Nuestro secuestrador no tiene planeado un picnic.

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Comenze a perder la paciencia. El miedo crecia lentamente y la desesperación lo acompañaba.
No era una bonita sensación.
Mucho silencio. Todo tan pasivo. Casi podía sentir como que el color blanco fuera a tragarme en cualquier momento.
Pero un ruido inesperado lo evito. De repente se abrio la unica puerta y entró un hombre igual de vestimenta negra. Su rostro igualmente cubierto y un mini microfono lo acompanaba junto a su mejilla y se le pegaba en el labio.
-Seven, puedes irte.-
Su voz me sobresalto y di un vergonzoso saltito.
Al parecer, Seven, hizo caso y se fue, por donde llegó. Sin decir palabra.
-Saludos, pricesa Eleonor- Me dijo con una corta reverencia y una media sonrisa burlona.
Me senti ofendida. Aun en esta situación, se atrevia a saludarme de manera cordial?
Claro, seguro faltaba que nos llevara de picnic por la tarde, ignorando el hecho de que estuvimos encerrados por mucho tiempo, y fuimos posiblemente drogados.
Nada más,por supuesto.

Le lance una mirada llena de ira, pero seguro no se veria ni la mitad de lo amenazadora que pretendía, tomando en cuenta lo escuálida que estaba.
-Vamos cariñito, no me mires así. Hieres mis sentimientos.
-Herir? Lo dice el que secuestro a dos jóvenes inocentes.
-Inocentes? Ja-ja, no me hagas reir, no tienes nada de inocencia.
-Patrañas. No hemos hecho nada malo.
-Y vuelves a equivocarte, cariñito.- dijo mientras jugeteaba con un estetoscopio.
-No me digas asi. Jamás. Ahora, de que me culpas?
-De haberlo conocido, obviamente. - señalo a Joseph
Me habria reido, de no ser por mis pocas fuerzas, no podia ni sentarme.
Joseph se levanto y medio golpeo el cristal. Lo mire cariñosamente.
-Y el, simplemente por existir. Ojala no hubiera nacido.
La gota que derramo mi paciencia.
Me lanze a su cuello, y el respondió con un electrochoque.
Quien en su sano juicio lleva algo asi a todas partes? Por Dios.
Una oleada de dolor asalto mi cuerpo. Me desplome en la camilla.
-Si eso es todo, cariñito, tengo que irme. -Se volteo hacia la puerta.
Mi vision se nublaba, voltee a ver a Joseph, pero el cristal ahora estaba oscuro.
-Q..quien..eres?- Pregunté con voz ahogada.
-No es muy importante ahora, cariñito.
Ignore mi horrendo sobrenombre.

-Tengo que saberlo...
Dejo pasar unos pesados segundos.
-Recuerdame como One
-O...One?
-Si. Hasta luego, princesa.

Mis ojos dejaron de ver el exterior. Y me trasladaron a un largo plazo para dormir.
Era lo ultimo que queria hacer.

MEMORIAS ROBADAS (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora