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Capítulo 8

Le conté a Bea y a Lottie sobre lo que Allison hizo, se enojaron mucho, pero no quisieron acompañarme en detención, fui entonces a el salón de química para la estúpida detención, abrí la puerta, y encontré a Taylor dentro sentado en una de las bancas de ahí.

-Pasa Alaska, estarás aquí tres horas para que tengas tiempo de reflexionar en lo que hiciste-dijo el profesor Hamilton.

«Yo no hice nada, fue la estúpida de Allison sola»

A penas llevaba una hora y media dentro y ya me estaba muriendo, tome el celular de mi bolsa y vi un mensaje de mi hermano.

Mensaje Jack

¿Donde estas Alaska? , tienes suerte no estan ni mamá, ni papá. Date prisa.

03:30 pm

Mensaje Alaska

No llegare en dos horas y media, estoy castigada, sera mejor que inventes algo pronto.

04:30 pm

Mensaje Jack

¡Por fin! dejaste de ser tan aburrida, me enorgulleces.

04:32 pm

Mensaje Alaska

No seas idiota, fue culpa de Allison.

04:45 pm

Mensaje Jack

¿Ya en problemas? Wow, ¿cuando creciste tanto?, esta bien, te ayudare, diviertete en detención.

04:55pm

-Señorita Wilde, ¿es muy importante lo que esta haciendo?-dijo el profesor Hamilton, di un brinquito y luego guarde mi celular.

El profesor guardo sus cosas, tomo su portafolio y su abrigo, camino a la puerta y dijo:

-Yo me voy, pero ustedes dos se quedaran a acomodar toda esa pila de libros y después podrán irse, lindo día-sonrió, abrió la puerta y se fue.

Mire a Taylor, había estado toda una hora en la misma posición, recargado de la silla. Me levante y me acerque a el.

-¿Empezamos?

-No, Alaska, nos vamos-dijo Taylor y se levanto de la banca, se acomodo.

-¿Que?-lo mire confundida.

Alguien abrió la puerta y Shawn estaba detrás de ella.

-¿Que esperan?-dijo Shawn mirandonos, con una sonrisa de oreja a oreja. Taylor sonrió y salió, yo me quede parada.

-¿Vienes Alaska?-pregunto Taylor desde la puerta.

No lo pensé dos veces y lo seguí afuera, Shawn ya iba a la mitad del pasillo. Corrí para alcanzar a Taylor.

-¿Que pasa con los libros?-le pregunte a Taylor una vez al lado de el.

-No tienes que preocuparte por eso, esta todo arreglado.

-De acuerdo-seguimos caminando hasta llegar al estacionamiento.

Shawn y Taylor se subieron a su auto.

-¿Vas a subir?-pregunto Shawn sacando la cabeza por la ventana del auto.

-Creo que me iré caminando, gracias.

-Vamos Alaska sube ya-dijo Taylor bajando del auto y abriendo la puerta para que yo subiera.

Subí.
Llegamos a un especie de gimnasio. Ya que Shawn se desvío y no pude decir que no.
Taylor saco dos maletas de la parte de la cajuela del auto. Claro que van a entrenar, debería irme.

Entramos, y el lugar no era de esos gimnasios elegantes, todo lo contrario, tan masculino, y huele mucho a sudor, las pintura de las paredes estaba cayéndose y también al fondo estaba el baño de hombres y el de mujeres, que de hecho no parecía estar muy higiénico. Sí había una que otra chica, pero estaban ahí para admirar a los chicos, fingiendo hacer ejercicio. Patéticas.

Los chicos que estaban ejercitando sus enormes cuerpos, ahora todos sudorosos, posaron la mirada en Shawn, Taylor y por ultimo en mi. Por un momento todos se callaron y las manos me sudaban.

-¿Se les perdió algo?-pregunto Shawn una vez que se paro en frente de un saco de box-vuelvan a lo que estaban haciendo.

Los demás chicos dejaron de mirarnos y se dedicaron a su ejercicio. Shawn saco sus guantes, se los coloco. Taylor estaba en el otro extremo de el gimnasio en las pesas. Y yo me quede con Shawn.

-¿No crees que pudiste dejarme en mi casa?-le pregunté y me levante de la silla donde había estado unos minutos.

-No, me gusta que estés aquí y me admires, para que veas de lo que te estas perdiendo-dijo Shawn mientras daba de golpes al gran saco.

Le enseñe el dedo medio. Volví a la silla y me senté.
Una pelirroja, alta, peinada con una perfecta coleta y con ropa deportiva, se acercó a Shawn. Me miro unos segundos, hizo una mueca y luego miro a Shawn, el seguía golpeando el saco y estaba todo sudoroso. Con la playera toda mojada por el sudor dejaba bien definido su abdomen. Mierda, Shawn es guapo pero no, no puedo. Recuerda Alaska, Shawn es un idiota que sabe que contigo no tiene oportunidades, pero lo esta intentando.

La pelirroja hizo que Shawn dejara de golpear el saco y se acercara a ella. Toco sus enormes brazos cubiertos de sudor y luego los dos se miraron a los ojos. Yo no puedo con esto.
Me levante de la silla, pase al lado de esos idiotas y seguí derecho hasta la salida.

Abrí la puerta del auto de Taylor, saque mi bolsa, y me puse un chicle que traía en la bolsa de mi saco, sabor menta. Shawn venía saliendo del gimnasio.

-Hey, Alaska, ¡espera!-exclamo Shawn, y me tomo del brazo.

-¿Que?-conteste, no estaba de humor.

-¿Por que no te quedas?¿tienes mucha prisa?

-Debi haber llegado a mi casa hace una hora, pensé que...

-¡Shawn! ¡Cariño!-grito Allison quien iba llegando al gimnasio. Solo me meto en problemas.

-Sabes que, olvídalo-le dije y me acomode el cabello. La idiota de Allison estaba casi encima de Shawn. Me di la vuelta y comencé a caminar.

-Oye ¿que hacías con esa zorra?-pregunto Allison a Shawn.

-¿Que dijiste? -me di la vuelta y me acerque a Allison.

-Zorra-volvió a decir. Levante mi puño para darle un buen golpe a Allison en la cara, pero Shawn me detuvo y puso su mano en mi abdomen impidiendo que me abalanzara en Allison. Ella se merece esos golpes.

-Alaska, calmate-me dijo Shawn apretandome contra su cuerpo, mi cabello se paso para el frente cubriendo mi cara.

-Sueltame, Mendes, se lo merece-luchaba para que me soltara, pero no pude.

Allison solo se tapó la boca con la mano.
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¡Maldita Allison! grrrr

¡Holaaa! ¡Me alegra informales que ya son mas de 1k de lecturas!
Gracias por estar al pendiente de esa novela.

All the love.

-A