Cambios en mi vida

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A la mañana siguiente me preparé para ir a la escuela, pero era extraño, mientras me ponía la camisa sentía como un gran peso se me quitaba de encima.

Este extraño peso lo comencé a sentir cuando me había dado cuenta de que había pecado, pero extrañamente ya no.

Tal vez Dios escuchó mi oración y decidió perdonarme.

Mejor dicho: Dios escuchó mi oración y me perdonó


"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Salmos 51:17"


Bajé las escaleras en busca de mi desayuno, pero ésta vez estaba sonriendo por alguna razón.

Que raro, normalmente me siento muy solo por las mañanas, pero hoy siento como si estuviera acompañado por alguien más.

Cuando terminé de desayunar salí de casa (no sin antes dejar el seguro puesto) y caminé hacia la escuela.

...

Entré al salón de clases, pero en vez de pasar por desapercibido como siempre comencé a notar las miradas de mis compañeros.

Desde hace 5 semanas me miran de esa manera, pero no los culpo, después de el primer culto al que asistí no pude borrar una sonrisa de mi cara.

El profesor de matemáticas entró al salón, y de inmediato comenzó con la clase.

Después de que diera algunas explicaciones, el profesor preguntó quién podía resolver el problema, a lo que de inmediato yo levanté la mano.

Así es, yo, Javier Gonzales levanté la mano... en clase de matemáticas.

Se que lo digo como si fuera cosa del otro mundo, y si lo es (para mi).

Otro cambio en mi fue el de prestar más atención en clase; aunque ya había tomado esa iniciativa antes, pero a pesar de querer que las clases terminaran pronto, no se me podía escapar ningún detalle.

...

Durante 2 semanas la gente que me rodeaba comenzó a notar que yo había cambiado.
Incluso recuerdo como un compañero se me acercaba para preguntarme qué era lo que me pasaba.

Mis padres tambien notaban los cambios que sucedían en mi vida, pero no es de sorprenderse, ellos sabían de mi costumbre diaria de comer en mi habitación, por lo que (a mi parecer) les pareció extraño que comenzara a comer en el comedor.
Pero eso no fue lo único, ya que comenzaba a ser mucho más organizado en mi habitación, un lugar que era un totál desastre.

Venir a los caminos del señor fue lo mejor que pude habér hecho, mis viejos y malos hábitos desaparecieron por completo.

Pero claro, una que otra vez había alguna cosa que me hacía pecar, por lo que en mis oraciones dejé de solo pedir perdón y comencé a pedir que me ayudara a que no volviera a caer en una situación que me hiciera pecar; sin embargo, cada vez que lo hacía estaba consciente de que también tenía que poner de mi parte para eso.

Mi vida cambióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora