도와주세요!

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«(¡Ayuda!)»

¿Por qué Chanyeol no ha venido a visitarme? ¿Le ha pasado algo? Él dijo que no me preocupara, pero es imposible no hacerlo.

Yeol, ¿por qué no estás aquí, a mi lado? Puedo estar segura de que ya pasaron más de tres meses.

"Min, linda...", alguien abrió la puerta de mi habitación. Mi corazón empezaba a latir con fuerza, tanto que me dolía el pecho. La máquina que estaba a un lado de mí, comenzó a hacer sonidos extraños. "Oh, por Dios, ¿qué está pasando?", Yeol se acercó a mi lado y me miró, estaba asustado.

Su cabello era de un color y estilo distinto, pero seguía siendo guapísimo.

"¡Ayuda, enfermera, por favor!", gritó saliendo de mi habitación.

¿Y ahora por qué te vas? Ya estabas conmigo, no te vayas.

"¡¿Qué fue lo que hizo, estudiante?!", un Doctor y una enfermera entraron al cuarto y justo detrás de ellos llegó Yeol.

"Yo sólo entré y la saludé...", sollozó.

"Salga de aquí, tenemos que hacer las descargas", exigió el Doctor.

No, no te vuelvas a ir, por favor.

"Quiero estar aquí, con ella", habló Yeol.

"Doctor, la estamos perdiendo", dijo la enfermera poniéndose a mi lado con una mesa.

Mis párpados se hacían cada vez más pesados y me era complicado escuchar lo que estaban diciendo.

"¡Por favor, joven Park, salga de aquí!", volvió a pedir el Doctor.

"Está bien...", escuché a lo lejos.

¡No! ¡No te vayas!

"A la de tres... Una, dos, tres", el Doctor colocó un par de planchas en mi pecho, las cuales me producieron descargas eléctricas.

"Aún no se estabiliza".

Chanyeol, vuelve, te necesito.

Una descarga más. "La estamos recuperando". Otra descarga y el aparato que marcaba mis pulsaciones, volvió a la normalidad. "Lo hizo muy pronto", habló sorprendida la enfermera, refiriéndose a que no tuvieron que darme tantas descargas para estabilizarme.

Yeol, regresa, por favor.

Hice todo lo posible por intentar levantarme de la cama, pero jamás podría. Sentí que toda la fuerza que intenté usar, se fue directo a mi mano izquierda, provocando que mis dedos se movieran un poco.

"Doctor, la paciente ha movido los dedos", la enfermera y el Doctor pusieron toda su atención en mí.

"Min, inténtalo de nuevo, mueve tus dedos...", susurró el Doctor.

Reuní toda la fuerza suficiente, esto era complicado. Poco a poco sentí cómo mi mano se podía mover fácilmente, moví mis dedos e intenté hacer un puño. Después de esforzarme lo suficiente, lo logré.

"Esto es un milagro", la enfermera abrió la boca. "Llamaré a la señora Lee, necesita saberlo".

¿Qué estaba pasando?

"Min, estás saliendo de tu estado vegetal. Si trabajamos duro, pronto podrás recuperar tus movimientos y el habla", sonrió. "Eres una chica muy fuerte".

"Doctor, la señora Lee está en camino, pero el joven estudiante quiere entrar a ver a la señorita Min".

"Déjelo pasar", autorizó. "Nos iremos para darles privacidad".

El Doctor y la enfermera caminaron hacia la puerta. Yeol entró y me abrazó.

Me abrazó. Me estaba abrazando.

"Pronto estarás completamente bien, te ayudaré. No me alejaré de ti", besó mi frente y entrelazó mi mano derecha con la suya.

Volví a reunir fuerzas y como pude, apreté levemente la mano de Yeol.

"Estoy tan feliz, no sabes cuánto", sonrió con algunas lágrimas en los ojos. "Me alegra muchísimo que te estés recuperando. Verás que en unas semanas podrás caminar hacia mí y abrazarme tan fuerte como yo lo haré...", suspiró y volvió a besar mi frente. "Te quiero, Min, perdón por tardar tanto en venir".

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