—Vamos arriba —le susurró Stevie junto a los labios.
Pudo sentir la calidez de su aliento rosar su rostro y se dejó llevar por el libido que crecía en su interior. Stevie no esperó su respuesta, se levantó sin decir nada más, y como a una niña pequeña, la condujo sosteniéndola de la mano hasta la habitación. Ya dentro, la besó con una desesperación casi inhumana, le arrancó la ropa del cuerpo, la empujó sobre la cama y siguió besándola con más intensidad.
—Stevie... —Gimió, Ally— por favor, deja que te desvista.
Stevie aún llevaba la ropa puesta, y sin comprender muy bien él sentido de las palabras de Ally, se alejó de ella y se desnudó en segundos. Después se volvió a tumbar sobre el cuerpo de Ally, excitándola con el rose de su piel y las caricias continuas que recorrían cada rincón de toda su anatomía, recorrió con sus labios, un camino desde su cuello hasta sus pechos, atrapó en su boca uno de sus pezones, y lo mordió con fuerza, Ally gritó tan fuerte que tuvo miedo de que Hannah las escuchara.
—Shhh... tranquila, podrían escucharnos —Stevie, volvió a besar los labios de Ally para intentar contener sus gemidos, pero en el momento en que bajó sus mano a su entre pierna y masajeó con sus dedos aquel clítoris inflamado de deseo, gimió con fuerza entre sus labios y se retorció de placer bajo su cuerpo. Después pensó que era inútil tratar de mantenerse en silenció durante aquel arranque de lujuria.
Bajó su rostro hasta el vientre de Ally, acarició con su lengua el hueco de su ombligo, para después seguir bajando. Abrió con brusquedad sus piernas y con su lengua, recorrió su sexo desde abajo. En su posición podía contemplar el abdomen de Ally: se elevaba y decencia aceleradamente. Después, sin previo aviso, introdujo dos dedos dentro de ella, resbalaron ligeros con la humedad. Ally ahogó un gemido, levantó sus caderas y se aferró con fuerza a las sabanas, tanto que sus nudillos se pusieron blancos.
Stevie no se detuvo y siguió penetrándola vigorosamente, la acarició desde dentro con exquisita firmeza, Ally siguió retorciéndose de placer, al borde de la locura, agitaba su pelvis con movimientos que provocaban que Stevie se hundiera más en ella. Sintió un hormigueó dentro de su vientre, ahí donde la mano de Stevie se clavaba una y otra vez, después, el hormigueo se convirtió en una descarga eléctrica que recorrió sus caderas espasmódicamente, sus paredes vaginales se contrajeron en torno a los dedos de Stevie y gimió sin importarle nada más que su propio placer, sin embargo, Stevie no se detuvo y siguió penetrándola como si su vida dependiera de ello, Ally tuvo otro orgasmo, más intenso que el anterior, luego otro, y uno más. El placer que sentía era doloroso, sentía que en cualquier momento comenzaría a gemir sólo de dolor, pero antes de que esto sucediera, Stevie se detuvo, salió de ella lentamente, tenía toda la mano impregnada de la entrega de Ally, esta trató de recuperar el aliento, pero estaba tan agitada que sentía que el oxígeno de la habitación se había agotado, aspiraba aire con fuerza, pero una contracción en el vientre bajo la asaltaba y la obligaba a cortar el aire de golpe. Estaba concentrada en recuperar sus fuerzas, cuando sintió los labios de Stevie ceñirse entorno a su clítoris y su lengua formar círculos alrededor de él.
—Stevie... por favor... detente, —Le suplicó— ya no lo... soporto.
Stevie hizo caso omiso de sus suplicas y la siguió acariciando con sus labios, fue más exigente cada vez y la obligó a que se corriera una vez más. Ally sentía su cuerpo como una masa inerte y dolorosa, toda su piel parecía tener conexiones nerviosas con su centro, pues hasta el roce de las sabanas la hacían estremecerse.
—¿Detenerme? —Preguntó Stevie cuando estuvo a la altura de su rostro— pero si acabamos de empezar.
La besó tan exigente como antes, entró en su boca con una avidez imperturbable, Ally intentó girar para quedar encima de Stevie, pero no la dejó, aguantó con fuerza y sostuvo sus manos por arriba de su cabeza hasta dejarla completamente inmóvil, puso una pierna entre sus muslos y comenzó a mover su pelvis, después se irguió y entrelazó sus caderas con las de Ally hasta que su sexos se rozaron y la humedad de ambas se convirtió en una sola. Stevie se restregó vigorosamente contra el cuerpo de su amante, tratando de encontrar la liberación a la flama que la incendiaba desde dentro. Veía el rostro de Ally, su mirada perdida en un torrente de deseo, regocijándose en la creciente de su veleidad. Su cuerpo alcanzó el punto de ebullición y oleadas desenfrenadas de placer azotaron su vientre con exuberantes espasmos que la hicieron estremecer. Se detuvo, pero enseguida sintió unas manos tomar con fuerza sus caderas, Ally la atrajo mas a ella y siguió balanceando su cuerpo, parecía una venganza por lo que ella le había hecho, una exquisita venganza.
Cuando ambas estuvieron satisfechas se dejaron caer sobre la cama, se concentraron en recuperar el aliento y se quedaron dormidas.
A la mañana siguiente cuando Stevie despertó, Ally ya no estaba en la cama, en su lugar, se encontraba la ropa de Stevie limpia y bien acomodada, al parecer, alguien se había tomado la molestia de meterla a la lavadora y plancharla. Se puso de pie y entró al baño, se dio una ducha rápida, volvió a la habitación para cambiarse y después bajó a la cocina. Encontró a Ally con la mirada perdida viendo a través de la ventana.
—Hola —la saludó, y esto le hizo dar un brinco por la sorpresa— perdón...
—Descuida. —Respondió con una sonrisa— ¿Tienes hambre? ¿Te apetece algo de desayunar?
—No, gracias. ¿Te importaría llevarme a casa?
Algo en todo aquello no terminaba de encajar, ambas se sentían incomodas, nerviosas y Stevie lo único que quería era salir corriendo de ahí, Ally también, pero no podía, esa era su casa.
—Oh, claro que no, voy a encender el carro en lo que te despides de Hannah, ¿sí?
Stevie asintió con la cabeza para después desaparecer por la puerta de la cocina, Ally fue a encender el coche y espero a que Stevie saliera.
Durante el camino a la casa de Stevie, ninguna de las dos habló, Ally concentró toda su atención en la carretera y Stevie no quitó la vista de la ventana.
Cuando por fin llegaron a su destino, Stevie le dio las gracias y quiso salir apresuradamente del coche, pero Ally la detuvo.
—¡Stevie! Espera. —Stevie se detuvo en seco sin atreverse a mirarla— Yo..., bueno, nosotras... lo de anoche fue...
—Lo de anoche fue sólo eso: —la interrumpió— una noche, no quiero que lo mal intérpretes, no volverá a pasar.
—Lo sé, y no te estoy pidiendo otra cosa.
—Entonces no me detengas y vete. Mi prometida me está esperando. —Stevie salió del coche, y apenas cerrar la puerta, arrancó a gran velocidad, lo siguió con la mirada hasta que segundos después desapareció por completo.
¡Joder! eso si que estuvo intenso :v
Les voy a contar un secreto... es la escena de sexo más larga que he escrito xD ¿Creen que ya pueda escribir algo así como: Cincuenta sombras de Ally la pasiva Hills? Sean serias, por favor.
Bueno, no las entretengo más, les mando un saludo y nos leemos luego ^_^\
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Mesa Para Cuatro
FanfictionStevie se encuentra feliz-mente comprometida con Sarah,pero el destino le juega una mala jugada cuando conoce a Ally en la fiesta de cumpleaños de su amiga Hannah Witton, lo que le obliga replantearse sus verdaderos sentimientos asía su actual pare...