Capítulo 8

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Ahora más que nunca me interesa el pasado de los dos idiotas con los que paso la mayoría de los días.

-¿Se puede saber por que se pelearon?- le repito a Carlos.
-No, no tienes que saberlo todo.
-¿Cómo que no tengo que saberlo todo? Es mi hermano, así que ya puedes empezar a decirme por que se pelearon.
-No.
-Joder, Carlos quiero saberlo, es mi hermano y tengo derecho a saberlo, por que no se una mierda de su pasado y por lo que veo tu lo sabes todo de el y yo no se nada, he estado años sin verlo y ¿ahora te niegas a darme una respues de porque ese imbécil y mi hermano se pelearon?- me e quedado sin aire después de decir todo eso.
-Joder...- susurra y yo sonrío sabiendo que con mi discurso voy a ganar una respuesta.- Ellos se pelearon por que hicieron una carrera y quien ganará se llevaba el coche del otro y tu hermano fue quien ganó pero Michael se negó a dárselo, a el no le gusta perder. Después de la carrera tu hermano fue a buscarlo y Michael mandó a sus matones para intentar matar a tu hermano pero no lo consiguieron por que llegué yo con los míos y los jodieron.- ¿Matones? Joder esta gente es muy chunga, tienen matones para librarse de la gente que les jode o que hacen algo que no les gusta ver.
Pero ese hijo de puta intentó matar a mi hermano y eso no le va a salir gratis.
-Ahora que ya lo sabes no quiero que vuelvas a hacer una pregunta en lo que queda de mes.- dice Carlos.
-No te prometo nada.- El se lo toma a broma y empieza a reír pero yo lo digo enserio, no va a ser fácil librarse de mis preguntas.
De camino a casa ninguno de los dos abre la boca, el silencio es demasiado incómodo y de fondo suena la canción impossible de James Arthur. Después de unos minutos llegamos a mi casa. Juan y Carlos dicen que irán a la discoteca o a algún asqueroso antro de los que hay por aquí.
-Hermanita, Carlos y yo nos vamos de caza, no nos esperes despierta.- Carlos y mi hermano soltaron una carcajada mientras se dirigían a la puerta.
-No pensaba hacerlo imbécil.-
Me molesta que mi hermano haga eso, no quiero que utilice a las chicas, seguro que ella se enamoran.

(...)

Eran las 3 de la madrugada y no tenía ni pizca de sueño, estaba cambiando de canal para ver si había algo interesante, y justamente paro en el canal Cuatro y veo que estan hechando maratón de la serie Castle. Me encanta esa serie, siempre la solía ver con mi madre, nos quedábamos hasta tarde y esperabamos a que la hecharan en la televisión.

-vamos Sara ya mismo hecharan la serie.- rió y salió de la cocina.
-Mamá he preparado un café para ti y para mi un vaso de leche.
Siempre estábamos comiendo mientras veiamos la serie.
-Gracias cariño.- me cogió de la mano y me empujó para que me sentara a su lado.
Me acurruque a su lado con una manta y poco a poco note como mis párpados pesaban.
Mi madre me despertó diciendo se había visto sola todos los capítulos.
-Me has dejado sola, Sara eso no se hace.- puso los brazos en jarra haciéndose la enfadada, se le da fatal.
Reí para mis adentros y me disculpe mientras le hacía la pelota.
-Mami lo siento, no volverá a ocurrir. Te lo juro.- dije mientras me hacía la víctima. Se me da muy bien esto del teatro. Seguro que podría ser actriz.- pensé.
-Jovencita, espero que este incidente no vuelva a ocurrir.
Y después de eso las dos empezamos a reír, nuetras carcajadas se escuchaban por toda la casa. Son estas cosas las que hacen que ame a mi madre, ella es única, lo compartimos todo y me encanta todo de ella, me encanta cuando va haciendo el gamba por toda la casa y cuando se pone ha hacer playback a las canciones que no se sabe o que simplemente le divierten. No la cambiaría por nada. Siempre me pregunté ¿Qué haría sin ella? Pero de verdad que no me imagino ese futuro.
Algo me sacó de mis pensamientos. Y esos eran Carlos y mi hermano, está noche venían con zorra nueva.
Juro que los voy a matar.
Me cabree muchísimo y por eso hice lo que hice.
-Eh ustedes dos, zorras.- las zorras me miraron mal y con cara de asco.
Estas dos no salen vivas como me vuelvan a mirar así.
-¿Nosotras?- preguntaron las dos al unísono.
-Si, ustedes dos. Largaos de aquí y no seáis zorras, buscarse a otros gilipollas que no sean ellos.- me puse de muy mala hostia.- Y procurad que no os vuelva a ver la pura cara. ¿Entendéis?
Las dos se miraron. Estaban flipando colores.
-Mira bonita, ellos no han traído aquí y no nos vamos a ir a ningún lado.- la chica rubia tuvo los suficientes cojones para contestar, mientras que la morena tenía más miedo que siete viejas.
-Mira bonita.- imite su voz.- Como no te largues ya de mi casa te juro por Dios que te arrancó ese pelo pintado de rubia puta y te lo tragas.
Ninguno de los chicos se metía en esta conversación, sólo se miraban mientras reían por lo bajini.
-Alexandra vámonos.- dijo la morena mientras agarraba a 'Alexandra' del brazo.
Alexandra me miró mal y después se fue.
Hasta el nombre era de puta.
-Ustedes.- grité mientras señalaba a los chicos y los miraba mal.
-Nosotros.- respondió Carlos burlón.
-Mañana hablaremos muy seriamente y no me vengan con más mierdas como esta, ¿quedó claro?- volví a gritar.
Mi hermano era mayor que yo, pero en este caso la adulta aquí parecía yo.

A la mañana siguiente me despierto a las nueve y media y bajo a desayunar.
Cuando me estoy preparando el café una voz femenina me sorprende por detrás.
-Buenos días.- dice la muy zorra.
-¿Quien eres?
-Carmen ¿y tu?
No respondo a su pregunta y sigo con las mías.
-¿Qué haces aquí?
-Bueno pues he venido a ver a Carlos.- dice la mar de tranquila.
-Y...¿cuando entraste?
-Ayer por la noche.
Su santa madre. Ese cabron no me hizo caso y metió a esta chica aquí anoche cuando yo me fui a dormir.
-Y bien ¿a que hora entraste?- parecia una loca haciendo preguntas.
-Sobre las 5 de la mañana.- dijo mientras se hechaba el cabello su cabello castaño a un lado.
Lo que yo decía, la metió aquí justo después de qe yo me fuera a dormir.
-Bueno chica misteriosa, ¿me vas a decir tu nombre?- preguntó con una sonrisa.
-Sara, me llamó Sara Parker.
En cuanto dije mi apellido la chica abrió la boca formando una 'o'. ¿Qué le pasa? A lo mejor es que tiene un tic o algo, por que se queda así un rato. O a lo mejor esta poseída.
Río para mis adentros por mis estúpidos pensamientos.
-¿Eres la hermana de Juan Parker?- preguntó después de un rato.
Y ahora era ella quien hacia las preguntas.
-Sí.
Me quedé un rato mirando la a los ojos y algo en ella me parecía familiar. Sus ojos se parecían a los de Carlos.
Justamente cuando Carmen iba a hablar aparecieron los chicos. Que oportunos.

Foto de Carmen en multimedia⬆
Siento aver estado unos días sin publicar nada.
Pero he estado ocupada.
Y para compensar hoy subir e doble capítulo.
Lo siento. Voten y comenten.
Bss. Le amo.

amor fuerza y odio (Pausada temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora