Cápitulo 6

11 1 0
                                    

WILSON

Estaban esperando a John, Él había salido de la casa en busca de Michael y Maria. De vez en cuando miraban por la ventana, para ver si había algo o alguien, se estaban tardando mucho.
-¡Mierda! -Dijo Anne- ¿Por qué se están tardando tanto? -con voz temerosa

-¡Cálmate Anne!, estamos aquí juntos, podemos estar seguros mientras nos quedemos juntos -dijo intentando calmarla Wilson- Espero que no se desquite conmigo -dijo en su mente

-¡Cállate! -golpeó a Wilson con su mano abierta en la cara- ¡Maldita sea!, quiero irme de aquí, huir y salir de esta maldita casa, pero no llegan nunca. ¡Necesitamos irnos ya!

-Anne, Cálmate por favor, esperemoslos nada más -dijo intentando calmar la situación- solo dales tiempo

-¡Esto es todo tu culpa!, Yo sabía que algo malo sucedería, sabría que esta fiesta seria un desastre, pero tú insististe en venir -dijo furiosa y gritando.

-Perdona Anne, no pude haber sabido esto -intentaba rebajar la situación- Maldita sea Anne, siempre te pones así -dijo en voz alta

-Anne se quedo callada un momento, pensando lo que él había dicho- ¡¿Yo!? ¿Qué tengo que ver yo? Tú eres el que hace que las cosas salgan mal, siempre.

-¿Por qué debes de ser tan odiosa? -Dijo él con fastidio- Ahora es una situación delicada y te pones odiosa.

-Espera, ¡¿Qué dijiste?! -Su voz era de molestia- No creo que pueda estar con una persona que sea así, que no me apoye y que solo piense en él.

-¿Perdona?, yo soy el que deberia estar molesto. No ayudas en nada y solo te dedicas a pelear y ser odiosa. Tú eres la que me tiene así, no yo.

Anne se quedo mirando a Wilson fijamente, algo en su mente había cambiado. Sé dio cuenta que era verdad, que ella era la que era molestosa e irritable. Iba a abrir su boca para contestarle, pero un olor fuerte entro en su nariz, al parecer Wilson también lo había olido, ya que los dos se miraron al mismo tiempo. Era un olor a madera, olor a cenizas y fuego. Wilson habló:
-¿Anne? Creo que deberíamos irnos. Creo que algo por aquí se esta quemando, quizás hubo un cortocircuito.

-No sé, quizás sea la fogata que habíamos prendido, debería estar apagada ya. -dijo Anne

-Deberíamos ir ver. Quizás es en la casa, e intentamos apagarlo enseguida.

Fueron a ver a la fogata, no había nada fuera de lo común, estaba la fogata apagada, al parecer hace mucho rato que estaba apagada, se podía ver la gran cantidad de cenizas dentro del fogón.
Miraron afuera, estaba la caseta del generador encendida, estaba ardiendo en llamas. Se estaba quemando la cabaña igual, no se habían dado cuenta. El techo estaba de un color marrón muy oscuro, casi negro. Se dieron cuenta que podría ceder.
-Necesitamos irnos, esto se caerá en cualquier minuto -dijo Wilson acelerado

-Espera, necesito sacar algo de la cocina.

-Apurate, yo estaré afuera, te espero

Anne fue a la cocina, era uno de los sitios más inestables, al intentar dar un paso, el suelo crujía pero intentó ir lento y con cuidado, abrió el mostrador y sacó un cuchillo, además antes de irse tomo una linterna, pero tuvo que pagar por esto último, una tabla en llamas, caída del techo, le golpeó la pantorrilla, dejandole un poco la pantorrilla y con un dolor intenso. Wilson la tomó y la alcanzó a sacar antes de que la estructura se viniera abajo.
-¡Mierda! Como duele esto, Wilson ayúdame por favor -le rogó

-Claro -le ofreció el hombro como soporte, puso su mano en la cintura de Anne y se la llevó así.

Era tarde, habían pasado harto tiempo dentro de la cabaña y nadie había venido, ya habían perdido la esperanza de que algo pasara o que alguien fuera, se tenían que ir. Iban caminando de lo mejor, a pesar de lo que le ocurría a Anne, pero algo interrumpió su caminata, una luz provenía detrás de ellos, era la luz de una linterna, Anne ya no podía caminar más. Debían esperar lo mejor.

-Wilson, la luz se acerca -Fue con miedo.

-Sí, lo sé. Espero que sean los chicos. ¿Nos apresuramos? -Dijo con optimismo

-Me encantaría, pero con esta pantorrilla quemada, no creo que pueda hacer mucho con respecto a eso. No podemos ir más rápido -Respondió con desgana Anne.

-Bueno, por último. Nos podríamos besar algo, total. Si no fueran ellos, lo peor que nos puede pasar, es morir felices.

Wilson se acercó a la boca de Anne y le dio un beso acalorado y buen encaminado. Anne comenzó a llorar ligeramente, estaba estresada y se sentía mal por estar haciendo eso con alguien a quien había lastimado. Igual agradeció el beso y lo correspondió con felicidad. Eran felices con lo que eran.


La gran NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora