El héroe del tiempo

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Muchas veces intentó quitarse la máscara, pero se lo impedía un intenso dolor que aparecía cada vez que intentaba separar ese objeto de su piel. Hasta que un día el héroe del tiempo apareció.
Dark estaba apoyado en el árbol mirando una de las puertas, cuando oyó como la que estaba a su espalda se abría y se cerraba con un golpe de barrotes. El chico se quedó donde estaba, había llegado su hora de pelear. Vio como el de ropajes verdes avanzaba y se detenía enfrente de la puerta a la que estaba mirando Dark.
- Es imposible - dijo la lucecita con alas, con una voz aguda -. Con estos barrotes no se abrirá.
- Alguna forma tiene que haber de abrirla - dijo el de verde.
Cansado, Dark contuvo un bufido y se separó del árbol, desenvainando sus armas. Una espada y un escudo iguales a los del chico rubio, pero negros y rojos. Al oir el ruido de la espada saliendo de la funda, el héroe se dio la vuelta y la lucecita tintineó, advirtiéndole. El chico levantó las manos, como buscando no pelear, pero Dark se abalanzó a atacarle, ataque que el rubio esquivó a duras penas, haciendo una pirueta hacia un lado. El pelinegro volvió a atacar y el rubio bloqueó el ataque con su espada. ¿Cuándo la había sacado? A Dark ese detalle no le importaba, solo quería acabar con él.

La historia de Dark LinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora