Capitulo 6

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─Club Phantasy a sus servicios. ¿En qué puedo servirle? ─la voz de la operadora era muy fina, casi angelical. Tanto que sintió envidia de solo escucharla.

─Tengo una tarjeta... en realidad no se-

─¿Me podría decir el número del reverso, por favor?

Ella se sacó la tarjeta del bolsillo de su jean. Nerviosa contuvo la respiración una vez más para después leer las letras pequeñas en su mente «Citas. Erotismo. Sexo»

Pensó en Santi; temerosa de que le gustara ese tipo de lugares.

Melissa contuvo la respiración una vez más.

─Sigo en la linera, ¿me podría dar el número? ─la operadora la saco de sus pensamientos.

─Es... cinco... cinco.

─Deme un segundo ─escucho el sonido de las teclas con rapidez.

Un segundo de silencio.

─Solo quiero preguntar por alguien, su nombre es-

─Caballero de la noche, activo número cinco ─respondió la operadora ignorándola.

─Dije que quiero saber por una persona, su nombre es Santiago Rutherford.

─Lo siento. No conozco a esa persona. Caballero de la noche está disponible ¿desea apartarlo? ─pregunto con insistencia.

─Disculpe ¿Qué clase de club es este? ─arrugaba la frente mientras se miraba en el espejo del sanitario.

─Es un club de citas. Cumplimos sus fantasías. Debo mencionar que el activo número cinco es un buen sujeto a elegir ─la operadora lo ofrecía como un objeto de venta.

─¿Venden sexo? ─su mirada era un poema, no sabía que pensar ahora sobre el ¿Y si en verdad contratara este tipo de servicios? Además, "sujeto" a que se refería. ¡No! Santi no era gay. ¿O sí?

─Vendemos la propuesta de cumplir sus más oscuras fantasías, ya sean sexuales o fetichistas.

Nerviosa por escuchar aquello comenzó a sudar. La piel se le puso de gallina.

─Sigo en línea. El activo número cinco está disponible por las próximas horas hasta que alguien lo adquiera. Sus prácticas sexuales son, Bondage light, Orgias, Petting, Splosh, Sexo outdoor y Sado light ¿le gustaría adquirirlo?

Todo era desconocido para ella. Estaba echa un lio, lo único que conocía, y fue por el internet, era las orgias.

─¿Orgias? ─susurro Melisa para después taparse la boca.

Colgó de inmediato, no quería seguir escuchando más de aquellas porquerías, así le llamaba a esas prácticas tan horrendas. Para Melissa solo había sexo con amor, nada más. Tenía que hablar con Santi, saber en realidad que estaba pasando. Era su amigo, lo quería y por su bien debía dejar esas atrocidades.

Le había confesado a Mónica el beso que se habían dado en la cocina. Su reacción fue gritar como una loca, estaba feliz por ella más que por su hermano. Quería demasiado a Melissa era su mejor amiga, y si el tonto de su hermano tendría que salir con alguien, ella era la elegida.

Se miró en el espejo del sanitario, lucia bien, bien preocupaba por Santi. Estaba a punto de salir cuando la mandona entro. Ella estaba como todos los días; seria. Comenzó a sentirse intimidada cuando sus miradas se toparon.

Alice vio la tarjeta que sostenía en sus manos, era parecida a la que le había dado Santi. Tuvo la curiosidad por saber, sin embargo que más le daba a ella, no debía importarle en lo absoluto nada que se relacionara con él.

Rincón Exquisito © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora