Capítulo IX

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Estoy ya de 30 semanas y después de lo de mi padre, Dani y yo hemos decidido ir a ver al pueblo a sus abuelos, así desconectaremos un fin de semana de todo.
No puedo borrar de mi cabeza la última carta de mi padre.
Ramón Valenzuela... Mi agresor y el asesino de mi padre... Debo olvidarlo, quiero empezar una vida nueva con Marina (mi pequeña bebé) y Dani. Por mucho que me cueste.

Estamos ya en la casa de los abuelos, nunca había venido aunque a ellos sí que los conocía de reuniones familiares. Son muy simpáticos, la casa es la típica de campo de Asturias con verdes prados y también tienen algunos animales, los suficientes para poder comer ellos, una vaca, un par de ovejas y cabras y gallinas. Esto me recuerda mucho a cuando vivía sola con mi padre y vivíamos del campo y de la caza.

Llevamos ya dos días, mañana volvemos y como cada mañana me han dejado sola en la casa para ir ellos a ordeñar a la vaca y a las cabras. No me dejan ir porque no quieren que haga ningún tipo de esfuerzo pero me aburro y me pongo a registrar la casa en busca de fotos de Dani de cuando era pequeño. Tienen un cajón enorme lleno de álbumes de fotos y fotos sueltas.
Empiezo a ver el que dice Familia 1987 en ese año nació Dani y espero encontrar muchas fotos de él de bebé, así podré hacerme una idea de cómo será Marina.

De repente, en la tercera página veo una foto, parece Dani con su padre, me fijo bien y ese hombre tiene un tatuaje de una serpiente en el bíceps... En ese momento me viene un recuerdo, un recuerdo del día de mi agresión, de ese hombre, era el mismo tatuaje... Quise pensar que era pura coincidencia y seguí mirando álbumes.
Miré el álbum Familia 1988 era el año en el que nací. Aparecía de nuevo ese mismo hombre, con ese mismo tatuaje y esta vez tenía la cicatriz que recordaba.

Ahora todo me encajaba, el padre supuestamente muerto está en la cárcel y ahora veo fotos y es mi agresor. Cuando le conté a Dani lo que me pasó y lo que recordaba de aquel día debió darse cuenta de que su padre era mi agresor y por eso lo dio por muerto para mi.
Cómo puedo mirarle ahora a la cara si me ha mentido de esa forma, sabiendo lo mal que lo estaba pasando. Ramón Valenzuela... Entonces Dani no se llama Dani Gutiérrez sino Dani Valenzuela Gutiérrez... Me ha mentido en todo y ahora espero una hija de él...

Cuando llegó de ordeñar le pedí por favor que nos fuéramos a casa, le dije que no me encontraba bien. Necesitaba estar en mi casa, segura y tranquila. Marina no paraba de darme patadas, yo sabía que quería decirme que parase y que pensase en ella.

Al llegar a casa me acosté y no quise saber nada de Dani... No podía...

Diario de una locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora