Gomene por no publicar hasta ahora pero con todo lo que esta pasando no puedo con todo. Bueno os dejo enpaz y os dejo leer tranquilamente este capitulo.
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- ¡Kohaku! Apártate del caminoKohaku se había puesto entre, Hakudoshi y Kagome, en medio del lago, preparado para defenderla, olvidándose por completo, que lo único que le permitía vivir era el fragmento de la perla, que era del hombre que estaba traicionando.
- No la lastimaras, ella es la única capaz de derrotarlo, y aunque tenga que sacrificar mi vida, defenderé la de ella.
El luna se estaba ocultando, pronto amanecería
Pero antes de que pudiera seguir, sintió un dolor inaudible, comenzó a ver oscuro su vista se nublaba y perdía el control de su cuerpo, cayo, el fragmento había salido de su cuerpo dejándolo sin vida. Hakudoshi sonrió y reinicio el ataque, Sesshomaru intento detenerlo, pero era demasiado rápido montado en ese caballo. Hakudoshi esta apunto de raptarla, estaba a un milímetro de su cintura entonces...
Una fuerza lo detuvo quedando suspendido en el aire, Kagome abrió los ojos, quedando frente a frente a poca distancia, Hakudoshi estaba paralizado no podía moverse, abrió los ojos lo había tomado desprevenido, ella extendió los brazos hasta tocar la frente del demonio y le dijo:
- Olvidaras que fue a mí a quien viste en esta cascada, no recordaras nada de mi rostro.
Los ojos de Hakudoshi de desembocaron y callo inerte en el caballo, este por terror salio despedido galopando para ocultarse en la luz del alba. Kagome se puso de pie, y tomo entre sus brazos a Kohaku, y lo llevo a la orilla, miro a Sesshomaru que no le había quitado la vista de encima ella lo miro suplicante, y le pidió
- Sesshomaru revívelo por favor.
- Y por que habría de hacerlo, el a mi no me interesa.- dijo fríamente mirando así otro lado.
- Pero a mi si por favor.
Sesshomaru la miro, vio en sus ojos esa suplica que le ablandaba el corazón y colmillo sagrado palpito, lo desenvainó y miro el cuerpo muerto de Kohaku, buscando los mensajeros del otro mundo, los vio, agito a colmillo sagrado y estos se desvanecieron al contacto con la espada. Kohaku abrió lentamente los ojos.
- Kohaku - le dijo con dulzura Kagome
- Pero... como es posible, yo... estaba muerto.
- Sesshomaru te revivió - Kohaku lo voltio a ver y le hizo una reverencia.
Sesshomaru lo miro, y desvió la mirada hacia la mujer que estaba allí, quien le sonrió, se puso de pie, estaba mojada y se fue detrás de los arbustos como había echo anteriormente, se cambio y se puso su traje de sacerdotisa, era igual al de Kikyo, con la diferencia que en vez de que el pantalón fuera rojo el de ella era dorado. Salio entre los arbustos totalmente vestida. Kohaku y Sesshomaru se le quedaron viendo, ya que estaba bellísima.
- ¿Que? - pregunto ella con cara sonrojada. Ninguno de los dos dijo nada - Kohaku... si gustas podemos llevarte con tu hermana.
Kohaku abrió los ojos de asombro, regresar con su hermana, con su querida hermana, era su sueño, un sueño que hacia tiempo atrás parecía imposible, sus ojos se humedecieron, pero algo dentro de el le dijo que debía permanecer con Kagome, al menos por algún tiempo.
- Gracias... pero permaneceré algún tiempo con ustedes.- dijo tranquilamente, Kagome sonrió.
- Muy bien a Rin le gustara verte.
- Pero que no a ella la íbamos a recoger hasta la primavera - pregunto Sesshomaru no le agradaba que Kohaku se le acercara a Rin después que este bajo las ordenes de Naraku había intentado matarla.