Salí de la escuela detrás de Digui, para poder saber hacia donde se dirigía. Estaba caminando unos cuantos metros detrás de él, siguiéndole el paso. Aún seguíamos algo cerca de la escuela y era mucho más fácil seguirlo, ya que otros chicos del colegio estaban caminando alrededor; lo que facilitaba mi persecución. Iba caminando con cuidado de no me viera, hasta que...
- Hola Peyton, ¿ a dónde vas?- escuché a alguien hablarme detrás mío.
Me di la vuelta para poder ver quien era el que me estaba hablando, y ahí me fijé que el que me hablaba era Mark. No lo podía creer justo en este momento, cuando estaba de lo más bien siguiendo a Digui, él se me acerca a hablarme. No me agrada para nada que él este cerca de mi, ya que en mi curso, este chico tiene la reputación de mujeriego.
- ¿Por qué?- le contesté fríamente, esperando que la conversación acabara luego.
- Vamos no seas así, solo quería saber al lugar que te dirigías- me dijo.
-¿ Y para qué?- le volví a preguntar.
- Para ver si me quedaba cerca y así poder acompañarte- me contestó.
Enserio, con la reputación que tiene me viene a preguntar si me puede acompañar , estará loco ni de chiste le diría que sí, además me estaba desesperando, ya que con cada segundo que desperdiciaba hablando con este, Digui más se alejaba de mi.
- Olvídalo- le respondí fríamente. Y seguí con mi camino con esperanza de que Digui no se halla alejado mucho.
- Vamos , no seas así- me dijo.- Vamos yo te acompaño, así no estarás sola- dijo acercándose más a mi.
No lo podía creer, es que acaso no me va a dejar tranquila. Bueno que iba a esperar después de todo este chico es más testarudo que una mula.
- Que parte de olvídalo no entendiste- le dije, mirando hacia adelante buscando a Digui, el cual ya estaba mucho más adelante.
- La parte en la que dices olvídalo- me contestó.
Enserio, enserio ,me dijo eso; no lo puedo creer. Seguí caminando más rápido intentando que Mark me perdiera de vista entre los demás, pero aún así me seguía persiguiendo. Ya estaba harta de que me siguiera molestando y estaba a punto de golpearlo, para que me dejara tranquila cuando...
- Ya Mark, déjala - oí que alguien hablaba desde atrás de nosotros.
- ¿Por qué , acaso me obligarás?- oí que le respondió a quien le hablo.
Me voltee, para ver quien era el que le hablaba, y me dio una gran felicidad saber que era Iván.
- Sabes que soy mayor que tú, ahora déjala- le ordenó
- Que seas mi hermano mayor, no significa que me des ordenes- le dijo.
- Bueno, igual sabes que nuestro padres no están y yo estoy a cargo- dijo.- No querrás que algo malo te pase por desobedecerme- le dijo con una mirada que hasta a mi me dio miedo.
- No, claro que no- le dijo. - La dejaré tranquila, solo no me hagas nada- le dijo algo temeroso.
Mark comenzó a caminar hacia otro lado en dirección a su casa y luego vi que Iván se me acercaba.
- Muchas gracias - le dije.
- No hay de que y perdón por su comportamiento- respondió.
- No te preocupes - le dije.
- Ok- me dijo.- Bueno, me tengo que ir, tengo que andar pendiente de que no moleste a alguien más- me dijo.
- Claro, adiós - le dije.
- Adiós - me contestó y se fue.
Después de eso comencé a correr para poder alcanzar a Digui quien ya estaba algo lejos de mi. Cuando por fin lo alcancé lo comencé a seguir como lo estaba haciendo inicialmente.
Estuve media hora siguiéndolo, dando vuelta por distintas calles como una tonta. En ese momento pensé que Digui estaba perdido y que no recordaba en donde se encontraba su hogar, pero luego él se volteó y comenzó a mirar detenidamente por todo el lugar. Me oculté para que él no pudiera verme, parece que el ya se había dado cuenta de que lo estaba siguiendo todo este tiempo. Asomé un poco la cabeza, ara ver si él había seguido su camino, pero lo que estaba haciendo era acercarse a donde estaba yo. Digui se siguió acercando cada vez más y cuando estaba a punto de encontrarme...
- Digui, ¿a dónde estás?- oí que una dulce voz lo llamaba.
- Aquí estoy, Erika - respondió Digui.
Volví a observar y vi como Digui comenzaba a acercarse a una niñita, yo diría que de unos 7 u 8 años de edad. Esa pequeña era algo parecida a Digui, así que supuse que era su hermana. Ellos dos estuvieron un buen rato charlando y de repente comenzaron a caminar a lo que se supone sería su casa.
Los seguí, más o menos una cuadra más, hasta que llegaron a una especie de pared. Nuevamente pensé que estaban perdidos, pero en realidad no. Ellos habían atravesado la pared y yo no me lo podía creer, como rayos pueden atravesarla, si se supone que una pared es sólida.
Me acerqué a aquella extraña pared y la toqué para ver si es que en realidad era sólida. Cuando toqué aquella extraña pared comenzó a moverse como si fuera una gelatina. Poco a poco comencé a atravesar mi brazo y finalmente crucé por aquella pared o más bien por aquel portal y al atravesarla no podía creer lo que veía...
Continuará...
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El Chico Nuevo
FantasyHola, me llamo Peyton tengo 16 años y hoy les voy a contar la historia de cómo conocí a Digui, uno de mis mejores amigos, pero en esta historia van a descubrir que no es como los demás, sino que es diferente...