El chico de los ojos grises © [PAUSADA]

Capítulo 26: No me importa que lo ames.

Me encontraba sentada en las incomodas sillas "aplasta traseros" café chocolate de la sala de espera del consultorio médico, sosteniendo una bolsa de brócoli congelado en mi cabeza.

Y se preguntarán: ¿Por qué mierdas estas ahí y no con Dylan, tu novio en coma?

Bueno, les contare que, mi muy queridísimo suegro, saco su "perra interior" y me atacó, ya que al parecer, él también se encontraba en la habitación de Dylan.

-No tiene de que preocuparse, fue solo un golpe en la cabeza.- exclama el doctor saliendo de su consultorio.

-Sí, un golpe que dejó a mi hija inconsciente.- comenta mi padre con enojo.

-Está bien, basta ya, lo importante aquí es Mia, querida ¿estás bien?

-Sí, dejando a un lado que mi novio está en coma, el padre de mi novio me ha dejado inconsciente de un golpe y que tengo leucemia, sí, sí estoy bien.- dije, como siempre sarcástica.

❤❤❤

Desde aquel día pasaba todo mi tiempo en el hospital.

Veía familiares y amigos de Dylan entrar y salir, llorando, y consolándose los unos a los otros mientras repetían "él va a despertar y todo estará bien".

Pero yo sabía que nada volvería a estar bien.

Por qué me sentiría demasiado culpable todo el maldito tiempo.

-Te voy a prohibir estar con el.- una voz me sacó de todos mis pensamientos.

-¿Qué?- dije con sorpresa al ver al Sr. Owens.

-Lo que escuchaste; me importa un comino que lo ames, o que no puedas vivir sin él, solamente causas problemas, mi hijo está aquí por tu culpa, y me alegra tanto haberte lanzado ese golpe.

-Idiota.- escuche un grito que provenía de las espaldas del Sr. Owens y que me sonaba muy familiar.

Oh mierda.
Mi padre acababa de lanzarle un golpe al padre de Dylan.

Y como toda chica normal, debería detener esta pelea, por que los golpes no son la solución a nada, pero...

-¡VAMOS PAPÁ! ¡TU PUEDES! ¡DEJALO INCONSIENTE COMO EL A MI!- gritaba a todo pulmón.

Bueno, se abran dado cuenta de que nadie aquí es normal.

-¡PAAAPI, PAAAPI! ¡EN LA CARA! ¡EN LA CARA!

❤❤❤

Y ahora me encontraba, otra vez, sentada en las estúpidas sillas cafés de la sala de espera del consultorio médico, sosteniendo una bolsa de brócoli congelado en la cabeza de mi padre, a unos metros de mi madre que les suplicaba a los policías del hospital que no nos echaran de él.

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¡Hola!

Lamento mucho tardar en escribir :s

Quiero dedicarle este capitulo a mis amigas pandicornias, no me cansare de decir esto, han sido mi apoyo.

Yyyy a mi profesor de Historia Vladi, que hoy me dijo que si era inteligente.

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

Adelanto de el siguiente capítulo:

-Mia, te conocí cuando tenia 9 años, no 18.