Capítulo Veintiséis

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Capítulo Veintiséis

Salir había sido fácil, extrañamente el guardia no estaba, por lo que se subió a su auto y salió simplemente.

- ¿Te he dicho que eres maravillosa?- abrazó a su madre, fuertemente- Siempre piensas en todo

- ¿Te he dicho que te conozco como si fueras mi hijo?- Zayn la miró mal, mientras se separa de golpe

- Se supone que soy tu hijo, creí que habíamos dejado el tema de la adopción atrás, recuerda-dramatizó, haciendo reír a su madre

- Oh claro que tonta- siguió riendo ella- Entonces te conozco, eres mi hijo Zayn

- Lo sé- presumió- Pero ahora, te devolveré el dinero del traje de pinguino espérame un momento-sacó su billetera, pero su madre lo detuvo

- ¿Debo recordarte que sigo siendo tu madre jovencito?, tengo el derecho de comprarte lo que sea- hizo que guardara su billetera- No me debes nada, tontito, ahora anda a bañarte y arreglarte, a ver si comes algo antes de irte- Zayn asintió- Debes ir a la casa de Leah a las 3, ahí te estarán esperando

Su madre, siempre pensaba en todo, y lo conocía tan bien.

Le había comprado un traje y conociéndola le iba a quedar perfecto, ¡Deby era la mejor!

Dos horas mas tarde, había comido, y se estaba arreglando, la molesta y pequeña corbata negra.

Al terminar, se arregló el cabello, con sus manos, chequeó sus zapatos y se puso sus lentes

- ¿Cómo estoy?-preguntó a su madre al bajar las escaleras

- Muy guapo, si yo tuviera dieciocho años menos, saldría contigo- ambos rieron

- Yo diría que más eh- la molestó- Bien debo irme, te quiero Deby

- Yo igual hijo, cuídate.

Tomó un taxi, hacia el norte de la ciudad, mientras trataba de ordenar sus pensamientos.

___________ y su enojo, Leah y sus mentiras, su mejor amigo, el instituto, su vida, su 'trabajo', sus estudios y su padre.

Diablos, debía organizarse bien.

Mientras más se acercaba al barrio en donde vivía Leah, más nervioso estaba y no tenía ni idea porqué. Que él recordara, sus padres no eran tan horribles ¿o si?

Los recordaba, bastante amigables, pero tenían cierto problema de ego.Y bueno, teniendo esa gran casa, esos grandes lujos, era imposible no ser egolatra y creerse de la gran sociedad.

Se bajó del taxi, se puso sus lentes, y se acomodo la chaqueta. ¡Se sentía horrible con el traje!
En realidad, el traje de pingüino (cómo solía decir él) era lindo y tenía estilo, pero se sentía aprisionado, y atrapado, ¡Nunca le habían gustado esos trajes! Con suerte en su graduación había utilizado uno y a medias porque se había negado a usar esos zapatos que su profesora le había insistido que le quedarían geniales, sorprendiendo así a todos en la ceremonia, cuando fue a recibir su diploma, con sus converse favoritas.

Estoy afuera,
Zayn.

Envió el mensaje y segundos después, la puerta se abría y una figura conocida se hacía presente.
Llevaba un vestido corto, de gasa de un color rosa muy pálido y contrastaba con su piel blanca, se veía...linda.

- Hola amor- lo abrazó ella- Estás muy guapo- rió, y el no pudo evitar sonreír... un poco

- Hola Leah- habló él también- Estas muy linda también

- Gracias- ella le sonrió- Ahora entremos, que mis padres están preparando los últimos detalles, la boda se celebrará al aire libre, y luego iremos al hotel San Lucas- si que irían lejos

Enamorate de Verdad -Zayn-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora