CAPITULO 16

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  POV SANTANA


–Quieres una cerveza?- le pregunté a Brittany, ella me estaba mirando con cautela y me estaba destruyendo completamente. Me puse a tomar porque no encontré otra manera de calmar a mi mente. Hace unos años fumaba para calmarla pero cada día me destruía ya que llegue a fumar cosas realmente dañinas. Quinn me consejo de que empiece a hacer otra cosa y creo que por eso es que ella siempre mantenía el congelador lleno de latas de cerveza.

–No, gracias. Me iré a acostar que me muero de sueño.

–Ok, buenas noches.- le dije tomando otro sorbo. Tengo que admitir que me hizo sentir realmente mal su actitud, acaso no quería quedarse conmigo? Yo la he tratado realmente bien, creo que como a nadie y me dolía saber que le disgustaba quedarse conmigo. Me quede tomando unas cuantas latas más y después fui a mi habitación, desde que Brittany llego no había noche que iba a dormirme sin verla aunque sea unos segundos dormir. Me tambalee hacia su puerta y esta vez no intente acercarme ya que estaba empezando a sentirme un poco mareada, la observé el tiempo que necesitaba y me fui a acostar a mi habitación. Era extraño tener la necesidad de ver a alguien, nunca dependí de alguien para vivir ya que depender de alguien te hacia vulnerable, como mi mamá. Algo que jamás entendí es como mi madre pudo sentirse así hacia mi padre, es algo que siempre recuerdo y no puedo comprender y creo que nunca lo haré. Cerré los ojos fuerte como hacía cada noche que los escuchaba discutir cuando era niña.


POV BRITTANY

Me levanté temprano ya que tenía clases, me di una ducha y baje a tomar desayuno. Ayer no me comporte muy bien con Santana, creo que mi actitud frente a ella mientras hablábamos con Quinn no fue la mejor. Tendría que disculparme ya que estaríamos dos semanas conviviendo solas y por mucho que me aterraba, hasta ahora compartir tiempo con ella siempre había sido gratificante.

–Buenos días.- dije entrando a la cocina.

–Hola, ya estoy terminando de alistar, espérame unos segundos.- dijo mientras removía la sartén. No lograba comprender como podía levantarse tan temprano y aún así verse así de radiante y llena de vida. Ahora entendía como a Quinn le encantaba vivir con ella, a quien no le gustaría? Te preparaba el desayuno todas las mañanas, te escuchaba, estaba pendiente de tus necesidades y para terminar el combo perfecto tenía esa sonrisa que podía tranquilizarte por más que estuviese pasando el más terrible desastre. –Si quieres puedes sentarte.- me dijo sonriendo.

–Ah cierto.- dije distraída. Me senté y era momento de hablar. –Tana.- por alguna razón yo le decía así, pero siempre era cuando estábamos solas. Me encantaba ver su sonrisa ladeada cuando me escuchaba decirlo.

–Dime.

–Siento mucho si te incomode ayer.- ella volteó y levantó una ceja.

–Porque dices eso?

–Porque ayer cuando Quinn nos contó que se iba, mi actitud no fue muy buena y no quiero que sientas que es porque no quería quedarme contigo.- dije mirando el plato que ya estaba servido.

–No te preocupes.- dijo sentándose al frente mío.

–No, en serio. Esa no fue mi intención, solo que ya casi ni la veo por qué ando todo el día en clases y después al estudio y no sé, solo no quería que se vaya.

–Te entiendo, está todo bien Britt-Britt.- dijo con esa sonrisa que usaba para tranquilizar a cualquier persona que tendría al frente. La había observado tanto en estas dos semanas, conocía sus gestos; su sonrisa y su forma de observarte cambiaba según su estado de ánimo, era sorprendente como transmitía tantas cosas con solo sonreírte. Tomamos el desayuno y nos fuimos a continuar con el día, hoy era mi único día en la semana que tenía las tardes libres y Rachel me había invitado a almorzar y a ir de compras, ella también iría a la fiesta de Sugar y decía que no tenía que ponerse, yo estaba igual así que decidimos ir juntas al centro comercial. Ya mañana sería la fiesta y yo estaba muy nerviosa ya que sería mi primera fiesta en LA y con gente mucho mayor que yo.

–Esto te quedará perfecto!- dijo Rachel mostrándome un vestido corto plateado.

–No crees que es un poco mucho?

–Estas en LA, ya no estás en Louisiana.- dijo jalando el vestido del colgador. –Esta es tu talla no?- preguntó.

–Rach, en serio no es un poco exagerado para una simple fiesta?

–No tienes ni idea de qué clase de fiesta es no?

–Porque lo dices?

–Sugar es de familia adinerada así que su fiesta es A1, cada año se supera a sí misma. Prácticamente tira su casa por la ventana y sin contar que ella vive en una mansión.- dijo y estaba asombrada. Era obvio que todos los que trabajaban en el estudio tenían dinero, hasta la misma Santana lo tenía, pero no me imaginé tanto exceso.

–Entonces tú crees que esto está bien?- dije tomando el vestido y observándolo, era realmente hermoso.

–Está perfecto!- dijo con emoción. –Te vas a encontrar con toda clase de personas en la fiesta, aparte que estará lleno de arquitectos, también habrán estudiantes de la universidad.- Sugar era la segunda arquitecta más joven de todo el estudio. Era solo un año mayor que Santana.

–Bueno, vamos a probarnos esto.- dije caminando hacia los vestidores. Rachel tenía un vestido parecido al mío pero en negro. Me lo probé y salí para que Rachel lo vea ya que insistía en que quería verlo.

–Mierda Brittany, te queda hermoso!- dijo emocionada.

–Gracias, aunque sigo pensando que es mucho.

–Cuando veas a todos los muchachos que habrán en la fiesta, me lo agradecerás.- dijo guiñándome un ojo.

–Y vas a estar soltera para la fiesta?- pregunté, ya estaba al tanto del acuerdo que tenían ella con Finn y por muy absurdo que me parecía a Rachel le parecía lo más normal del mundo.

–Solterísima.- dijo sonriendo. Ella se probó su vestido y le quedaba hermosísimo, después de comprarlos fuimos a almorzar. Rachel me conto como es que conoció a Santana, me dijo que al principio Santana la odiaba porque sentía que Quinn paraba mucho tiempo con ella.

–Santana estaba celosa de mí y cuando a veces iba a su departamento ni siquiera me miraba, tengo que admitirte que era extraño ya que ya sabía que Santana era lesbiana y no sé al principio pensé que estaba enamorada de Quinn secretamente.

–Y cuando empezaron a llevarse bien?

–Fue mucho después, como 6 meses de que conociera a Quinn.

–Wow! Y se odiaban mientras tanto?

–Yo no la odiaba, pero ella si a mí.

–Y como se hicieron amigas?

–Santana una noche que yo estaba estudiando con Quinn llego completamente borracha y supongo que fue obra del alcohol que hizo que empezara a decirme porque no me soportaba y yo estaba tan frustrada por el examen que teníamos que dar al día siguiente que le conteste y empezamos a gritarnos mil burradas la una a la otra y la muy estúpida de la nada empezó a reírse y Quinn para eso estaba gritando tratando de tranquilizarnos.- estaba sorprendida pero Rachel lo contaba tan natural que hasta me causaba gracia.

–Y que pasó después?- pregunté.

–Después comenzó a reírse como estúpida y Quinn y yo estábamos tan cargadas por nuestro examen que le seguimos la corriente, al día siguiente se disculpó y nos hicimos amigas.

–Wow! Así de fácil?

–Sí, en el fondo a mí si me caía Santana, era ella la que no quería saber nada de mí.

–Qué extraña.- dije.

–Así es San, es complicada.- después me conto sobre Finn y varias cosas que le habían pasado a Quinn. Terminamos de almorzar y me dejo en el departamento. Sabía que Santana demoraría en llegar así que aproveche a practicar con el teclado, Rachel me había dado permiso de usarlo así que lo lleve a la sala y empecé a tocar.


POV SANTANA

Hoy tenía clases en la facultad y ya estaba realmente cansada, no veía la hora de que todo terminara y así solo me dedicaba a trabajar. Salí del ascensor y cuando entre al departamento escuche el sonido del teclado, fui hacia la sala y estaba Brittany tocando. Ella no se había dado cuenta de mi presencia ya que estaba dándome la espalda. Me quede unos segundos observándola hasta que ella giró y dejo de tocar en segundos.

–Mierda Santana! Casi me da un infarto.- dijo agitada.

–Qué? Tan fea soy?- pregunté y vi como empezaba a sonrojarse, ya me estaba acostumbrando a que se sonrojara con cualquier cosa que le dijera.

–No te sentí llegar.- dijo mientras cambiaba el teclado de posición para poder mirarme.

–No te quise interrumpir. Continua, ya vengo.- dije y ella se quedo mirándome sorprendida. Subí las escaleras y fui por mi guitarra, se me había ocurrido una gran idea. Hace mucho que no tocaba, pero esta vez me dio muchas ganas de hacerlo.

–Vas-vas a tocar?- dijo tartamudeando un poco mientras me miraba como asustada.

–Sí, no te molesta un poco de compañía no?- le pregunté y ella se quedó callada. –Estas en proceso de creación y eso?- volví a preguntar y ella negó con la cabeza. Agarré uno de los papeles que tenía y vi que estaba tocando algo clásico, odiaba la música clásica pero era yo la que se había metido así que no le iba a decir que cambiara de música. Ella tenía sus ojos fijos en los míos y tuve que hacerle una señal para que tocara ya que no podía aguantar esos ojos azules un segundo más. Ella tocaba y yo la seguía, me gustaba como nuestros instrumentos calzaban a la perfección, era como si siempre hubiésemos tocado juntas. Tocamos por horas, ninguna decía una palabra, ella me pasaba las hojas y tocábamos una canción tras otra como si sintiéramos que había una magia en el lugar y que si parábamos esta magia se acabaría. Creo que ya habíamos tocado todas las hojas que Brittany tenía así que ella paró de tocar y se quedó mirándome.

–Sientes el aire diferente?-pregunté.

–Como si hubiese una magia no?- me preguntó y abrí mis ojos sorprendida ya que ella sentía lo mismo.

–Y está por irse.- dije y ella asintió.

–Hace mucho que no te escuchaba tocar.- me dijo.

–Hace mucho que no lo hago.

–Nunca te intereso llevar cursos o algo por el estilo?

–La verdad que no, solo toco cuando lo siento necesario.

–Entiendo, estuvo bueno.- dijo señalando los instrumentos. Me di cuenta que ella estaba nerviosa ya que hablaba como un robot.

–Muy bueno. Me iré a dormir, mañana será un día largo.- dije y ella asintió. Me acerqué hacia ella y plante mis labios en su mejilla. –Descansa.- dije antes de darme la vuelta y subir a mi habitación. Ya era normal darle un beso en la mejilla todas las noches, pero siempre me parecía diferente y único. Sí, era un simple beso en su mejilla pero yo lo sentía especial, como lo era ella.





CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora