Aprendizaje

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Me encontraba camino a la escuela un poco apresurado, pues me había levantado algo tarde y quería llegar a tiempo.

Milagrosamente si llegué a tiempo.

...

Jeje, se que sonará muy extraño, pero a pesar de querer llegar a tiempo empecé a querer que las clases se terminaran para irme a mi casa y leer la Bíblia, pues se me había pasado ayer cuando terminé de cenar.

Pero en fin, las clases pasaron y esta vez fui corriendo hacia mi casa.

Cuando entré subí las escaleras de inmediato las escaleras y entré a mi habitación.

Y ya saben, lo mismo de siempre: puse la comida encima del escritorio, lancé la mochila al rincón y me quité la camisa del uniforme para quedarme con la camiseta blanca.

Abrí la Bíblia nuevamente donde se encontraba el papél que el señor había dejado.

Bueno, fue muy fácil aprender lo del libro, capítulo y versículo.
Y para ello el señor me había anotado una cita para buscarla.

Pero fue extraño el hecho de que solo me había anotado una sola, pero bueno, por algo habrá sido.

" No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo."
Éxodo 20:1-17

Después de terminar de leer ese versículo, me quedé un rato meditando.

Vaya, todo este tiempo no sabía que estaba haciendo cosas que a Dios no le gustaban.

" Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da"

No les he tenido mucho respeto que digamos.

"No hurtarás"

Recuerdo que una vez le robé algo de dinero a un compañero, pero él terminó descubriéndome antes de que lo gastara.

"No hablarás contra tu prójimo falso testimonio"

Mas de una vez le he mentido a alguien.

"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo"

Bueno, en éste si que he estado mal, he codiciado algunas cosas que los demás tienen.

Tomé una hoja de un cuaderno y busqué mi lapicero para escribir los otros mandamientos para mas tarde investigar qué significaban (excepto el de no matar, ese estaba bien claro).

Pero mientras lo hacía, no pude evitar sentirme mal por el hecho de saber de que a Dios no le agradaba en lo absoluto esas cosas.

Después de anotar los mandamientos en la hoja, cerré la Bíblia y la guardé.

Luego destapé la comida, pero antes de empezar a comer, noté que mi cuchara no estaba en mi escritorio. Tal vez la llevé al lavaplatos sin darme cuenta.

Volví a tapar mi comida y luego salí de mi habitación.

Mientras bajaba, aún seguía pensando en todo lo malo que había hecho...

Tal vez fue por esa razón por la que el señor me marcó esa cita Bíblica, quería que supiera cuales eran los mandamientos de Dios para evitar romperlos, p-pero yo ya los había roto... ¿Qué se supone que haga ahora?

No me di cuenta de cuando había llegado a la cocina, pero ya que, solo tomé lo que vine a buscar y volví a mi habitación para empezar a comer.

...

Mire el reloj digital que se encontraba a un costado y me dí cuenta de que ya la noche había caido.

Yo me encontraba recostado en mi cama mirando hacia el techo mientras aún pensaba en qué hacer, pues sin darme cuenta hacía cosas que no le agradaban a Dios y ahora no sabía como remediarlo.

La vóz de mi madre interrumpió mis pensamientos, y dando un suspiro me levanté de la cama, salí de mi habitación y fui escaleras abajo al comedor.

...

Después de cenar subí de inmediato a mi habitación, me bañé y me puse mi pijama.

Pero antes de acostarme en la cama, recordé algo...

"Mediante la oración puedes hablar con Dios"

Que tonto soy, ¿Porqué no me acordé mas temprano?

A ver, recuerdo muy bien sobre lo que el pastor (quién predicaba) habló sobre la oración.

Me puse de rodillas en frente de mi cama y apoyé mis codos encima de la misma, junté las manos y posé mi rostro en éstas mientras cerraba los ojos.

Al principio no pude decír ni una palabra, dudé de que Dios me perdonara por lo que había hecho.

Suspiré y me armé de valor para pedirle perdón por haber roto los mandamientos.

-Padre nuestro que estás en los cielos... -comencé

...

Después de terminar de orar, me acosté en mi cama, pero al pasar los minutos no pude dormir debido a que tenía una duda en mi mente.

¿Él me habrá perdonado?

Mi vida cambióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora