Capítulo 1

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Llegue a mi casa con un pésimo humor, sumado él trafico que se formaba en la noche por la salida de los trabajos era simplemente increíble.

Las distancias en Vancouver eran imposibles, pero gracias a mi madre, que se había empeñado, casi dos meses en encontrarme un departamento a buen precio y por la zona central de las empresas y firmas de abogados, finalmente había conseguido uno aunque pequeño era bonito y muy confortable suficiente para alguien que viviría sola como era mi caso, lo más importante es que se ubicaba cerca de donde buscaba el empleo.

La oficina quedaba en la 595 Burrard Street y mi apartamento se ubicaba en la 909 Burrard Street.

Muchas veces para evitar tomar él transporte publico a donde quiera que fuera simplemente caminaba hasta allí y me evitaba él tráfico.

Esos eran los beneficios de tener todo a la mano.
Supermercados, tiendas de ropa, cafeterías, restaurantes...
Todo absolutamente todo lo tenía a mi alcance.

Esta vez tras una serie de desafortunados eventos terminé totalmente empapada de agua.
Lo único que esperaba era que todo lo hecho en este día valiera la pena y me dieran el empleo.

Hace una semana y media estaba sentada en el Blenz Coffee tomando un mocha frappuccino, acompañado con un muffin de arándanos y leyendo él periódico local, llevaba en la página dos de los clasificados en busca de un empleo cuando lo ví.

Se trataba de una firma muy importante.

"Tremblay & Gagnon law firm"

Buscaban una abogada con dos años como mínimo de experiencia,
Yo tenía cuatro y en ese tiempo ya había acabado mi especialización. Estar totalmente instruida y preparada con tan solo veinticinco años era todo un logró, siempre había sido de las personas que se fijan una meta y luchan por alcanzarla, incluso en el instituto me había esmerado por tener buenas calificaciones, y claro en la universidad cuando estudias lo que verdaderamente amas no supone un gran esfuerzo. 

Al principio no sabía lo que quería hacer con mi vida, cuando entré no estaba muy segura de querer continuar con lo que estaba haciendo, la carrera en sí era muy demandante, los profesores eran demasiado estrictos, el lado bueno de esto es que mientras mas exigían mas sacaban todo tu potencial a flote, el hecho era que no me agradaba la carrera , mas adelante y poco a poco le di una segunda oportunidad a mi profesión , cuando seguí mi especialización aumento mi pasión y amor por el derecho, ver la vida desde tantos puntos de vista que se exponen, defender y hacer justicia por las personas que buscan y necesitan la ayuda de alguien que las oriente.

Tome él número que allí había en el anunció y marque de inmediato.

-Tremblay & Gagnon law firm, ¿Con quien tengo el gusto de hablar?-

-Buenos días soy Sophia Collins, le llamo por que quisiera saber sobre la vacante para él trabajo disponible que publicaron esta mañana en el periodico-

Aquí en Vancouver todo puesto de trabajo se llenaba al instante, aunque lo hubieran publicado esta misma mañana, era muy probable que a estas alturas ya no hubiera la vacante y fuera ocupada por alguien más...

-Buenos días señorita Collins un gusto, soy Charlotte Brown la jefa de recursos humanos.
De hecho tenemos unas entrevistas pendientes para dentro de una semana y media, si quiere me puede dejar sus datos por correo y se presenta con los demás aspirantes al puesto.
La hoja de vida debe ser enviada para John Tremblay, su correo lo puede encontrar en la parte de abajo del anuncio.-

-Muchas gracias por su tiempo Charlotte, la enviaré ahora mismo.-

-Hasta pronto señorita Collins y buena suerte-

Decidí marcharme pronto para reunir todos los papeles y pasar la hoja de vida digitalmente. Cuando llegue a casa deje todo descuidadamente en el vestíbulo, mas tarde me encargaría de arreglar y dejar todo en su lugar, ahora lo primordial era enviar lo mas rápido posible el correo con mi hoja de vida. Aun faltaban unas cuantas cajas por desempacar de la mudanza y justamente eran las que contenían todos mis papeles entre ellos mi folder con los documentos que debía escanear, prometía ser una noche larga.

***************

Una semana y media después estaba en la entrevista con él jefe de la firma. John un tipo atractivo que aparentaba unos cincuenta y tres años más o menos era muy amable,  me avisó al final de la reunión que me daría la noticia en dos días.

Y después de todo aquí estaba yo hecha un manojo de nervios, mientras me duchaba pensaba en como había sido el día, terminado mal con la tremenda lluvia que me había caído encima una vez estaba afuera de las oficinas jurídicas.

Cuando salí de la ducha fuí a mi armario a ponerme una pijama de blusa y pantalón de algodón rosa y calcetines.
Mis huesos estaban calados por él frío así que decidí hacer un poco de café con leche deslactosada en la cocina. Resulta que gracias a los problemas de colon que mi madre me había heredado tenia que ir con mil precauciones en cuanto se refería a la comida, de hecho me habían prohibido la cafeína, el chocolate y por supuesto los lácteos,  claro estaba que yo no iba a renunciar a ellos .

Una vez estuvo listo fui a mi habitación con la taza caliente y me recoste sobre un pequeño palet que tenía puesto en la ventana con unos comodos cojines de estampado minimalista, tome la mantita morada que siempre me acompañaba y me arrope con ella. 

Me gustaba sentarme allí y admirar lo que había afuera, analizaba cada movimiento, cada gesto de la gente que por ahí pasaba.
La mayoría concentrada en su reloj de muñeca determinando si llegaban a tiempo hacia donde quiera que fueran, siempre de prisa, una corriente constante y monótona. 
Y la luna por supuesto, era mi afición , era una amante de la luna, aquí en mi pequeño rincón recordaba frases como la de Tolkien donde apuntaba  

"La luz de la luna ahoga todo, excepto a las estrellas más brillantes."  

o como la de Bécquer "En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna."

y William Blake " La luna, como una flor en el alto arco del cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche."

La luna tantos sonetos, poemas, versos, canciones que se podrían escribir sobre ella, es tan simple y bella a la vez.  De pequeña tenía el sueño de que si trabajaba duro algún día podría visitarla, a los seis años tenia un cuaderno lleno de dibujos sobre el espacio, sobre todo la luna.

 El dibujo una pasión que mantuve secreta, y que hasta el día de hoy la mantengo bajo la sombra al igual que la pintura. De hecho para cuando terminé el instituto me había planteado la idea de estudiar arte, pero el tiempo y las elecciones que había tomado me llevaron a otros resultados.

Él café se acabó y el sueño comenzó a tomar posesión de mi cuerpo, ya que estaba tan acostumbrada a la cafeína desde que tenía uso de razón que no provocaba desvelarme toda la noche así pues me acosté, me deslice sobre las cobijas y me quedé profundamente dormida hasta él siguiente día.

Cuando sonó él despertador eran las once y media de la mañana.
Me lamente porque había perdido toda la mañana , no era de las personas que acostumbraban a dormir hasta tarde.
Me levanté, fui hasta el baño y me di una ducha rápida, me seque él cabello con la secadora y luego fui hasta el armario, me coloque un pantalón negro, botas de caña alta grises, una blusa blanca con cuello en v y una americana gris a juego con el beanie y las botas, tome mi bolso, el abrigo negro, las llaves y salí del apartamento echando él cerrojo a la puerta.

Me fui caminando de nuevo hasta él blenz coffee, mala idea hasta él momento porque hacía bastante frío, reajuste mi abrigo y de mi bolso saque mis guantes de lana blancos.
En el mostrador pedí un Té inglés con un croissant y me senté en una mesa, saque mi macbook lo encendí y entre en mi cuenta de correo.
Allí me sorprendió mucho ver un mensaje.
Él remitente era de parte de John Tremblay él dueño de la firma y fundador de la misma.

One More TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora