baby heart ; clemmings.

xii.

calum no se alejó del pequeño en ningún momento, incluso almorzaron con luke, pero la verdad es que luke había estado algo apartado.

tampoco era como si el rubio hubiese entrado a clases, había estado afuera, caminando por los pasillos y observando todo detenidamente mientras hacía unas llamadas. ya había conseguido un auto prestado, irónicamente el de ashton. había ordenado directamente en la heladería favorita del menor tres frascos de helado y brownies. de algún lugar sacó el número de una tienda de flores por encargos, y pidió un ramo con rosas de colores pasteles.

estaba extremadamente nervioso, ¿quién no lo estaría? está a punto de tener una cita con el chico más perfecto que alguna vez pudo conocer.

oyó el timbre sonar, seguido de un revoltillo de estudiantes desesperados por llegar a sus hogares. esperó hasta ver esa danzante cabellera rubia junto al pelinegro más alto.

"¡lukey!" saltó hacia él, provocando que su falda se alzara un poco. "te extrañé hoy, estás muy ausente."

"estaba ocupado, bebé." punteó su nariz. "¿puede calum acompañarte a casa? tengo cosas que hacer."

"no." se negó.

"¿qué dices?" preguntó extrañado.

"no. quiero que me lleves tú."

"mikey."

"¡por favor, lukey!" gimoteó.

"¿por qué?"

"porque quiero mostrarte algo." sonrió.

"está bien."

-

marico sigo viva.