CAPITULO 26

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  POV SANTANA

No sé porque lo hice pero sentí la necesidad de tomarle la mano y ahora estábamos las dos sentadas en el taxi sin decir ninguna palabra. Lo había arruinado nuevamente, habíamos pasado una noche increíble en el club bailando y conversando sobre todo y ahora yo había hecho la estupidez más grande. Habíamos tomado regular pero estábamos sobrias. Cuando llegamos al departamento por inercia las dos nos tiramos en los sofás, ella en el doble y yo en el personal, cuando nos vimos a las dos acostadas como derrotadas no pudimos evitar reírnos.

–Creo que es la primera vez que tomo sin llegar al extremo.- dije y me incline un poco para verla y ella estaba mirando el techo.

–En serio? No me esperaba que seas una borracha empedernida.

–No lo soy, pero siempre que tomo termino perdiendo un poco el control. Supongo que aun no conozco bien mis límites.

–Tiene lógica.

–Lo bueno es que nunca he llegado a hacer cosas de las que me arrepienta.- me volví a inclinar para verla y ella me estaba mirando. –Tú crees que me arrepiento de haberte besado?- le pregunté sin pensarlo, al segundo supe que no había sido una buena idea preguntar eso, pero ya estaba hecho.

–A veces creo que sí.- dijo y me senté para verla, ella solo se inclino un poco para verme pero después siguió mirando el techo.

–No lo hago.- admití.

–Entonces porque me dijiste que no debió pasar nunca? –Porque no debió pasar, eres la hermana de Quinn, pero igual eso no significa que me arrepienta.

–Sabes, a veces no te comprendo.

–A que va todo esto Brittany ?- le pregunté.

–A que querías que seamos amigas pero de la nada me agarras de la mano y me miras de una forma que estoy segura que no miras a tus amigas, no sé qué pasa por tu mente porque no puedo leerla pero en serio no te comprendo.- estaba sorprendida, no sé en qué momento la conversación tomo un giro tan inesperado.

–Ni yo se que pasa por mi mente.- admití.

–Ese es el problema.- ella estaba demasiado tranquila mirando el techo y yo en realidad no entendía nada de lo que estaba pasando.

–Discúlpame si te confundo.

–Acepto las disculpas.- dijo con una sonrisa. Miré el reloj de la cómoda y ya eran las 4 de la mañana.

–Supongo que hoy no dormiremos, deseas un café o algo?- pregunté.

–Lo acepto, iremos a recoger a Quinn no?- me preguntó mientras yo caminaba hacia la cocina.

–No, Puck ira por ella.

–No entiendo su relación, están o no están?

–Creo que si están pero sin prototipos.

–Cómo es eso?

–Es medio complicado, ósea como que si están porque se respetan entre ellos pero no quieren ponerle nombre a su relación.

–Y porque no? Siento que es lindo saber y decirles a todos que la persona que está contigo es solo tuya.- ya había servido los cafés así que los puse en la mesilla y volví a sentarme.

–Sí, pero a veces da un poco de miedo.

–Miedo a que? A enamorarte?- me preguntó.

–Nunca te paso que estas con alguien pero no estas segura de que son?

–No.- respondió seria.

–Cuantos novios has tenido?- pregunté con curiosidad.

–Vamos a jugar a preguntas y respuestas?- me dijo levantando una ceja y no pude evitar sonreír.

–Tenemos dos horas así que supongo que sí.

–Ok.- dijo sentándose bien y agarrando su café.

–Tuve dos novios serios en toda mi vida.

–A que te refieres con serios?

–Ya preguntaste Lopez , espera tu turno.- dijo sonriendo.

–Ok, pregunta.

–Cuantas novias tuviste tú?- me preguntó.

–Se puede decir que una, pero fue sin prototipos.

–Solo una? No te creo! Y Cece y Vero?- me preguntó.

–Espera tu turno Pierce.

–Ok, la captas rápido! Pregunta.

–A que te referías con serios?

–A que estuve con ellos bastante tiempo y aparte toda mi familia los conocía y eran como aceptados.

–Ah entiendo.- no sabía que ella había tenido dos novios, supe de la existencia de uno, Quinn me había contado que era un buen chico pero que después terminaron porque discutieron.

– Solo tuviste una novia? Vero y Hanna?

–No fueron mis novias, estuve con ellas una vez pero no fue nada serio. Solo estuve con una chica un tiempo pero como te dije nunca llegamos a ponerle nombre a la relación.

–Nos extrañaste cuando vinimos para LA?- no sé porque pregunte eso pero tenía la curiosidad de saberlo.

–Obvio, crecí acostumbrada a tenerte a ti y a Quinn alrededor mío. En el fondo Quinn siempre estuvo pero tú si desapareciste, creo que eso nos chocó un poco más a todos.- me sentí mal con lo que me dijo. Quinn me pidió muchas veces que llamara o que viajara con ella pero yo nunca quise, ellos habían sido como una familia para mí y yo les di la espalda cuando me fui.

–Porque terminaste tu no relación con tu ex?

–Porque ella se fue a Puerto Rico.

–Wow! Que feo.

–No tanto.- dije sincera.

–No entiendo, se fue la única persona con la que estuviste seriamente y no te parece feo?- me miro como regañándome. –Desde cuando eres tan complicada?- me preguntó.

–Desde cuando haces tantas preguntas?- le pregunté y nos quedamos mirando fijamente. Ninguna pudo aguantar la posición ruda y comenzamos a reír.

–Eres una idiota.- dijo riendo.

–Tú más!- le dije y en ese momento se le derramo un poco del café en su pantalón. –Bravo!- grité y ella me lanzo una mirada asesina. –Dale te ayudo.- dije levantándome, tenía unas servilletas así que me senté a su lado y le alcance algunas.

–Gracias.- dijo limpiándose. Los sofás eran de cuero así que el café se estaba derramando y las dos comenzamos a secarlo. En ese momento nuestras manos se rozaron y nos quedamos mirando, mi cuerpo me empezó a temblar, no me había dado cuenta que estábamos tan cerca.

–Me toca preguntar a mí no?- le dije sin quitarle los ojos de encima.

–Sí.

–Te puedo besar?- no lo pensé, solo lo dije. Tenía demasiadas ganas de hacerlo, desde que lo había hecho hace casi dos semanas no había dejado de pensar en ello.

–Prometes no arrepentirte luego?

–Te gustan las mujeres?- mi pregunta estaba fuera de lugar pero necesitaba saberlo.

–No sé si las mujeres en general, pero me gustas tú.- con esa respuesta me acerque mucho más de lo que ya estaba, sintiendo ahora su respiración y casi rozando sus labios.

–No me respondiste mi pregunta. Te vas a arrepentir luego o no?- me pregunto y con ese movimiento nuestros labios se rozaron y todo mi cuerpo reaccionó al contacto. Nunca nadie me hizo sentir así, nunca nadie llego a desesperarme con el solo hecho del simple roce de sus labios con los míos. Pero ella no era una simple persona como las anteriores, ella era especial y lo sabía años atrás y lo comprobé cuando bajo del avión.

–No me voy a arrepentir.- dije y fue ella quien puso una de sus manos en mi mejilla y acerco nuestros labios. El beso empezó suave, delicado, pero en minutos ella accedió al contacto de nuestras lenguas y no lo dude, estas jugaban como dos conocidas, se extrañaban, yo la extrañaba. Puse uno de mis brazos en su cintura y la apoye al sofá, me incline un poco y estábamos las dos con un hombro apoyado en el sofá totalmente concentradas en el beso. Cuando sentía que el aire comenzaba a faltar le bese suavemente los labios y me aleje un poco.

–Que estás haciendo conmigo?- le pregunté acariciando su mejilla.

–Esa es una pregunta?- me dijo y se lo afirme moviendo mi cabeza levemente.

–Creo que esa pregunta es para ti. Desde que te bese por primera vez en este mismo lugar supe que podrías hacer conmigo lo que quisieras.

–No quiero arruinarlo, en serio yo no sirvo para esto y me mataría si te hago daño.

–Estas proponiéndome que lo intentemos?

–Quieres intentarlo?- le pregunté. Ya no me importaba nada. Ella tenía el poder de hacerme olvidar de todo, me olvidaba de quien era, de mis miedos, de que ella era hermana de Quinn, de todo, mi cabeza solo pensaba en la necesidad de volver a besarla.

–Sí, pero quiero hacerlo bien. Te has dado cuenta de lo cambiante que eres?- me preguntó.

–No, te quería besar desde que pisaste Los Angeles, desde la primera vez que almorzamos juntas, desde la fiesta, después de nuestro primer beso, te quería besar la semana que no te hable, la noche que te dije que quería ser tu amiga, en todo momento te he querido besar pero no lo hacía.- dije juntando mis labios levemente a los de ella y sentí como sonrió en el beso. No sé de donde me salían las palabras, nunca fui una persona romántica pero con ella simplemente salían, no sé de donde, supongo que del corazón que pensé que no tenía en algún momento de mi vida.

–Y que vamos a hacer con Quinn?

–Eso quiere decir que tendremos algo?- pregunté y ella sonrió. Creo que no era consciente de que me destruía con su sonrisa.

–Yo no tengo miedo de intentarlo.- en ese momento por impulso la traje hacia mí y la bese con desesperación. Ella estaba sentada en mi regazo y mi boca estaba ocupada tratándole de decir lo que no podía decirle con palabras.

–Que vamos a hacer con Quinn?- me preguntó cuándo ya había faltado el aire.

–Quiero intentarlo, pero sin ponerle nombre.- dije y ella se levantó de mi regazo rápidamente y la cogí del brazo para que no se vaya.

–Qué te pasa?

–Es estar o no estar, no hay medios para mí. Si tengo que estar contigo y no estar al mismo tiempo prefiero no hacerlo.- dijo tratando de soltarse.

–Espera! No quiero decir eso.

–Qué quieres decir?

–Que no le pondremos un título todavía, pero eso no significa que no seamos nada.- Brittany me miraba como si no entendiera nada.

–Me conozco y cuando me siento atrapada solo quiero escapar. Le tengo miedo a las relaciones porque no quiero ser como mi mamá, solo tienes que darme tiempo.- Brittany sonrió levemente así que al parecer había entendido.

–Entonces?

–Quiero intentarlo.- dije acariciando sus cabellos con una de mis manos.

–Porque ahora y no antes?- me preguntó.

–No intentes comprenderme bebe.- dije rozando mi nariz con la de ella, por alguna razón amé decirle bebe.

–Me gusta que me digas bebe.

–Eres mi bebe.- dije besando sus labios suavemente.

–Esto va a ser interesante.- dijo sonriendo.

–Yo soy interesante.

–Te adoras no?

–Obvio.- dije riendo. La solté y vi mi reloj.

–Ya es hora de empezar el día.

–Me voy a bañar.- dijo caminando hacia la escalera y la jale trayéndola hacia mí.

–Qué pasa?- me preguntó asustada.

–Mi beso de despedida.- dije estirando mis labios y ella río. Me beso y antes de separarse me mordió el labio inferior.

–Auchh!- dije riendo.

–Quiero un buen desayuno.- dijo antes de cerrar su puerta. No tengo idea de que he hecho pero me siento feliz, ya no podía mentirme más. Me estaba enamorando y por más que tenía demasiado miedo, ella me hacía sentir bien y sabía que no me haría daño. El problema ahora sería no hacerle daño yo. 


CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora