Mi vida cambió

Así terminó todo (Final)

Martes

Me encontraba desayunando en en comedor de la casa.

Estábamos en silencio, las únicas palabras que nos dirigimos solo fueron Buenos días, pero eso no me molestaba puesto a que por primera vez me encontraba comiendo con mis padres.

Si no se acuerdan, les mencioné que desde que tengo memoria nunca desayunaba con mis anteriores padres debido a que ellos siempre se iban a trabajar temprano.

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Después de desayunar, fui al baño a ducharme, y cuando terminé, me sequé con la toalla y de inmediato me puse la ropa.

Ya listo, con cuidado salí de las cortinas y me senté en la silla de ruedas para dirigirme a mi habitación.

Mis padres salieron a trabajar y no volveran dentro de unas cuantas horas.

Pues bien, solo pasé una hora leyendo la Bíblia mientras que las restantes me la pasé durmiendo.

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Después de que llegaran me bajaron a la sala, donde la pasé un poco incómodo por el hecho de que no sabía que hacer ahora, hacía falta tiempo para que comenzara a adaptarme.

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Miércoles

Me encontraba comiendo junto a mis padres, mientras que mi mente estaba muy distraída pensando en toda la clase que debía de transcribir cuando vuelva a la escuela.

—Javier —al escuchar mi nombre, salí de mis pensamientos y dirigí mi vista a Gabriel—, ¿te sucede algo?
—Solo pensaba en la escuela

En eso iniciamos una conversación, en la que él me preguntaba cosas como: ¿en dónde estudias? ¿cuál es tu materia favorita?

Pero a pesar de no ser una converación interesante, era la primera que inicaba con mi padre.

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Después de terminar de comer y hacer la digestión, mis padres me llevaron al parque para estar al aire libre.

Fue uno de los momentos mas alegres de mi vida, pues ahora hacía cosas que nunca había hecho con mis otros padres.

Samanta y Gabriel compraron helados, los cuales disfrutamos con mucho gusto.

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Caída la noche, cuando terminamos de cenar, fui a la sala y me senté en el sofá para ver la televisión.

No lo sé, pero después de unos 15 minutos volteé a ver a mis padres, los cuales estaban leyendo la Bíblia en la mesa con tranquilidad.

Un momento... tal vez ellos sepan lo que significan los mandamientos que me había propuesto buscar en internet.

No sé como decirles que yo también leo la Bíblia, o que soy Cristiano y por eso les pregunté si ellos lo eran.

Pero bueno, no podía callar algo como eso, así que me armé de valor y apagué la televisión, me levanté con cuidado y me senté en la silla de ruedas para acercarme a mis padres.