~Capítulo 22~

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Helena.

A los pocos minutos de seguir pensando en lo mismo, el celular vibra en mis manos y al instante lo desbloqueo viendo un mensaje de Jack diciendo que ya está afuera. Me levanto de la tapa del escusado y acomodo mi ropa de tal manera en que luzca parecida a como me veía anoche... O por lo menos más decente.

Camino pocos pasos hacía la puerta de madera y doy un enorme suspiro mientras al mismo tiempo siento como si una corriente eléctrica me recorriera todo el cuerpo y algo de sudor brotara de mi frente. Es obvio que él está ahí, estaba en shock y bastante confundido... ¡Claro que sigue ahí!

Basta, Lena, debes de salir ya, o sino se hará más tarde y te meterás en más problemas de los que ya estás metida; basta de tonterías.

Tomé la perilla dorada entre mis dedos y la giré lentamente en un intento de hacer más tiempo y menos ruido. Empujé aún más lento la puerta sacando mi cabeza para cerciorarme de que Louis estuviera dentro, pero al no ver a nadie salí con mucha tranquilidad del baño con la idea de salir de la casa.

—Lena... —su voz me hizo saltar del susto mientras provocaba que mi respiración fuera irregular.

—¿¡Quieres matarme de un jodido susto!?—grité mirándolo enfadada.

—N-no... yo sólo...

—Ni siquiera te disculpes, ¿sí?; no es necesario. Adiós—retomé mi camino hacía la salida ignorando que él venía detrás mío.

—Pero, Lena...—me tomo del hombro

—Sólo olvida lo que pasó hoy, ¿de acuerdo?—voltee hacía el para quitar su mano de mi hombro—No quiero siquiera pensar en esto ahora, y mucho menos insistir con el tema. Incluso apuesto lo que sea a que tú tampoco—me giré hacía la puerta y coloqué mi mano en la perilla con la intención de girarla.

—Pero esto no se puede quedar así—interrumpió mi camino poniéndose en la puerta.

—Por ahora tendrá que ser así, y más te vale no contarle de esto a nadie, ¿me escuchas?Ahora déjame salir—amenacé volteando a mirarlo.

—¡Esto es grave, Helena! ¡No es algo que pueda quedarse así por el simple hecho de que quieres irte!—alzó la voz mientras me veía algo frustrado.

—¡Basta! ¡Dije que no quería seguir escuchando esto y que no seguiríamos hablando del tema! ¡Así que cállate!

—No, no vamos a hacer lo que quieras. Esta vez vas a escucharme y a cooperar para que ambos solucionemos el gran lío en que nos metimos—juraría que la voz se le engrosó más.

De todos modos Louis no es nadie para darme ordenes y obligarme a hacer nada que yo no quiera. Es increíblemente estúpido si piensa que voy a hacerle caso.

—¡He dicho que no! Y créeme, cuando digo que no, es un enorme y rotundo no—regresé a la puerta y esta vez conseguí abrirla para salir a paso rápido.

—¡Helena, regresa!

—¡Vete a la mierda, Louis!—grité para después voltear y mostrarle mi dedo medio y salir corriendo de la planta alta. Sentía que venía detrás mío pero esta vez yo fui más rápida y me alejé antes.

A paso rápido bajé las escaleras y vi de reojo a todos los chicos de anoche tirados en cualquier esquina de la casa; desde los sillones de la sala hasta debajo de la mesa de la cocina. 

Para mi sorpresa encontré a mis amigos dispersados en todas partes: Harry dormía muy cómodo pegado a un lado de la pared, Lindsey detrás de unos de los sillones grandes a un lado de unos vasos rojos, Parker y Zayn estaban acurrucados como niños uno encima del otro, Liam y Natalie en los sillones individuales dormían de cabeza, Jade debajo de las escaleras, Niall estaba mal sentado en un sillón grande mientras abrazaba a Valerie que también estaba sentada a un lado suyo, y Nick y Macy... ellos no estaban en ningún lado.

Make me believe |L.T.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora