Perdonen por la demora aqui tienen el último capitulo de esta increible historia que espero que hayais disfrutado. Bueno mejor me callo y a leer.
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Kikyo, Sango, Miroku y Shippo, se encontraban en la choza de la anciana Kaede, como les había pedido Kagome que hicieran, todos se encontraban pensativos, Sesshomaru e Inuyasha, aun no regresaban, Kagome tampoco había dado señales de vida, de repente un fuerte viento azotó la aldea, Kikyo salio a investigar, caminando a paso lento venia su reencarnación, su atuendo estaba lleno de sangre, pero no era sangre de algún mounstro, ni nada de eso, era de ella, de la sangre que había caído en el trayecto nacían flores, la miro y corrió hacia ella preocupada, desde que ella no era un peligro latente para su relación con Inuyasha le había tomado cierto cariño.- ¡Kagome! Dios Santo estas sangrando.- Kagome le sonrió, se alegraba de verla, no pudo más, había perdido demasiada sangre, se desmayo, Kikyo alcanzo a tomarla y amortiguo el golpe.-¡ Ayúdenme por favor!
Kagome abrió los ojos lentamente, vio unos ojos fríos color dorado, que mostraban una gran preocupación.
- Kagome, ¿estas bien?- Era Sesshomaru, le sonrió,y asistió intento incorporarse, pero el se lo impidió.- Aun no estas bien, descansa un poco mas.
-Sesshomaru.- Dijo como en un susurro, y sonrió, hacia varios días que no lo veía, y lo extrañaba, alzo los brazos lentamente y tomo entre sus manos el rostro de aquel hombre, y lo acerco hacia el suyo, uniendo sus labios en un profundo y largo beso, Sesshomaru también extrañaba aquel sabor entre sus labios, no había nadie en aquella habitación, así que se dejaron llevar repitiendo, nuevamente su noche de amor. Se hizo de noche y todos descansaban. Kagome y Sesshomaru se encontraban afuera mirando el cielo estrellado estaban nerviosos, al día siguiente se llevaría acabo la batalla final de Naraku, no había forma de perder.
- Mañana es el gran día.- Dijo Kagome, Sesshomaru permaneció en silencio lo sabia, la abrazo, y se metieron juntos a la cabaña para intentar dormir, sin éxito. En medio de la noche una voz inundo los pensamientos de Kagome.
- Kagome, Naraku piensa ocultarse mañana en el monte Fuji, tienes que apresurarte, si no todo se ira a la Basura.- Era Kagura. Kagome se levanto de golpe y Sesshomaru la miro asombrado.
- Naraku, se esta movilizando, no tenemos tiempo que perder.- Despertaron a todos, y marcharon, hacia el monte Fuji, el final de Naraku se acercaba, quien ganaría, el bien o el mal. Que pasaría después no lo sabían, pero algo era cierto no podían perder, no podían.
Llegaron antes que Naraku, minutos después su aroma y presencia invadieron el terreno. Todos se prepararon y Kagome, creo un campo de fuerza para evitar que Naraku escapara, Naraku se materializó y los miro con odio, a su lado se encontraban sus extensiones, Kanna, Kagura, y Hakudoshi, Kagura reprimio una sonrisa.
- Vaya, que astuta eres Kagome, como adivinaste, que yo estaría aquí.
- No lo adivino.- Dijo Kagura caminando hacia donde ellos se encontraban.- Yo se lo dije.
- Kagura como pudiste.- Dijo Hakudoshi lleno de furia.
- Si seguía de su parte, hubiera muerto tarde o temprano sin ser libre, pero con ellos, quizás la victoria no esta asegurada, pero si mi libertad.
- Naraku.- Dijo Kagome.- Prepárate este es tu fin.- Dijo, colocando una flecha en sus arco, preparándose a disparar, Hakudoshi se lanzo al ataque, pero Kikyo e Inuyasha le cortaron el paso, comenzando así la batalla final, Sango, Miroku y Kagura, se encargaron de Kanna, mientras Sesshomaru y Kagome, se encargaban de Naraku.
Naraku se movía rápido entre los árboles, y Sesshomaru con sus nuevas habilidades que había adquirido, lo seguía a una velocidad de la luz, no dejaría que se escapara no después de haber torturado a la mujer que amaba, ella permanecía inmóvil, entonces Naraku desvió su camino y se dirigió hacia Kikyo como lo había hecho 50 años atrás, Kikyo apenas tuvo tiempo de reaccionar, se hizo a un lado lo suficiente para que este no perforara su corazón de barro. Inuyasha volvió la vista en el momento en que Kikyo era atravesada por Naraku.