Mariposas revoloteando. -- Capítulo 12

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Se escuchó el timbre y rápidamente me levante y grite -Yo voy!- y como pude "corrí" hasta la puerta. Al abrirla me encuentro con Mateo totalmente arreglado y yo a su lado era una bruja.

Llevaba una camiseta blanca algo ceñida y una campera de cuero negro, unos jeans ceñidos negros y por ultimo zapatillas negras, acompañando a su vestimenta su perfecta y blanca sonrisa y sus ojos grises. 

  -Hola, viniste!. - chillé y como pude me abalance a el.
  - Hola momia!. - dijo mientras me daba un desprevenido beso en la frente.
  - Vamos, entra que hace frío.
  - Vale, dejame que te ayude con eso. - dijo apuntando a mi muleta y extremidades enyesadas.

Asentí y de pronto su mano rodeó mi espalda para finalmente tomar mi cintura, con su otra mano agarró la mía, la buena por supuesto, y la paso por detrás de su cuello mientras pasaba todo mi brazo. La mirada de todos se enfocó en nosotros, cruzamos nuestras miradas y nos sonrojamos. 

  - Vamos hacia el sofá, quiero presentarte a mi mejor amigo. -Dije algo nerviosa.
  - Vale, cuidado con el escalón princesa. - no lo notaba nervioso, no se como hace para mantenerse tan relajado. 

Agustín me vio y se levantó, yo sonreía con muchos nervios, me importaba mucho la opinión de el. 

  - Vale, Mateo, Agustín; Agustín, Mateo. - los presenté señalándolos según el nombre y orden.    

  - Hola, mucho gusto. - dijo Mateo mientras estrechaba su mano. 

  - Hola, el gusto es mio, pareces buena gente, mas te vale que no lastimes a mi hermana. - dijo mientras su sonrisa se desprendía y Mateo se la devolvía. 

  - Presiento que ustedes dos se van a llevar muy bien. - dije para volver a la conversación. 

  - Eso espero. - agregó Agustín - Lamento ser aguafiestas pero mi madre me ah dicho que no vuelva tarde, adiós. - Agustín se despidió y se fue, Mateo y yo quedamos solos en un mar de gente desconocida. 

  - Tu casa es muy bonita, ¿me haces un tour guiado?. - me ruborice y asentí. 

Primero lo llevé a la sala donde estábamos, luego fuimos a la cocina, le dije donde quedaba el baño de abajo y le mostré la sala de cine, amaba esa sala con todo mi corazón.

 Aproveché que al lado estaba el cuarto de huéspedes donde al ver la inmensa cama de 2 plazas, se tiró como si fuera una piscina, al verle me descojoné de la risa y me tomó por mi cintura y me llevó con el, comenzó a hacerme cosquillas y yo me movía y gritaba, había olvidado lo brusca que era y levanté mi brazo enyesado y sin querer le di una hostia tremenda en el rostro y a ambos nos dolió algo, después de eso nos reímos y nos paramos para seguir con el tour.

 Me ayudó a subir las escaleras y le enseñé donde quedaban las habitaciones de mi familia y dejé la mía para el final. Entramos a mi cuarto y noté que Mateo cerró la puerta, me puse nerviosa y lo seguí con la mirada, fue directo a mi biblioteca de discos y libros y comenzó a sacar algunos. 

  - Tienes bastantes buenos gustos, escuché todos los discos menos este. - al ver que en su mano tenía la caja verde con una "X" negra en medio me di cuenta de que se trataba de Ed Sheeran y sonreí. 

  - Es muy buen disco, llévatelo y luego dime que te pareció.

  - Vale, gracias. - dijo mientras lo guardaba en el bolsillo interno de su campera. 

  - No hay de que, ya me tendrás que recomendar uno tú. 

  - ¿Conoces "U2"?, tengo todos sus discos, la verdad es que son muy buenos. - mi cabeza comenzó a funcionar y se me vinieron algunas canciones conocidas. 

  - Conozco muy pocas canciones de ellos, la verdad es que son muy buenos. 

No se como pero cualquier tema que hablase con Mateo me enamoraba una pizca más de el, si lo se, estoy enamorada e un chico que conocí hace un par de semanas, el amor es así, llega cuando debe no cuando quiere. 

En lo que estábamos hablando a unos 3 cm de distancia, quedamos en completo silencio solo mirándonos fijamente a los ojos del otro, el tiempo parecía no avanzar, mis defectos físicos y emocionales parecían desaparecer, nuestros corazones parecían ir al mismo ritmo y tono. Hasta que la oportunista de mi madre hizo su gran aparición un segundo antes de poder dar mi primer beso. 

  - Ups!, Lo siento, no sabía que estaban aquí. - era mas obvio que si lo sabia. 

Mateo y yo nos alejamos rápidamente, los dos estábamos bordó de la vergüenza. 

  - ¿Necesitabas algo?. - finalmente pude pronunciar. 

  - Em.. si, la gente ya se fue, y es hora de cenar, si quieres Mateo puedes quedarte a acompañarnos. 

Miré a Mateo con cara de "no lo hagas, te arrepentirás"  y el me respondió "lo haré"

  - Vale, me quedo. - respondió y mi madre se largó ya diciendo que bajáramos. 

La cena no fue mala idea al final, Mateo le cayó bien a todos y creo que hasta que se encariñaron con el, es MI Mateo ¿Ok?, terminamos el postre y Mateo debía irse. Le acompañé hasta la puerta y tiró de mi brazo bueno, caí bruscamente a sus brazos. 

  - Lu, creo que te quiero. - quedé inmóvil, no podía asimilar esas simples y notorias palabras, mi cuerpo comenzó a cosquillear y por fin las famosas "mariposas en el estómago". 

No respondí ni especulé sonido alguno, noté que Mateo entristecía y por fin reaccione. - Creo que yo también te quiero Mat... No me dejó terminar de hablar y me besó. 


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