Carta catorce

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Querida ex compañera:

Mientras re leía esta carta, como tercera vez, descubrí algo; la odio.
Y odio cada matiz gris que de vos dejaste en estas palabras.

Pero sonreí al final del último párrafo cuando leí;
"Quizás después de todo, ser infantil no es algo tan malo."
Porque al fin empezás a entenderlo.
Ya me veía dando todo un discurso de nuevo... Me haces sentir un viejo metiche que no deja a los demás vivir en paz. (Aunque no haya que ser un anciano para serlo).

P.D: Sonreí al menos hoy. (Léelo mañana también)

Querida ex compañera #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora