Capítulo 1

367 25 16
                                    

•••••••••••••

Bajaba las escaleras desesperada al escuchar a la abuela llorar sin consolación, la vi correr y presentía que algo malo estaba sucediendo, así que no me inmuté y la seguí sin saber a donde nos dirigíamos.

Por un momento se detuvo al lado de una ambulancia en medio de la calle  y cayó de rodillas al suelo... al acercarme un poco más, lo veo, veo esos zapatos de segunda mano que utilizaba de lunes a viernes para ir a la oficina, y era él...

¡Papá! - senti como mi garganta se desgarró al lanzar ese grito mientras forcejeaba con los oficiales que me impedían el paso.

La abuela dirigió su mirada a nosotros y veía cómo las lágrimas brotaban de sus ojos sin parar, las mías no tardaron en hacer presencia. Por un momento me hacía falta la respiración y sentía como mi cara se calentaba más de lo normal.

- ¡Abuela! - Volvi a gritar- dime que ese no es él, que todo es una equivocación - caí de rodillas al suelo devastada, pero no por mucho tiempo, aún con mis rodillas temblorosas, logre safarme del agarre de los oficiales y pude llegar hasta él. Toqué su rostro y estaba frío, no respondía a mi llamado y no aguantaba verlo así. Sentí como mi vida se iba con la de él, como si ya nada tuviera sentido. Empecé a golpearlo y lo único que salía de mi era:
- ¡Papá despierta!!!

2 meses después...

- ¡Anda By, ya es tarde! no quiero que este año empiece como el anterior, que por tu culpa casi atropello a un pobre anciano por querer llegar a tiempo.

- No jodas Ro ¡Ya bajo! - brame - por cierto, eso no fue mi culpa porque no te pedí que me esperaras -le grite mientras trataba de ponerme el molesto vestido de cuadros azul marino con blanco que usamos en el internado.

- ¡Claro! es que no me lo pediste, solo si te dejaba llegaba sin brazos al internado, tu mirada me lo dijo todo, o te pasaba a buscar o hubiera tenido que aprender a conducir con los pies - dijo con voz burlona mientras Pato se reía de nosotros.

- ¡Hey! exclamé - hablas como si fuera cierto, no fui tan cruel, solo si me dejabas no hubieras vivido para contarlo. No hubiera aguantado tener que irme con Neith - bufé dandome los retoques en el cabello que por cierto, estaba hecho un desastre.

Tengo el cabello castaño claro que me llega al comienzo de mi perfecta cintura. *notan mi sarcasmo* ¡soy horrible! pero siempre despierto tarde y no me da tiempo de arreglarlo ni porque sea mi primer día de clases.

¡Por Dios By, das asco!

-¡Quieres moverte mujer! -Grito Pato sacándome de mis pensamientos y rodeando con los brazos el marco de la puerta.

-Si claro, vamos -le dije empujándola para poder salir.

-Al fin la pioja decidió bajar - comentó Neith en un tono burlón - mamá te espera para darte el sermón de que nada de sexo aunque sea nuestro último año - agregó con cara de fastidio mientras se atragantaba con una manzana.

Neith es mi mellizo, somos muy parecidos físicamente, pero tenemos personalidades muy distintas.

Por ejemplo: Neith es muy guapo, tiene un hermoso cabello castaño claro al igual que yo, unos hermosos ojos grises, nariz muy perfilada, de tez blanca, alto y con un cuerpo perfectamente atlético. Es uno de los más codiciados en nuestro internado sin excepción de mi mejor amiga Pato, que ha estado enamorada de él desde que teníamos diez años cuando lo vio ganar en su primer torneo de basketball, que aún practica  y actualmente es el capitán del equipo.

QUOD SUM?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora