~Capítulo 19~

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Sábado. 7:30 pm.

Helena.

Después de una dura semana de exámenes y trabajos en la escuela, el fin de semana había llegado, y con él la fiesta tan esperada en casa de Harry. El lunes pasado, nos dijo a mí a todos mis amigos que sus padres estarían fuera el fin de semana y tendría la casa solamente para él y para su hermana, así que, ¿qué mejor forma de tener la casa para ellos solos si no es con una fiesta?

Mis padres también habían salido ayer por un asunto de gran importancia en otro país, y como es de costumbre, no pensaron en llevarme ni aunque fuera en fin de semana; me dejaron en casa con Susan y con Brook de nuevo.

No es que me moleste estar con ellas... Al contrario. Creo que es mejor porque de todos modos si me hubieran llevado con ellos, me hubiera quedado encerrada en un cuarto de hotel esperando a que nos fuéramos, así que prefiero un millón de veces estar aquí que con ellos en un país que desconozco y en el que me aburriría fácilmente por falta de compañía.

Olvidé eso y me concentré en terminar de arreglarme. Llevaba puesto un vestido negro liso con mangas de encaje que llegaba a la mitad de mis muslos, zapatos de tacón blancos algo altos (ya puedo controlarlos), un juego de joyería compuesto por un collar con un amuleto de rosa, aretes y un anillo con la misma figura, al igual que un reloj de plata con una correa negra. Decidí dejar mi cabello suelto y ondularlo de las puntas para acompañarlo con un maquillaje sencillo. Pinté mis labios de un rojo no muy fuerte, apliqué sombra negra y plateada en mis parpados además de poner rimel en mis pestañas y un poco de delineador.

Me miré por última vez al espejo acomodando mi cabello y rociando perfume en mi cuerpo para después ir a mi armario y sacar un suéter blanco ligero y una bolsa de mano blanca con negro; en ella metí mi celular, maquillaje y otras cosas que posiblemente necesitaría más tarde. Antes de guardar mi celular sentí un ligero zumbido en mi mano pensando en que era algún mensaje, y en efecto. Lindsey me había enviado algo.

"Ya estamos afuera, mocosa. Que no se te ocurra decir que no vas porque te corto la cabeza!!! D:
Te quiero, linda :3 xxx"

Sí, estoy completamente segura de que Lindsey escribió eso junto con alguien más.

Sonreí levemente al ver el mensaje de la loca que se hace llamar mi amiga para después ir a la ventana que daba vista a la enorme calle, dándome cuenta de que el auto de Natalie estaba estacionado afuera de mi casa.

Salí de mi habitación en dirección a las escaleras para ir a despedirme de Susan y Brook. No tardé mucho en encontrarlas porque supuse que Sue estaría en la cocina dándole de comer a mi cachorra o lavando algunos platos de la cena.

—Ya me voy, Sue. Regreso más tarde—le dije antes de agacharme con dificultad a la altura de Brook dejando una leve caricia y un beso en su cabezita. 

Le di un beso en la mejilla a Sue y salí de la cocina con la idea de ir hacía la puerta.

—¿A dónde crees que vas?—preguntó aún con la mirada en el lavabo y dándome la espalda.

—A la fiesta, ¿recuerdas? Me dieron permiso de ir—dije interrumpiendo mis pasos y apretando los labios.

—Eso ya lo sé, sólo quería decirte que...—volteó.

—Tengo hasta la una de la mañana; ni un minuto más tarde. De inmediato llamo a Jack para que venga por mí, no hacerlo esperar, no hacer ningún escándalo allá, y nada de llegar ebria a casa u oliendo a cigarrillos—dije enumerando con mis dedos todo lo que supuse que Sue me diría.

—Bien—Susan suspiró—... Creo que tus padres te advirtieron bien—rió.

—Ya conozco la rutina, Sue. Sólo es eso—sonreí—. Bueno,—de nuevo me acerqué a Susan—Debo irme.

Make me believe |L.T.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora