Milk entró a su habitación. Había estado muy deprimida los últimos días. Gokú había vuelto a la vida luego de siete largos años de ausencia y eso la hacía muy feliz, al igual que el hecho de volver a tener una familia que estuviera con ella, una verdadera familia. Pero lo que la invadía por dentro no era la felicidad que todos imaginaban, sino una terrible angustia que se incrementaba a diario y que necesitaba sacar de su corazón. Sabía cómo hacerlo, pero le faltaba valor para decirle a sus seres queridos que esta vez la que debía partir era ella y no Gokú.¿Cómo explicarles que desde hace años lo sabe, pero que calló por temor?
No encontraba las palabras precisas para explicar su silencio, porque oportunidad de contarles había tenido.
Se detuvo frente al espejo de cuerpo entero que había en su habitación y se contempló por unos instantes. No lucía tan mal como imaginaba. Su cuerpo era casi el mismo de años atrás cuando ella y Gokú celebraron su boda. Su cabello aún no tenía canas y en su rostro se vislumbraban sólo unas pequeñas fisuras a las que ni se les podría llamar arrugas.
Tomó su cabello y lo soltó. Una hermosa cascada de cabello azabache cayó sobre sus hombros. En ese momento volteó y observó el armario de su cuarto que estaba abierto. Vio uno de los trajes de Gokú y una idea pasó por su mente. Se desvistió y se colocó la ropa que usualmente llevaba su esposo.
Se volvió a observar en el espejo. La ropa le quedaba grande, pero se las arregló para que le quedara un poco más cómoda. No se veía del todo mal. La camiseta azul bajo la parte superior del traje permitía apreciar, aunque no del todo, su busto.
Luego, el traje se ceñía en su estrecha cintura, donde se amarró el cinturón para sujetar los anchos pantalones que terminaban en las botas. Las botas sí le quedaban grandes. Luego se colocó las muñequeras y se observó nuevamente.
La ropa estaba limpia, recién lavada y planchada por ella misma, pero tenía un olor especial, el olor de Gokú.
Se acercó al espejo y apoyó sus manos en él. Su mirada comenzó a recorrer el reflejo de su cuerpo lentamente, hasta que su cabeza quedó mirando el suelo. Suspiró y cerró los ojos. Su mente empezó a trabajar en lo que debía hacer. Lo que era correcto y lo que no lo era.
"Aparte del gran amor que te tengo, siento una inmensa admiración por ti. Admiro tu fuerza, tu determinación en los momentos difíciles, tu mezcla de inocencia y madurez que te hace tan especial, la manera en que demuestras tu amor. Pero Gokú... tu fuerza y determinación me hacen falta en este momento. Cuando nuestras miradas se cruzan, siento que me fortaleces, pero al mismo tiempo siento que te traiciono al callar la verdad. Yo lo sé todo sobre ti, y tú mereces saber todo sobre mí, pero... Sé que debería decirte que voy a partir al lugar donde ya estuve una vez, aunque mi estadía allí fue muy corta. No quiero tener que irme ahora, cuando por fin estamos todos juntos y disfrutando de la vida. No quiero dejarte ni a ti ni a nuestros hijos, pero siento que mi cuerpo ya no resistirá por mucho tiempo más. No lo notaste nunca, pero ésa era la causa por la que trataba de negarme a que te fueras a entrenar y que te llevaras a Gohan contigo. Quería tenerlos a mi lado el mayor tiempo posible por si el momento de partir llegaba. Desgraciadamente, ese momento ya llegó, y nada se puede hacer. ¡Oh! Dios mío... por favor, ayúdame. Dame el valor que necesito. Deben saberlo. Debo despedirme de ellos. No quiero amanecer uno de estos días muerta y que ellos no sepan qué fue lo que pasó. No quiero que piensen que nunca me importaron y que por eso callé. Gokú, sé que te va a costar al principio, pero estoy segura de que me vas a entender, porque tú también haces las cosas a tu manera. Y ésa es otra de las cosas que amo en ti. Te preguntarás porqué no te lo dije antes. Lo siento, eso ni yo misma lo sé. Te amo y confío en ti como en nadie, pero... por favor, perdona mi silencio, Gokú"
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Goku x Milk¿No me dijiste?
RomanceMilk padece de una terrible enfermedad,pero no le habia dicho a nadie y mucho menos a su familia porque Gokú habia regresado de la muerte y quería mantener esa felicidad. ¿Podrá expresar este problema que la acompaña?