Make me believe |L.T.|

~Capítulo 17~

Horas antes...

Louis.

Lena se fue de inmediato dejándome solo a mitad del ancho pasillo con la palabra en la boca mientras un papel doblado en cuatro se encontraba tirado a mis pies. Era obvio que le pertenecía, ya que vi el instante en el que se calló de sus cosas.

Me agaché a levantarlo mientras le quitaba algo de la tierra que había adquirido al caer al suelo, miré el papel detenidamente y la curiosidad no tardó en invadirme nada. Una parte de mí tenía la necesidad de abrirlo y de enterarme sobre lo que tenía adentro, pero al mismo tiempo me parecía incorrecto abrirlo. ¿Qué tal si tiene algo muy personal de lo que yo no pueda enterarme? o algo más tonto, ¿y si sólo es una hoja en blanco? No lo sé, sólo quiero abrirlo.

La curiosidad estaba venciéndome poco a poco hasta que por fin decidí abrir el papel y ver su interior; de todos modos Lena nunca se enterará.

—¡Louis!—Valerie se abalanzó contra mí dejándome casi en el suelo.

—¿¡Qué carajos...!?

—¡Hey! ¿Besas a tu madre con esa boca?—puso ambas manos en sus caderas haciendo un gesto gracioso.

—Ni que tú fueras una santa, Val—reí.

—¿Yo?—dijo ofendida—Yo soy un amor, cariño—sonrió como niña pequeña.

—Como tú digas—seguí su juego. 

Valerie rió tiernamente para después detenerse y mirar mi mano derecha.

—¿Qué es eso?—señaló el papel doblado.

—Oh... emm... Nada—mentí.

—Si no es nada, ¿entonces por qué está en tu mano?—cómo odio su maldita curiosidad.

—Porque... es una ilusión. De seguro tomaste algo echado a perder de nuevo, porque aquí no hay nada—improvisé de una manera bastante estúpida.

—Lou, no soy tonta. Estoy segura de que esa hoja es real—me miró seria.

—¿Por qué te interesa tanto?, es sólo un papel.

—Entonces... si es sólo un papel, ¿por qué no me lo muestras?—insistió aún más.

—¿Te gusta el pan?—dije la primera cosa que se me viniera a la cabeza.

—Oh, vamos, Tommo. ¿Qué tiene ese papel que es tan importante esconderlo? ¿una bomba atómica dentro?

—No exageres—la miré con una media sonrisa. 

Ella se quedó calmada por unos segundo hasta que reaccionó y volvió a subirse a mi espalada intentando alcanzar el papel.

—¡Valerie, déjame en paz!—le grito intentando bajarla de mí.

—¡Dame esa hoja!—su chillona voz me desconcertó.

—¡No!—insisto.

Intenté quitármela de encima moviéndome de un lugar a otro, pero sabía que no se bajaría hasta que consiguiera lo que quería.

Valerie estuvo a centímetros de quitarme la hoja en varias ocasiones, pero siempre lograba quitarla de su camino e insistir en que se bajara de mí. Puedo jurar que estuvimos como dos o tres minutos peleando por la insignificante hoja de papel hasta que unas voces interrumpieron nuestro revoltijo.

—¿Qué demonios están haciendo, par de bobos?—Jade nos miró como si fuéramos gorilas peleando por una banana. 

Los dos volteamos y nos encontramos con Jade, Liam, Niall y otro chico que me parecía conocido pero jamás le había hablado.