Suena el teléfono....
-¿Hola?
-¿Hola Mary?
-Sí, soy yo.
-Cuida bien a tu hermana.
- Yo sé lo que hago, no tienes porque decirme lo que debo o no hacer.
- Entonces sabes que tiene una nueva amiga, ¿no?
-¡Cállate! No sigas molestando.- dijo cortando el teléfono.
Tendré que hablar con ella urgente, no puede seguir posponiendo la conversación para siempre; deberá contarme que está pasando en su vida.
De repente siento un llanto y el ruido de varios objetos al romperse. Subí desesperadamente las escaleras y me encontré a Isa tirada en el suelo de su habitación con una foto de mamá en sus brazos. Al escuchar mis pasos levantó sus ojos del portaretrato y con voz débil me pidió que la lleve al cementerio, necesitaba rezar en su tumba.
Con solo mirarla me di cuenta de lo desgarrada que estaba su alma y que haría lo que me pidiera. Pero al escucharla me dije que era tiempo de contarle la verdad sobre la muerte de nuestra madre.
Nos subimos al auto y pasamos a comprarle flores. Le compramos las flores que más le gustaban cuando estaba viva, Rosas Black Baccara. Seguimos el viaje y cada vez se ponía más nerviosa. Al llegar le temblaban las piernas y le costaba hablar así que decidí hacerme cargo de la situación.
Llegamos a la tumba y me pidió un rato a solas. Yo me fui a sentar en un banco, bastante lejos pero sin dejarla fuera de mi vista, tenía miedo de dejarla sola. Todo el silencio que había en ese lugar logro hacerme pensar; tenía que hablar con ella sobre muchas cosas. Aunque solo tuviera 16 años era muy madura para poder entender la mentira que tuve que decirle con respecto a la muerte de mamá.
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Renata no despegaba sus ojos del ordenador, necesitaba que Isa le contestara. Estaba muy nerviosa y eso no la dejaba concentrarse en los estudios; sabia que eso iba a tener repercusión en su carrera, necesitaba graduarse de "Guía Turística" cuanto antes. Hace mucho tiempo que deseaba serlo; desde pequeña.
Pensó en escribirle algo más a Isa, capas no había sido suficiente para lograr que la perdone. Pero luego su orgullo gano y dejo todo como estaba; esperaría una respuesta o no hablarían más, ella no tenía tiempo para andar atrás de niñas caprichosas y mimadas.
Mientras más tiempo pasaba más nerviosa se ponía; su corazón latía a mil, pero ella no le contestaba.
Decidió apagar el ordenador y concentrarse en su estudio de "desarrollo y promoción turística". Ya tendrá tiempo para el amor, ahora necesitaba aprobar esa materia y así completar el año.
Paso estudiando 2 horas ya que la materia era bastante sencilla. Al terminar reviso su celular y vio un mensaje de su primo invitándola a salir. Ella sin tener otra opción le dijo que si, necesitaba sacar más información sobre la relación de su primo con la chica.
Quedaron que él la pasaría a buscar en su casa a las ocho en punto y la llevaría a comer a un restaurante muy conocido y elegante, pero volverían temprano para que ella pudiera dormir. Tenía 5 horas, necesitaba arreglarse.
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Dos mitades
Short Story-Quiero verte en diez minutos en el baño. y sin decir nada más aquella muchacha se aleja, dejándola sola con una interminable duda.