UN DÍA EN LA PLAYA PARA ALEJANDRO

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Debo admitir que después de manejar tanto tiempo me sentía algo cansado, pero todo valdría la pena si lograba despejarme a mi y a Andrew.

No era el mejor de los días, justamente hoy hace 15 años me había quedado huérfano pues mi madre había muerto en un atentado cuando tenia 3 años, y mi padre murió junto con mi abuelo cuando yo tenia 6 en un accidente aéreo; desde entonces mi tío a sido quien se encarga de mi y de mis necesidades, me acogió como su hijo y nunca trató de ter uno. Tal parece que Andrew no lo recuerda, y será mejor así.

Cuando finalmente llegamos a la playa lo desperté, no sin antes admirar la dulce manera en la que duerme, siempre envidié eso de él, es de las personas que duermen y se despiertan mejor que Kim Kardashian, mientras yo soy todo lo contrario.

Caminamos un rato sin hablar hasta que finalmente llego a mi algo medianamente inteligente para decir.

-Y ¿Qué te parece si lo primero que haces es comprar esta playa?, ya sabes construir una linda casa acá y con esos vivirías en ti propio paraíso. -Dije en tono de burla.

-¿Ahhhh?- Respondió sorprendido

-Solamente piénsalo, pocas personas pueden vivir en su propio paraíso.

-Sabes que es imposible comprar un playa, además de ello el lugar perdería su encanto con una mega construcción como la que mi madre me obligaría a hacer en este lugar.

En eso tenia razón, es bien sabido que su madre a pesar de ser una mujer tan pulcra y precisa en los detalles, cada vez que tiene la oportunidad de organizar y planear (es arquitecta) la construcción de algo, lo hace de la manera mas grande posible, conservando los parámetros de la elegancia y la estética; ella había construido la casa principal en la que vive la familia, he incluso fue quien elaboro los planos para el rediseño de la empresa de mi tío.

-Por favor Sr. Conal, ¿acaso crees que va a haber algo que no puedas hacer siendo el todo poderosos asesor presidencial?- Replique con ironía.

-Tengo que llevar esto con calma si quiero que todo salga bien.

-No te estoy diciendo que no lo lleves con calma, simplemente te digo que aproveches el poder que tendrás para darte una buena vida.

-Eso es ilegal, que tengas complejo de narcotraficante no es mi culpa; no trates de vivir tus fantasías por medio mio.

-Pero si no lo hago por medio tuyo, entonces ¿Cómo?

Me di cuenta de que se ataba haciendo tarde pero al parecer él la estaba pasando bien y yo también, hasta el momento había despejado mi mente y se notaba que él ya no estaba tan estresado como cuando lo recogí en la mañana. .

-¿Qué hiciste en mi ausencia? -Me pregunto de repente.

-Seguramente nada tan interesante como lo que hiciste tú, ayude a mi tío con la empresa. Dice que ya es hora de que yo tome las riendas del negocio, que el ya esta demasiado cansado y le parece prudente que aprenda de donde sale el dinero para mis "excéntricos lujos" -Dije arremedando la voz de mi tío. -Ya esta iniciando el papeleo para que todo pase a mi nombre, las propiedades, las empresas, las acciones, ¡todo! El dice que se va a retirar en una pequeña isla del caribe. -Dije mientras agachaba mi rostro y jugaba con la arena entre mis dedos, pues bien sabia que las lagrimas se aproximaban.

-Pero... Alejandro, ¿Eso te molesta? Michos estarían felices de estar en esa posición.

Esa pregunta de dejo frió, sentí como el corazón se me paraba al inicio y luego acelero a un ritmo demasiado violento.

-Muchos pero yo no -Dije tratando de parecer sereno -siento que es demasiada presión; yo no soy como mi tío, no soy como mi padre. - No me di cuenta de cuando inicie a sollozar sino hasta que sentí una lagrima en mi mejilla, me la limpie rápidamente para que el no me viera.

-Lo siento, hasta ahora recorde que hoy... -Lo interrumpí rápidamente, se que esto no le gusta pero no hay de otra.

No puede ser lo recordó; si permito que continué hablando se que voy a desfallecer y me voy desmoronar.

-No importa ya eso, lo que importa es que estas de regreso y que vamos a festejarlo en grande; los chicos ya lo saben y nos vamos en reunir esta noche en la Villa. -Dije tratando de parecer efusivo. -Así que levante, tenemos que regresar.

Caminamos de regreso al auto sin mediar palabra, pero podía sentir que estaba sonriendo a mis espadas.

No Importa Cuanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora