I'm fifteen..

Chofer personal. -- Capítulo 14

*Pi Pi Pi Pi Pi* (alarma)

- Mierda... - dije en mi cabeza.

Era las 6:30 am y en mi cabeza retumbaba el ese sonido tan despreciable, tenía un brazo dormido y el otro enyesado, por lo cual mi alarma tuvo que esperar a que alguno reaccionara.
Por fin logré apagarla y fui directo al baño, me lave el rostro y maquille mis ojeras y granos, nada exagerado, me puse el uniforme del colegio con ayuda de mi hermana y bajamos a desayunar.
Mi madre se había lucido y preparo un desayuno tipo bufet para toda la familia.

Metí las cosas del colegio en la mochila y subí al auto ya que no podía viajar en el transporte escolar por mi seguridad.

Llegue al instituto y Agustín estaba esperándome en la puerta, me llevó la mochila y me ayudo a bajar las escaleras.
Luego de un homenaje en la formación pasamos a las aulas donde mis compañeros me hicieron un pastel gigante de bienvenida, se muy bien que lo hicieron para perder clases, si de verdad me quisieran me hubieran hablado mínimo al whatsapp, cosa que ni hicieron.

Los recreos me los pasaba en el patio sentada en un banco junto con Agustín y Agustina una nueva compañera que me cayó muy bien. De a ratos hablaba con Mateo y me preguntaba si me dolía algo cada vez que podía, yo respondía con audios donde Agustín/a se metían y agregaban comentarios fuera de lugar.

Ultimo timbre y una bola de piernas, mochilas y polvo salio por la puerta para poder subir primero al transporte, mientras yo iba al ultimo riendo sola de todos mientras esperaba a mi madre.

Pasaban lo minutos y mi madre no aparecía, le llamé un par de veces y no contestaba y tuve que asumir que debía caminar. Maldito Karma.
A pesar de todo no era tan malo, mientas daba medio paso hablaba con Mateo y de pronto escuche una bocinazo, me asustó el pensar de que podía ser un nuevo accidente pero rápidamente noté que alguien me saludaba.

*baja el vidrio*
-Hola princesa. -Mateo no dejaba de sorprenderme ni por un día!
Le regalé una sonrisa y comencé a "correr" hasta el coche.
Mateo al verme se bajo y me ayudo a llegar y me retó sarcásticamente.
- Que haces tonta, te puedes lastimar si corres tan rápido.
- Ja ja, muy gracioso. - y puse cara seria.
Abrió la puerta y me ayudo a sentarme, guardó mi mochila en los asientos de atrás y volvió a su asiento de conductor mientras se acercaba hacia mi y me robaba un suave beso.
- ¿De donde robaste este coche Mateo?.
- ¿Como que robado? Es de mi padre, me lo ha prestado para venir a recogerte, aunque debemos ir a por mi hermana al jardín.
- Ahhh vale. - dije algo atontada.
- ¿Quieres algo de música?.
- Por favor!
Mateo tomó un CD algo sucio y lo limpió y lo puso en el lector.
Comenzó a sonar una banda de rock, al empezar no sabia cual hasta que llegó el estribillo.

-Cruza el amor, yo cruzaré los dedos y... GRACIAS POR VENIR....GRACIAS POR VENIR...-
GUSTAVO CERATI
Cantamos como un par de tarados hasta llegar al jardín de infantes, tuvimos que repartir en cada casa a las amigas de Sofía y por último llegamos a su casa.
Llamé a mi madre una vez más y por fin atendió.
-Ma, estoy en casa de Mateo, me ha invitado a almorzar.
- Vale, perdona por haberte ido a buscar, no vuelvas tarde.
- Ok chao.
- Chao.

La familia de Mateo era muy divertida e interesante, les conté mi historia del yeso y me contaron la historia del sufrimiento de Mateo durante la semana de mi hospitalización.

Vimos un par de películas con Sofi hasta que se durmió y luego Mateo me regreso a mi hogar. Fue una tarde genial, sus padres me aceptaron bastante bien y creo que pensaron que eramos novios o algo así.
Me sentí muy cómoda con ellos nose.