Capitulo II

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- ¡Carajo! -Refunfuñó Ally cuando el auto de Hannah se alejó a gran velocidad.

- ¿A dónde rayos va? -Preguntó Stevie.

-No lo sé. Pero es evidente que quiere estar sola. Será mejor que volvamos adentro, creo que la fiesta terminó. -Ambas regresaron a la casa. Cuando entraron al salón todas las miradas se clavaron en ellas, les costó un gran esfuerzo llegar hasta su mesa, misma donde se encontraba Connor hecho un mar de lágrimas, los padres de Hannah trataban de consolarlo.

-Tranquilo, hijo -Le decía el padre de Hannah- Trata de entenderla, sólo está confundida, ten calma, ella volverá y tendrá una buena explicación para todo esto. -Su voz expresaba una gran compasión por el pobre chico.

- ¿Y Hannah? -Preguntó Torey a su novia cuando vio que había vuelto.

-No lo sé. Tomó su auto y se fue.

- ¿Por qué no intentan llamarla? -Propuso Sarah.

-Ya lo hice -Contestó la madre de Hannah- Pero apagó el celular.

-Bueno, creo que ahora sólo queda esperar. -Dijo Stevie.

-Será mejor que nos vallamos -Le dijo Ally a su novia. Esta asintió.

-Sí, creo que nosotras también nos retiramos. -Replicó Sarah. Las cuatro se despidieron de los padres de Hannah y salieron juntas al estacionamiento.

-Bueno, tal vez esto no terminó de la mejor manera, pero un placer chicas. -Le dijo Sarah a Torey y Ally mientras les estrechaba la mano.

-Gracias, igualmente. -Contestó Ally con una sonrisa.

-Sí, tal vez podríamos reunirnos en otra ocasión -Propuso Torey.

Stevie también se acercó para despedirse, estrechó la mano de ambas y después se dirigió a Ally.

-Oye, ¿Te importaría darme tú número de teléfono? Ya sabes, para estar en contacto por si algo llega a pasar. -Esto último lo dijo muy a su pesar, no quería verse en la necesidad de llamar a Ally para darle una mala noticia, sin embargo creyó que no estaba de más mantenerse en contacto.

-Oh, claro -Stevie sacó su celular y empezó a teclear mientras Ally le dictaba cada digito, cuando hubo terminado un celular sonó.

-Ahí está el mío, por cualquier cosa -Ally revisó su teléfono, Stevie le había llamado y ahora tenía su número grabado.

-Bien, estamos en contacto. -Le contestó Ally con una sonrisa. Las cuatro subieron a sus autos y se alejaron de la casa en medio de la oscuridad.

Stevie y Sarah habían llegado a casa en absoluto silencio. Stevie entró, se quitó los zapatos de tacón y caminó lánguidamente hasta la sala, puso su celular sobre la mesita de centro y se dejó caer en el sofá, después se quedó inmóvil mientras tenía la mirada perdida en alguna parte frente a ella.

- ¿Estás bien, cariño? -Le preguntó Sarah mientras se sentaba a lado de ella para después sostener su mano.

-Sí -Contestó Stevie girando su rostro hacia el de su novia- es sólo que me tiene muy consternada lo de esta noche. Ver a Connor de rodillas con un anillo en la mano, y luego Hannah... no logro entenderla.

-Lo sé, es horrible. Si tú me hubieras dicho que no cuando te pedí matrimonio, yo... -La vista de Sarah se oscureció a causa de la nostalgia que aquella idea le provocaba, la voz se le quebró y no pudo terminar la frase. Stevie se había convertido en una parte esencial de su vida, representaba la cumbre de su felicidad, no podía imaginar un mundo sin ella a su lado. Suponía que Connor sentía lo mismo por Hannah y por eso había tomado la decisión de dar el siguiente paso, a diferencia de que a él lo habían dejado en la estacada. Por un instante, Sarah pudo sentir ese dolor en su propia piel.

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