baby heart ; clemmings.

v.

michael se sentó sobre las caderas de un dormido luke, y empezó a mover sus deditos por toda la extensión de sus costillas. luke se movió, pero se sintió limitado por el peso sobre él. abrió los ojos confundido y una sonrisa fue lo primero que vio.

"buenos días, lukey."

"uhm, buenos días, bebé."

"¿cómo estás?" preguntó entusiasmado, dando un pequeño salto sobre él.

"bien, muy bien. ¿y tú?" rió.

"muy bien, dormí bien porque me estabas abrazando." sonrió buscando sus manos. "amo dormir contigo."

"ven acá, acuéstate unos cinco minutos."

"no podemos, hay escuela."

"pequeño, es sábado."

"oh." exhaló sonrojándose avergonzado. "no sabía."

"eso supuse." volvió a reír.

"mami y papi se fueron a casa de la abuela." resopló. "estamos solitos y no hay nada para desayunar." se quejó.

"vaya." luke arrastró la palabra desde el fondo de su garganta. "supongo que debo preparar el desayuno."

"podemos comer cereal."

"quiero que comas mis fantásticos panqueques."

"saben a pies." bromeó.

"¿ah, sí?"

"sí."

"tu piel sabe a pies."

"eso no pensabas cuando hiciste aquello con tu boca... ahí abajo." señaló sonrojándose. "oh, dios, ¡lo siento por decir eso!"

"así que no lo has olvidado."

"no voy a olvidarlo nunca."

"tendrás que revivirlo." suspiró. "pero ahora tengo que hacer panqueques con sabor a pies, vamos a la cocina."

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son las diez y ya me voy a dormir sí señores es momento de volver a la vida normal de una adolescente de 16 años.