Después de terminar de comer, saqué unos cuadernos y unos libros de mi mochila para comenzar a hacer la tarea.
Pero ahora no me podía concentrar porque no sabía cómo decirles a mis padres que quería ir a ese lugar llamado iglesia, que por alguna razón me daba la misma curiosidad de saber quién era Dios.
...
Ya era de noche, y me encontraba bajando las escaleras para dirigirme a la sala.
Cuando terminé de bajar, observé hacia la cocina para ver a mi madre preparando la cena.
Miré hacia otro lado para ver a mi padre viendo televisión, como siempre.Lo único que hice fue dirigirme al comedor y sentarme en una silla para esperar la cena.
...
Dos días habían pasado como si nada, y en la tarde de este Domingo, me armé de valor par decirles a mis padres que quería ir a ese lugar llamado iglesia.
Pero ahora que lo pienso bien, hay más probabilidades de que mi madre me lo permita a que mi padre lo haga.
-Mamá -me le acerqué mientras ella cocinaba
-¿Qué sucede? -preguntó mientras dejaba lo que estaba haciendo
-Me preguntaba si podrías llevarme a este lugar -le dije mientras le entregaba el papélMi madre soltó el cucharón que sostenía para tomar el papél.
Por unos momentos dudé de que me lo permitiera, al menos lo habría intentado.
-No hay problema -Dijo, entregándome de vuelta el papél
-¿En serio? -Le pregunté, pues estaba pensando que mi mente me estaba jugando una mala broma
-Solo con una condición -dijoHubo un breve momento de silencio.
-Iré contigo
-Claro, no hay problema -dije mientras en mi rostro se formaba una sonrisaCon esa sonrisa subí las escaleras hasta mi habitación.
...
Ya eran las 7:30, y yo ya estaba preparado para ir al lugar.
Me había puesto una camiseta con cuello de color blanco, unos jeans azules y unos tenis negros.
Encontré a mi madre al momento de salir de mi habitación con una vestimenta un poco elegante.
Bajamos las escaleras, pero antes de salir de la casa la voz de mi padre nos detuvo a los dos.
-¿A donde van? -preguntó
-Acompaño a Javier a un lugar -respondió mi madre para luego darse la vuelta y abrir la puerta...
Mi madre estacionó el auto en frente de un gran locál, y mi madre revisó el papél para asegurarse de que había leido bien la dirección.
Segura de que estaba en lo correcto, retiró las llaves del auto.
Salimos del vehículo y nos dirigimos dentro del locál.
...
Vaya, el lugar es bastante grande por fuera y por dentro.
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Mi vida cambió
EspiritualHola, me llamo Javier, y les contaré como mi vida entera cambió cuando conocí a Dios