Parece que a mamá extrañamente le agradó Harry ya que lo invita a pasar muy a gusto y le ofrece algo de tomar, en general odia a los chicos con los que he salido y Zed no le caía tan bien sin embargo tampoco lo odiaba.

Harry y papá hablan animadamente en el sofá, al parecer Harry con su encanto ha logrado causar una muy buena primera impresión, nisiquiera con Zed se llevaba tan bien mi padre, es más casi nunca intercambiaban palabra sólo se saludaban y ya.

-Bueno creo que me marcharé, su hija tiene que descansar y mañana tiene que ir al instituto -replica Harry y me dirige una mirada fugaz.

-¿Qué acaso tú no vas? -la mujer que me trajo a la vida interroga a Harry haciendo una mueca.

-No señora, tengo un trabajo -se encoge de hombros el guapísimo de mi novio... ¡Esperen! No, no es mi novio.

-¿Cuántos años tienes? -le pregunta papá.

-Veintiuno -contesta sin más.

-¿En serio? Pareces más joven de lo que aparentas -alaga mamá a lo que Harry ríe mostrando su perfecta sonrisa.

Entro en la sala captando la atención de todos y evito que mis padres sigan con su interrogatorio.

-Ahora sí me tengo que ir, mucho gusto, gracias, adiós -Harry estrecha la mano de mi padre y seguido besa la mejilla de mi madre.

-Espero verte pronto por aquí -se despide mi madre encantada.

-Así será -concluye Harry para salir conmigo a la puerta.

El frío de la noche choca con nuestros rostros mientras caminamos hacia el auto de Harry.

-Tus padres me caen bien -añade cuando llegamos.

-Créeme que ellos se derriten por ti también -río rodando fastidiada los ojos.

-No son los únicos -ronronea y se relame el labio inferior mientras sigo sus movimientos con la mirada -Nadie puede resistirse a mí, una vez te lo dije amor.

-Eres un engreído -bufo poniendo los ojos en blanco.

-Y así te gusto ¿No? -susurra tomándome por la cintura y besándome en los labios -Te quiero pequeña, que duermas bien -besa por última vez mi frente y se me escapa un suspiro.

-Te quiero Harry -siseo y Harry entra en su auto, cierra la puerta, enciende el motor y lo veo alejarse por la calle.

Cierro la puerta y subo las escaleras dirigiéndome a mi habitación, me lavo los dientes seguido de ponerme mi pijama e inmediatamente me meto debajo de las sábanas para quedarme dormida. Todo lo que queda de la noche paso soñando con aquel hombre perfecto de ojos verdes.