Abro mis ojos lentamente, pero una luz me molesta y no me los permite abrir completos.
Después de acostumbrarme a loa luz, moví mis ojos y me di cuenta de que me encontraba en una habitación de hospital.
No pude ver como me encontraba, pero lo que sé es que sentía un dolor no tan profundo.
Al principio no sabía no que estaba pasando, pero luego recordé lo que había sucedido.
Vi como la puerta se abría y entraba lo que me parece ser el Doctor con un sujeta papeles en la mano.
Hizo unas revisiones, yo intentaba hablar pero un dolor en el pecho me lo impedía.
-¿Y mis p-padres? -dije débilmente, aunque llamé la atención del Doctor
-¿Disculpa? -se acercó
-¿Y mis padres? -violví a preguntar, pero sin la debilidad de la vez anteriorEl Doctor no dijo nada, solo se dedicó a mirarme con tristeza, lo que me dijo que había pasado lo peor.
En ese momento, sentí como un nudo se formaba en mi garganta y mis ojos se llenaban de lágrimas.
Vi como una enfermera se asomaba por la puerta y decía que necesitaba al Doctor en otra habitación.
Él solo me dedicó una mirada, sentía que no quería dejarme solo en estos momentos, pero no tuvo de otra que salir por la puerta junto con la enfermera dedicándome una última mirada.
Y-Yo la verdad no tenía nada mas que llorar y llorar.
Cerré mis ojos con fuerza y los abrí, esperando que esto solo fuera una pesadilla, una terrible y mala pesadilla.
Con ansias quería despertar en el auto, viendo la oscuridad de la noche a través del parabrisas del auto.
Pero fue en vano, solo quería negar que esto estuviese pasando realmente.
Decidí cerrar los ojos para intentar frenar las lágrimas, pero era inútil, aún así se me escapaban y resbalaban por mis mejillas.
De un momento a otro, sentí como alguien acariciaba mi cabeza para consolarme. Yo pensé que era el Doctor que había regresado, pero recordé que se había ido.
Abrí mis ojos para ver de quién se trataba.
Al costado de mi cama, se encontraba alguien acariciando mi cabeza en forma de consuelo.
No supe con exactitud de quién se trataba, era alto y no podía distinguir su rostro debido a que mi vista se nubló un poco de un momento a otro.
Qué importa, después de todo lo necesitaba.
...
Cuando desperté, dirigí mis ojos al reloj de pared que se encontraba encima de la televisión, y eran como las 4 de la mañana.
Pasaron los minutos, y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, las cuales resbalaban de inmediato por mis mejilla.
Sabía que mi expresión era normal, pues la razón de mis lágrimas era porque mis padres se habían ido sin haber conocido de Dios... Y eso significaba que irían al...
Cerré los ojos con fuerza al recordar de lo que les pasaba a los que no recibían a Dios.
Mas de una vez intenté convercelros para que fueran conmigo a la iglesia. Durante 5 semanas estuve pidiéndoles que fueran, pero ellos se negaban.
Recuerdo que mi padre me golpeó porque lo tenía harto, pero no quería rendirme, quería que los dos fueran cristianos como yo... Pero ya era tarde.
No sé porqué, pero sentía que era mi culpa, t-talvez debí de pedírselo de una manera menos odiosa, t-talvez si hubiese sido un poco mas paciente ellos aceptarían por lo menos acompañarme a un culto cada 2 semanas.
Si tan solo mi madre hubiese seguido yendo conmigo, si tan solo mi padre hubiera aceptado ir solo a uno, si tan solo yo no hubiese sido odioso ellos no...
Nuevamente lo sentí, sentí que alguien posaba su mano sobre mi cabeza, pero ésta vez no era de consuelo, sinó parecía mas bien ser en un mensaje de "Shhh, tranquilo"
Fue muy extraño, ya que que no noté a nadie, incluso si alguien estuviera cerca entre la oscuridad que había en la habitación yo abría notado por lo menos una silueta.
Aunque suene raro, tal vez sea un ángel enviado para consolarme, p-para decirme que no es mi culpa, para impedir que ese pensamiento me lleve a cometer una locura.
Si, eso puede ser.
Cerré mis ojos e hice una oración, pues a pesar de no poder arrodillarme podía abrir mi boca.
Conforme oraba, el dolor en mi corazón comenzaba a cesar un poco.
-...Y por último, te pido que sanes el dolor en mi corazón -concluí
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Mi vida cambió
EspiritualHola, me llamo Javier, y les contaré como mi vida entera cambió cuando conocí a Dios