-¿Qué pasa? -pregunto Pato ansiosa.
- El libro está vacío - no lo puedo creer, las páginas están vacías, no hay absolutamente nada. Algo muy dentro de mi me decía que en este libro podía haber encontrado algo.
- Eso... es muy extraño, una cosa tan antigua no puede ser una libreta de apuntes, tiene fachada de libro - analizó Pato.
Segui removiendo las hojas del supuesto libro y nada, definitivamente estaba vacío.
- ¿Qué hacen ustedes aquí? - Pregunto una chica que jamás he visto en el internado, su rostro me era familiar, pero juraría nunca haberla visto aquí. Era más alta que yo, con unos ojos de un azul muy intenso y una cabellera extremadamente rubia. Debo admitir que es hermosa.
- ¿Quién eres tu? - pregunté.
- Soy Ethel MacGreid y seré la bibliotecaria del internado por unos meses, mi tía Lauren se enfermo y estará de licencia, pero ¿Ustedes nunca me han visto? Estudio aquí desde hace cuatro años.
- Lo siento, jamás te hemos visto - respondió Pato por las dos.
- Oh, es normal - soltó una risita - es que casi nunca salgo de mi habitación, ademas, tomo clases avanzadas, tal vez por eso no me conozcan, en cambio yo si las conozco - Pato y yo nos miramos dudosas - tu eres Debby, la hermana del jugador estrella de la escuela y tu, eres Patty, la mejor declamadora en la clase de literatura según el señor Ronald.
- ¡Wou! Tu si sabes investigar ha alguien - dije un poco ¿extrañada? -fue un gusto Ethel, tenemos que irnos, mi hermano debe estar esperándome.
- Igualmente chicas, tengan un buen fin de semana - Pato y yo dejamos el libro, o lo que fuera en el estante y nos fuimos.
- Esa chica ¿Ethel? - asentí - parece agradable ¿No? - opinó Pato.
- Yo no diría lo mismo, más bien, me pareció extraña - salimos del internado y lo primero que vi fue la cara arrugada de Neith.
- Si quieres puedes quedarte, no tengo ningún problema, me ahorras el tener que traerte el lunes - dijo rodando los ojos - ¡Oh! Hola Patty.
- No es necesario maldito - dijo Pato con un gesto que solo ella hace - ¿Donde esta Ro?
- Ya se fue - respondió Neith - digamos que si, soy un desastre de persona, pero después de todo eres la mejor amiga de mi hermana ¿que tal si te vas con nosotros y no me dirijes la palabra? - le propuso con su sonrisa perfecta.
En algunas ocasiones, debo admitir que mi hermano me agrada, supo darle fin a una situación incómoda como solo él sabe hacerlo, con sus bromas y su cara bonita.
- De acuerdo, pero no te me acerques -recalcó Pato.
- Juro que no lo haré - afirmo levantando sus manos en señal de derrota.
Terminaron su discusión y nos fuimos a mi casa. Pato quiso quedarse con nosotros ya que sus padres están de viaje y vuelven el fin de semana siguiente.
- Llegamos familia - grito Neith.
- ¡Oh! Mis niños - chillo mamá.
Y aquí empieza la sesión de abrazos de una hora
- ¡Abuela! - extendí mis brazos para abrazarla y luego mamá, comimos y charlamos un rato, Pato y yo nos duchamos y salimos a caminar al parque.
- Debby ¿Quieres contarme algo verdad? - dijo Pato mientras terminábamos nuestro capuchino - asentí - de acuerdo, siéntate - me senté a su lado - ¿Qué paso?
- Recuerdas a Nill - asintió - él... me confesó que le gusto.
- ¿Qué? ¿Que le dijiste?
- La primera vez, nada, pero el sábado si, el fue tan lindo y no pude negarme, todo paso tan rápido que terminamos besándonos.
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QUOD SUM?
Ficțiune științifico-fantastică-¿Por qué no pueden dejar de hacer daño? -pregunté llorando sin cesar. -No lo podemos evitar - respondió con firmeza- es como si nuestras acciones fueran propias, pero el destino nos impulsa a torturar, destruir, hacer daño y causar dolor, es impo...