Capitulo 19

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─Realmente este mes estaré un poco ocupado ─se acomodó en el sofá, mientras ella le pasaba un tazón con palomitas─. ¿Te parece a mediados del mes que viene?

─Es mucho tiempo, Santi ─se acurruco a su lado.

─No seas exagerada.

─Ya quiero ver a Mónica.

─Yo igual, a todos. Principalmente a mi madre.

─No le llamas a menudo que digamos ─tomo un poco de palomitas en su mano. Eran sus favoritas, acarameladas.

─Bueno... ─estaba tenso.

─Hay muchas cosas que debes contarme, pero todo será a su tiempo.

El asintió.

─Estaré nerviosa, mucho más que nunca, cuando tu madre se entere que tú y yo-

─Se pondrá feliz ─le dio un beso fugaz─. Eso te lo aseguro, serás bienvenida en la familia ─tomo un poco de palomitas y se las llevó a la boca.

─¿Cómo puedes estar seguro? ─pregunto, mientras masticaba las palomitas.

─Bueno, resulta que la última vez que fui, me dijo que le agradabas, y que me fijara en ti por que eras una buena chica.

─¿Enserio? ─dijo casi al borde de la alegría.

─Si, es por eso que cuando se entere se pondrá más que feliz.

Ella suspiro.

─¿Vemos la película?

─No, aun no, quiero seguir mirándote.

─¿Por qué?

─Por que te quiero, me encanta apreciarte.

Le acaricio la mejilla. Eso le gustaba, sentir el rose de sus dedos, y luego culminar con un beso en los labios. Suave y delicado, así eran sus movimientos.

Para el, era el beso más perfecto que podía haber, sentir el rose de sus labios indulgentes, mientras esa sensación lo desconectaba de todo. A pesar de sus impulsos, no se dejaba llevar por la emoción, la trataba como una mujer, la respetaba, con ella debía ir a paso lento.

El beso fue más apresurado. Abrió los ojos de par en par cuando percibió las manos de Melissa sobre su pecho. Se levantó, ella estaba apenada. Incomodo se incorporó.

─Lo siento.

─N-no te preocupes ─se acurruco nuevamente.

─Iré por más palomitas ─se percató que estaban regadas sobre el piso.

Percibía la rigidez, no quería que se sintiera avergonzado, para ella ese pequeño momento había sido maravilloso, la había besado con desesperación, era consciente de que tenía más experiencia que ella.

Cerro los ojos un instante para revivir el momento en que sintió su lengua, era tibia y tenaz. Nunca la habían experimentado un beso tan intenso.

─¿Lista? ─volvía con otro tazón.

Nuevamente sonreía, y eso le gustaba.

─Sí.

─¿Qué películas veremos hoy?

─Votos de amor, dicen que es muy romántica.

─Justo lo que te gusta ─le fascinaba su sonrisa, pequeña, tímida pero sincera.

Lo atrapo con un beso fugaz─. Lo que ocurrió hace un momento fue algo nuevo para mí ─estaba nerviosa, pero no quería que se sintiera culpable─. Solo te pido que vayamos lento ¿sí?

Rincón Exquisito © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora