Chat Room |H.S|

13.

Harry semidesnudo cubierto solamente por una toalla, con el móvil en su mano y sentado en la cama de lo más cómodo. ¡Joder que sexy es! Tiene varios tatuajes en su piel cosa que lo hace aún más apetecible, las gotas de agua caen de su cabello mojado y estoy completamente embobada mirándolo así que le entrego la taza de café y decido hablar.

-¿Ya estás completamente sobrio? -pregunto tratando de no mirarlo.

-Sí Hayley, completamente y quiero decirte que lo que te dije hace un rato no es ninguna locura, es la verdad.

-Ya lo veo -admito sarcástica.

-Joder es cierto -replica levantándose, acorralándome contra la pared y apoyando una mano en ella a la altura de mi cabeza -Te deseo, te deseo y mucho, quiero hacerte sentir bien, quiero ser el único que esté en tu cama, el único que te haga gemir, el único hombre al que ames, te quiero a ti Hayley, te necesito amor.

Dicho esto junta nuestros labios en un desesperado y apasionado beso, nuestro primer beso, su boca tiene un sabor a menta totalmente irresistible, su lengua está en sincronía con la mía, nos separamos para tomar aire y vuelve a besarme pero esta vez en un beso lento y tierno, me levanta por las piernas y las engancha alrededor de su cintura, mi espalda pega contra la pared y él me rodea con sus formidables brazos mientras yo enredo mis manos en su cabello mojado, comienza a besar y lamer mi cuello mientras se me escapa uno que otro gemido, me lleva hasta la cama sin separar nuestros labios y se sienta colocándome encima de él mientras yo permanezco en su regazo, me mira como pidiéndome permiso para quitarme la ropa y yo asiento, me quita la camisa y el sujetador dejando mis senos expuestos, los toma en sus manos y comienza a lamerlos y succionarlos.

Harry yo... -casi no puedo hablar debido a que Harry está trazando círculos con su lengua.

Me cambia de posición ahora dejándome debajo de él mientras se sostiene sólo con sus brazos, logro ver un hermoso tatuaje de mariposa que tiene en su abdómen y unos pájaros en su pecho, me desconcentra totalmente ya que comienza a besarme en el cuello y después en los labios mientras desabrocha mi pantalón.

-No, Harry yo...

-Shhh, no digas nada bebé -muerde mi labio inferior y jadeo.

-Harry mírame -tomo sus mejillas y lo obligo a que me mire -Soy virgen -admito muerta de la vergüenza.

Suelta una carcajada marcando sus hermosos hoyuelos y esa sonrisa tan perfecta que tiene.

-Mucho mejor nena, así serás únicamente mía, completamente mía y de nadie más; pero que bueno que me lo dijiste, seré cuidadoso contigo amor.

No puedo negar que cuando esas palabras salen de su boca siento un ardor en el vientre, me acaricia el labio inferior con el pulgar para después relamerse los suyos.

-Dios, estos labios y las cosas que podrías hacer con ellos -dice en un tono seductor.

Me baja el pantalón y puedo notar como sus ojos se abren más de lo normal, como recorre mi cuerpo desnudo con la mirada y desliza su dedo trazando una línea desde mis senos hasta mi abdómen y siguiendo hasta abajo para deternerse justo cuando llega a mi ropa interior, mete su mano por debajo de mis bragas y jadea.

-Cariño estás muy mojada, apenas para mí -sonríe relamiéndose los labios.

Empieza a mover ligeramente los dedos mientras me besa y los hunde un poco más, los mueve con maestría de arriba a abajo y mis gemidos resuenan por toda la habitación mientras noto una pequeña presión y una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, con la otra mano masajea mis senos y mis ojos están cerrados con fuerza mientras me muerdo el labio inferior para no gritar, hace un moviento con sus dedos e instintivamente yo arqueo la espalda.

-Eso es Hayley, córrete para mí cariño -me alienta y de nuevo siento esa presión en mi vientre.

-Harry -gimo y eso es todo, me vengo en sus dedos.

-Quiero que gimas mi nombre una y otra vez nena, quiero ser el único que provoque ese efecto en ti -besa mis labios y saca su mano lentamente.

Se levanta de la cama y se coloca su ajustado pantalón negro, sus botas que realmente me gustan mucho y una camisa negra de su armario, cuando se voltea me cubro con la sábana rápidamente antes de que Harry logre mirarme.

-Eres tan pudorosa, tan perfecta -se sienta a mi lado en la cama -Pero no deberías cubrirte de mí, amor.

-Es que yo... -empiezo a explicarme pero me interrumpe.

-No, no quiero que te cubras de mí, no tienes nada de lo que avergonzarte,  sólo mírate -me sonríe y yo me sonrojo.

-Esa es mi pequeña -asiente y deja un casto beso en mi frente -Iré al trabajo, espero que cuando vuelva sigas aquí, no tardo cariño -se acerca a mí depositando un tierno beso en mis labios y sale de la habitación dejándome sola, desnuda, en un departamento que no es mío y recordándome que quiere verme aquí cuando regrese.