CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)

CAPITULO 3

POV BRITTANY

No pude dejar de sonreía al notar que Santana me miraba, saber que no le era indiferente me encantaba. Cuando era niña y ella pasaba el tiempo en mi casa siempre me quedaba mirándola y nunca recibía algo de ella, lo cual era obvio ya que yo siempre fui "la hermanita pequeña de Quinn" al igual que Patricia, Alicia y Johana. La última de nosotras se ganaba todo el amor de Santana, recuerdo que cada vez que llegaba se ponía a jugar con ella. Si bien tenía algo de celos ya que nunca nos prestaba mucha atención, igual me encantaba observarla. Le hablaba con tanto cariño y con una voz enternecida. Johana la adoraba y siempre preguntaba por ella.

-... Y bueno esa fue la razón por lo que tengo que llevar este yeso por dos semanas.- dijo Quinn y por estar pensando en Santana no había escuchado nada de lo que me decía.

-Oh! Igual felizmente no ha sido muy grave.- inferí ya que solo dijo dos semanas, si hubiese sido algo fuerte sería más tiempo.

-Sí, felizmente.- dijo sonriendo.

-Oye y porque en la foto que me mandaste usabas lentes?- pregunté con curiosidad.

-Lentes? Que foto le mandaste?- preguntó Santana y Quinn rió.

-Le mande la foto que nos tomamos el fin de semana pasado en la casa de playa de Rachel.- dijo Quinn.

-Ah esa! Esa foto es graciosa.- dijo Santana sonriendo.

-No son mis lentes, son los lentes de nuestra amiga, estábamos festejando y en una de esas le quite sus lentes y me los puse para ver cómo me quedaban.

-Ah ok! Pensé que ahora usabas lentes.- dije.

-No no, aun sigo teniendo buena vista.

-Y porque le mandaste esa foto? Tienes mil fotos en tu celular y tenías que mandarle una en donde salgo yo media borracha demostrando mis afectos hacia ti?

- dijo Santana riendo.

-Es que se la mande para que te reconociera, como estabas de lado se veían mejor tus facciones.- le respondió Quinn.

-Mis perfectas facciones?- dijo Santana quiñando uno de sus ojos y recibiendo una almohada en la cara lanzada por Quinn.

-No te hagas la linda.- le respondió Quinn.

-No me hago, lo soy.- dijo con esa sonrisa inmensa.

Vi que las cosas aun no habían cambiado, seguía siendo la misma Santana segura y confiada de sí misma. Yo estaba recién terminando la primaria cuando ellas estaban ya en sus últimos años y veía como Santana siempre se llevaba la mirada de todos aquellos que la rodeaban. Era hermosa y eso cualquier persona lo notaba, pero sobretodo ella y se aprovechaba muchísimo de sus encantos. Mi hermana también era hermosa, su belleza era singular pero se opacaba un poco a lo impactante que era de vista Santana, ya que sus ojos hablaban por si solos. Las dos siempre tuvieron lo que quisieron, yo misma era portera de las flores y que llegaban a casa para ellas. A veces terminábamos nosotras disfrutando de ellos ya que a Santana nunca le gustó el chocolate, lo cual jamás entendí

. -Dale princesa no vengas con tus ataques de realeza.- dijo Quinn sonriendo, sonó el celular de Santana y esta se lo llevo al oído.

-Hola... Todo bien... Hoy? a qué hora?... No, Quinn no irá... Yo sí, obvio... Nos vemos allá... Yo te paso a recoger... Chau.- colgó y vi que Quinn la miraba extrañada.-Era Rach, supuse que tú no irías a lo de hoy.- le dijo Santana parándose del sillón.

-No iba a ir, pero no sabía que tú sí.- le dijo Quinn.

-No iba, pero ahora sí. Necesito salir a tomar un poco de aire, no les incomoda no?- preguntó Santana y Quinn negó y vi como ella plantó sus ojos en los míos y yo también negué con un movimiento de cabeza.

-Perfecto! Siéntete como en casa Brittany, Quinn ya te mostrará tu habitación. Sería bueno que descanses un poco ya que mañana será un día largo.- dijo mientras subía las escaleras hacia el segundo piso.

-Porque dijo eso?- le pregunté a Quinn.

-Tenemos muchos planes para mañana! Anda a darte una ducha y después nos juntamos a conversar en mi habitación.- dijo Quinn.

-Ok, cual es mi habitación? -Es en el segundo piso, notarás cual es tuya cuando la veas.- dijo con una sonrisa.

-Espera! Y mis cosas? No las hemos bajado.- dije señalando hacia la puerta.

-Ya están en tu habitación.- dijo Quinn.

-Qué? Cómo?- pregunté.

-Tenemos a un encargado del edificio que hace todo este tipo de favores. Anda a bañarte niña! Y estoy tan feliz de que estés acá conmigo.- dijo sonriendo. Le devolví la sonrisa y me apresure al segundo piso. Cuando subí me di cuenta al instante cual era mi habitación ya que tenía un enchapado de plata con una "B" en el centro. Habían otras dos habitaciones con una "Q" y una "S" como la mía y otras dos puertas más, pronto sabría que tendrían. Entré mi habitación y me asombre al ver la cama tan grande. En mi casa compartía habitación con Quinn y cuando ella se fue nada cambió ya que yo seguía durmiendo en el camarote. La decoración era totalmente elegante, una combinación de blanco y negro entre las sabanas, los muebles y las paredes. Al costado de mi cama, en el velador, había un florero con rosas de diferentes colores y una pequeña nota al pie de este.
"Bienvenida a tu hogar por tiempo indefinido, esperamos que te sientas cómoda. Esta es tú casa a partir de ahora. Disfruta.
Quinn y Santana."

No pude evitar sonreír al ver la nota, estas dos eran realmente increíbles. Volví a leerla un par de veces más hasta que me di con la sorpresa de que está no era la letra de mi hermana, así que lo habría escrito Santana. Gracias a eso una sonrisa aún más grande me invadió. No lo podía creer, en serio haberla vuelto a ver había sido increíble. Quinn siempre nos contaba que estaba aún más hermosa que cuando se fue, pero sin duda la palabra hermosa le quedaba corta. No tengo idea de que me estaba pasando, porque me percataba de esos detalles? y sobre todo porque hablaba tanto sobre ella? Igual supuse que no era nada malo, osea Santana siempre supo atraer la atención de hombres y mujeres y lo que sentía era solo admiración nada más, me dije a mi misma mil veces antes de entrar a la ducha y perderme en lo relajante que era el agua caliente sobre mi cuerpo.