capítulo 3 El mejor amigo de mi hermano

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Mi hermano y yo nos fuimos acercando a un coche, no se que marca es puesto se no entiendo de eso, sólo puedo decir que era de color rojo y bastante bonito.
Cuando llegamos al coche salió un chico bastante guapo, el era muy alto, incluso más alto que mi hermano, tenía los ojos verdes, era muy musculoso y su pelo era negro, en él pude observa que también tenía todos los brazos llenos de tatuajes, estaba claro que tenía más que mi hermano.
-Hola, preciosa.- dijo mientras me guiñaba un ojo.
-Hola.- dije sin más.
-Ella es mi hermana...- dijo Juan intentando presentarme, pero fue interrumpido por su amigo.
-Eso ya lo sé.- dijo con una sonrisa variciosa.- ¿Cómo te llamas pequeña?
-Sara.
-Es un nombre muy bonito.-dijo.- Yo soy Carlos.- añadió sonriendo.
-Vale.- dije sin ningún interes.
Los tres subimos al coche en un silencio muy incómodo. Noté como Carlos me miraba por el espejo retrovisor, de verdad que ese chico me ponía muy nerviosa, tenía una mirada muy penetrante y daba miedo, pero no iba a dejar que el notará que pasaba cuando me miraba.
-¿Qué curso haces ya, hermanita?- preguntó mi hermano mientras me sonreía.
-4 de eso.- respondí alegremente. En verdad nunca pensé que llegaría a 4. Siempre pensé que cuando cumpliera los 16 dejaría de estudiar. Pero todos mis planes cambiaron cuando en 2 de eso empecé a leer y a leer un libro tras otro sin parar y ahí me di cuenta de que quería ser escritora y ahora intento cumplir mi sueño.
-Vaya...Te has hecho mayor demasiado rápido.- dijo mi hermano mientras ponía voz de emocionado.
Solté una carcajada y volví a notar la penetrante mirada de Carlos encima de mí.
Quería que dejará de mirarme, pero de eso ya se encargaba mi hermano. Si las miradas mataran Carlos estaría tres metros bajo tierra.
Después de estar media hora en el coche llegamos a una casa enorme y muy bonita, al abrir la puerta mi padre está esperando detrás de ella, me da un enorme abrazo y se le caen algunas lágrimas.
Mi padre me enseña toda la casa y también mi habitación, es muy bonita, las paredes son de color beige, la cama es enorme y tiene una cabecera blanca que es preciosa, tiene un escritorio que recorre una de las paredes de la habitación y por último el armario, en ese armario se puede meter otra habitación.
-Me encanta.- dije para mí misma y sonreí.
Pocos segundos después sentí unos golpes en la puerta y pregunté:
-¿Quien es?
-Soy Carlos.
-¿Qué quieres?- pregunté con impaciencia.
-Déjame pasar y lo sabrás.
Ya sabéis lo que dicen "la curiosidad mató al gato" y bueno...la curiosidad pudo conmigo.
-Pasa.- dije.

Hay lo dejo, soy mala malisima. Sigan leyendo y enterense de lo que ocurre. No se queden con la intriga. Voten.
Bss. Les amo.

amor fuerza y odio (Pausada temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora