Empapado

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Dark no tardó en cansarse, por lo que se sentó con la espalda apoyada en una casa. Miró a su alrededor y vio que se había perdido aún más, y además estaba empezando a llover. El chico se acercó a la puerta de la casa donde estaba apoyado y llamó, pero nadie abrió. No le quedaba otra opción que buscar refugio, pues cada vez llovía más. Mientras lo buscaba, pensaba:
- Seguro que mi maestro me está buscando.
El chico no encontró ningún refugio, asi que lo único que le quedaba era guarecerse en alguna puerta o dormir empapándose. Se sentó en el escalón de otra casa, pero no se tapaba de la lluvia y además estaba incómodo, asi que se levantó.
Estaba calado hasta los huesos y tenía frío. Se abrazó los brazos para darse calor, pero no sirvió de nada. Se iba a tumbar al lado de una casa cuando pasó corriendo una figura a su lado, con una lucecita. Dark se fijó y era el chico de verde, seguro que él también buscaba refugio.
El pelinegro estaba ya medio dormido cuando apareció la figura de su maestro. El hombre cogió al niño y se lo llevó a la posada, a la habitación que tenía reservada. Pidió una manta a la posadera, mientras llevaba al niño arriba. Lo acostó y le cambió el traje, poniendole su pijama, y puso las ropas mojadas en una silla.

La historia de Dark LinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora