Querida ex compañera #2

Carta veintisiete

Querida ex compañera:

Responderé con gusto las preguntas que hiciste -si es que sé las respuestas-, y también preguntare aquello que callas con frecuencia. Espero no te moleste saber, que no alcanza con las palabras que me dedicas para conocerte. Por eso tampoco tengo prejuicio en responder a todas las futuras dudas, que se que tendrás.

Querías saber, qué sentirías si besara tus labios...

Yo creó que dejarías de quererme en ese mismo momento, - Quizás no bese tan bien, no lo se, jamás pregunte, pero por algo estoy soltero, ¿no?-.

Probablemente no sientas mariposas, por que no te queda lo común y corriente. Para vos, seguro son sinsajos.

Y se que no vas a besarme enamorada la primera vez, porque el amor se construye. Poco a poco. Pero si puedo decirte que estaras feliz, besar debe ser como abrazar, libera endorfinas. Sonreirás como una niña con un dulce...

Diré en mi beneficio, que al menos no tengo mal aliento. Pero te advierto, que adoro morder labios. -Lo que permitas, ya es tu responsabilidad-.

Un beso, solo es un beso. Lo que hagamos con el, es algo interno.

Y si quieres guardarlo o quieres desecharlo de tus recuerdos, respetare la decisión. Asi, como espero que respetes la mía.

Quizás ambos lleguemos al mismo resultado, o quizás no. Todo es demasiado relativo.

Pero te prometo algo, responderé tu última pregunta, al final. Cuando no haya cartas que nos aten, cuando la decisión sea realmente libre...

<<Acaso, ¿Dejarías que suceda algo más?

¿Tendré la suerte de gustarte, aunque sea, un poco?>>