Capítulo XXVIII

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La ficha de Harris no era para nada lo que yo esperaba encontrarme.

Algo así como Peter y Marie, que tenían antecedentes, pero la ficha de Harris causaba una muy buena imagen de éste. Cosa que no era cierta.

Harris enviaba dinero mensual a una ONG de niños del tercer mundo, y había apadrinado a un niño boliviano al cual también le enviaba dinero mensual.

Tenía fama de muy buen profesor, es más, el informe hablaba sobre lo satisfechos que estaban muchos alumnos después de acabar el bachillerato. Harris enseñaba latín a los alumnos de bachiller y hace dos años le eligieron como nuevo director del centro en sustitución del anterior, que había fallecido.

Leyendo aquel informe, también supe que el hombre se casó dos veces, y que actualmente estaba divorciado, y tenía un hijo a su cargo, porque los otros dos estaban con sus respectivas madres.

Harris no había cometido ningún crimen en toda su vida, o por lo menos, nadie se había enterado. Tampoco era de extrañar, ya que ni Harry, ni Anne, ni John ni Ben tenían antecedentes antes de la OS. Profesores normales, que dejaban de ser normales.

Pero Harry había hablado sobre toda una horda de profesores. Y actualmente sólo conocíamos a uno de ellos. Había más, probablemente, muchos más.

Llevaba media hora con el informe cuando Anne entró en mi habitación.

-¿Has encontrado algo?

Negué claramente decepcionada. Anne se sentó a mi lado.

-¿Tiene antecedentes? -Dijo, señalando la foto del director.

-Nada. Es más, todo el mundo le adora. Colabora en una ONG y manda dinero mensual a un niño boliviano. Y todos sus alumnos piensan que es un tío genial.

-A lo mejor lo hace para que nadie sospeche de él.

-¿Qué quieres decir?

-Que hace un montón de cosas buenas y se gana la fama de buen hombre para que nadie lo vea capaz de cometer atrocidades. Es un buen truco para que no te delaten. Aun así, nos faltan más profesores...

Anne me lanzó una mirada que no me gustó nada.

-Anne... -Fruncí el ceño- ¿Me estás diciendo lo que yo creo que me estás diciendo?

-Es que... -Anne suspiró- Sería la manera más fácil de averiguar quiénes son los demás...

Sí, era cierto. La manera más fácil de encontrar a los demás profesores era ir al instituto de Harris. Aunque fuese arriesgado, pero Anne tenía razón.

-Escribiré mi testamento antes de empezar el instituto y pondré que si algún profesor de esos me mata, tú te vendrás conmigo a la tumba, como hacían los egipcios.

Anne se rió y se levantó de la cama.

-Nadie te matará, porque no pienso irme contigo a la tumba. Ahora me voy a hacer la comida. Y ve pensando cuando vamos a ir a ver lo de la caja fuerte.

-Estoy cansada... -Protesté, estirando los brazos.

Anne me miró por la rejilla de la puerta y sonrió.

-Pues relájate entonces. Ya trabajaremos en eso esta tarde.

Cerró la puerta y oí sus pasos alejándose.

Relajarme.

Después de que todo cambiara cuando me fui Italia, tan sólo tuve tiempo para relajarme cuando Anne me dejó en Maidstone. Desde que Anne y Harry salieron de la cárcel, tenía todo el tiempo del mundo para relajarme, pero apenas lo hacía. Y me di cuenta de que lo necesitaba, y mucho.

Sin Final ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora