baby heart ; clemmings.

xi.

el lunes finalmente tenían que ir a clase, calum volvería luego de sus dos semanas con el equipo de soccer, michael sonrió porque calum era divertido, siempre hacía chistes con él y le pellizcaba las mejillas, ayudándole a mantener ese color rojo que tan lindo se veía.

terminó de acomodar sus medias blancas en sus rodillas, éstas tenían un par de lazos en el borde de color rosa, alisó su falda blanca y acomodó su suéter de ositos. se veía adorable, justo como a él le gustaba. mordió sus uñas que estaban cubiertas por esmalte rosa mientras se veía en el espejo una vez más, se le ocurrió por alguna razón tomarse una foto, así que frente a su espejo posó mientras tocaba el botoncito en su celular.

sonrió mientras corría a la cocina para desayunar un par de galletas que su madre le guardaba. el timbre sonó mientras bebía su vaso de leche, cuando luke se asomó frente a él sonrió, provocando que su bebida resbalara un poco por sus labios y acabara en su barbilla. bajó el vaso y se limpió con su suéter, mientras la mente de luke sólo lo llevaba a malos caminos. luke sacudió su cabeza, abrazando al menor con fuerza.

"que lindo te ves hoy." susurró en su oído.

"¡haces que se me erice la piel!" se quejó riendo bajito. "me vestí lindo porque estoy feliz."

"¿por qué estás feliz, gatito?"

"¡hoy vuelve calum!"

"ah, eso." dijo luke con mucho menos entusiasmo.

"y porque hoy iré a una cita contigo." sonrió mientras corría a su cuarto por sus cosas para ir a clases.

y luke sólo podía mirarlo y pensar que era afortunado, porque lo era, no todos los muros tienen una rosa a la cual cuidar, no todos tienen esa pequeña rosa, era totalmente suya.

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actualicé, ya.