El chico de los ojos grises © [PAUSADA]

Capítulo 7: -Mira, es una metafora:

Cuando la campana sonó e indicó que el primer período de clases había terminado, y ya el salón se encontraba vacio, me dirigí a Dylan, que estaba calentando:

— ¿Qué mierda estas haciendo?- le dije.

— ¿Crees que cargarte todo el día será un trabajo fácil?, estoy calentando.

Con una cara de sorpresa empecé a guardar mis libros y libreta de Biología, para comenzar a pararme. Cuando padeces leucemia no puedes gozar de una buena salud, aunque el no lo sabía, su comentario me había afectado.

— Gracias por ayudarme, pero ya me siento mejor.

Cuando me di la vuelta para dirigirme hacia la salida, sentí que me tomaban del brazo.

—Solo quería hacerte reír.-dijo al notar el tono de mi voz.

—Esta bien, no es nada.

— ¿Sabes de algún lugar en la escuela que esté al aire libre?.- le hable sobre las canchas de fútbol- ¿me dirías donde está?

—Te acompañaré.

—¿No almorzarás nada?.-preguntó Dylan sonriendo y mirándome fijamente, por que sabía que me sonrojaría.

Y lo logró.

—No, estoy bien.

Cuando llegamos  había unas cuantas personas ahí, casi todas se reunían en la cafetería, me agradaba la idea de que a Dylan le gustará el aire libre, hasta que comenzó a sacar de su bolsillo un paquete de Malvoro Lights.

Lo ví con una mirada de asco y empezó, nuestra primera pelea:

—¿Qué?

—Ibas tan bien.

—¿A qué te refieres?

—Haz mandado la historia a la mierda.

—¿Qué historia?-siguió preguntando mientras encendí el cigarro.

—La nuestra.

—¿Acaso teníamos una?.- preguntó después de expulsar el humo de su boca.

—Solo era una broma, al final, puedes hacer lo que quieras.

—Cariño, si estuvieras en mi lugar, si vivieras mi vida, esto te parecería poco comparándolo con los métodos que usan otros para desestresarse, pero eso lo entenderás después de casarnos.- dijo con picardía en sus palabras, agregando doble sentido a la última frase.

—¿Después de casarnos?

—Dejare esa decisión en tus manos, aunque al final de cuentas, la historia es de ambos ¿no?

—Si no la arruinas primero, Dylan Owens.- dije esto último retirando el cigarrillo de sus labios y tirándolo al suelo.

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